VIDEOVIGILANCIA EN EL TRANSPORTE NOCTURNO METROPOLITANO

Los 151 vehículos del Nitbus instalan cámaras de seguridad

Una de las cámaras de un vehículo del Nitbus en Sant Joan Despí, ayer.

Una de las cámaras de un vehículo del Nitbus en Sant Joan Despí, ayer.

RAMON COMORERA
BARCELONA

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Su presencia es sumamente discreta, si bien está señalizada. Pero su eficacia disuasoria se espera que sea elevada. Tanto como ha demostrado serlo en otros espacios públicos: metro, zonas de calles y plazas, oficinas de la Administración o sucursales bancarias. La Entidad Metropolitana del Transporte (EMT) ha comenzado a instalar cámaras de videovigilancia en los 151 vehículos de las 17 líneas de la red Nitbus de transporte nocturno en el área de Barcelona. Los cuatro ojos electrónicos que cubrirán el interior de cada coche grabarán imágenes sin cesar. Si hay un accidente o un acto violento o vandálico, el conductor pisará un discreto pedal y empezará la retransmisión en directo al centro de control. Allí tomarán medidas según el caso, avisar a la policía, a servicios sanitarios o a los bomberos.

La EMT asegura que el sistema cumple la ley de protección de datos y que los ficheros de las filmaciones estarán inscritos en la agencia catalana que vigila su cumplimiento. En condiciones normales, las imágenes se grabarán en un disco duro embarcado en el autobús, no se descargarán en ningún caso y se borrarán automáticamente pasados 30 días. Si ocurre una incidencia y el conductor acciona la alarma, las cámaras empezarán a grabar en alta calidad y cuando el vehículo llegue a la base, el vídeo se extraerá y se conservará para aclarar los hechos.

El presidente de la EMT, Antoni Poveda, insistió ayer en Sant Joan Despí al presentar los primeros autobuses equipados, en el «carácter disuasorio» del dispositivo. No quiso cuantificar el nivel de vandalismo que sufre el Nitbus porque dijo que los incidentes se producen en «momentos concretos de los fines de semana» y a la salida de discotecas o locales musicales. El objetivo del nuevo sistema, en el que se gastarán 954.000 euros, es «dar confianza y tranquilidad» tanto a los viajeros como a los conductores porque no existe «un fuego cada semana», reiteró, en un servicio que el pasado año registró 5,8 millones de viajes.

La red metropolitana de autobuses nocturnos se la reparten dos operadores: Mohn, que tiene seis líneas en el Baix Llobregat conectadas con Barcelona, y Tusgsal, que posee la concesión de 11 recorridos en el Barcelonès Nord y en la propia capital catalana. Las 604 cámaras se han empezado a instalar en la primera de estas empresas, en una operación que la EMT prevé acabar en abril. En el caso de Tusgsal, el montaje del sistema en su flota está programado que finalice en junio.

EN FUNCIONAMIENTO / Hasta ayer se habían equipado 20 vehículos de la red, de los cuales ocho han entrado ya en funcionamiento en las líneas que van de la N12 a la N17, según explicó Poveda. Cada empresa concesionaria tiene un funcionamiento autónomo y por tanto recibirá en su propio centro de control las imágenes que los conductores envíen en caso de emergencia. En estas dependencias se podrán observar, además, los interiores de autobuses concretos en puntos y momentos que se estimen significativos a petición de los propios controladores de las rutas.

El Nitbus cubre 18 municipios todos los días del año, con una frecuencia de paso única de 20 minutos. Sus usuarios son trabajadores, en especial de la hostelería, y personas que van de marcha los fines de semana, en particular jóvenes. Poveda insistió en que la videovigilancia no se implanta porque haya una elevada conflictividad ya que la valoración que hacen los usuarios del servicio «es muy alta, 7,6 sobre 10».