El consumo de agua alcanza un nuevo mínimo en el área de Barcelona

Los barceloneses han tomado plena conciencia del valor del agua, cierran cada vez más el grifo y han conseguido que el área metropolitana acabara el 2010 con un nuevo mínimo de consumo doméstico: 107,4 litros por habitante y día, un indicador que coloca a la capital catalana como una de las grandes urbes mundiales con menor gasto per cápita y que supone cerca de un 1% menos que en el 2009, cuando también se batieron récords. Por ello, el presidente de la Entidad del Medio Ambiente (EMA) del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Francesc Narváez, felicitó ayer a unos ciudadanos que cada vez hacen más los deberes también en temas de residuos: generan menos y reciclan más.

Durante los últimos 10 años, el consumo de agua potable se ha reducido en el conjunto de los 33 municipios barceloneses del área metropolitana en 25 litros por persona y día, y aunque sigue habiendo destacadas diferencias entre algunas localidades, la reducción es mucho más notable entre aquellas que más gastan. Así, las ciudades con un mayor dispendio, las que tienen una densidad urbanística más baja, un elevado poder económico y donde una parte importante de las residencias tienen piscinas y jardines, como Sant Cugat del Vallès (154, 43 litros) y Begues (143,72), ahorraron el pasado año cerca del 5% con respecto al ejercicio anterior. Una reducción que, por ejemplo, fue mucho menor en Barcelona, que aúna a más de la mitad de los habitantes del área metropolitana, donde se superó mínimamente la media con 108,3 litros por cada vecino al día, una cifra prácticamente similar a la del 2009.

CERCA DEL CONSEJO DE LA OMS / Aun así, las cifras de la capital catalana están muy próximas a la recomendación de la OMS de no superar los 100 litros para las necesidades vitales y la higiene personal, y contrastan con la de otras grandes ciudades del mundo, con consumos muy superiores. Como ejemplo, y con datos del 2008 de la Asociación Internacional del Agua (IWA), ese año, cuando en Barcelona la media fue de 110 litros, en Madrid ascendió a 131, en Roma a 208, en Ginebra a 289, en Pekín fueron 142 y en Nueva York cada ciudadano gastó a diario 511 litros.

El mínimo histórico alcanzado en el área metropolitana de Barcelona nada tiene que ver con la crisis, consideró ayer Narváez, y más bien está relacionado con la «concienciación» de que el agua en un bien preciado, ya que incluso antes de la sequía del 2007 los ciudadanos ya habían empezado a gastar menos. Como tampoco está relacionado con la coyuntura económica, también en opinión el concejal, la importante reducción de la generación de residuos por persona y día que se dio en el 2010, la disminución más importante desde que se realiza el balance de la EMA, hace nueve años. Según este informe, un ciudadano metropolitano generó 496,4 kilos de basura al año (1,36 al día), lo que representa casi 30 menos que en el 2002 y es la primera vez que baja de los 500 kilos. La reducción se produjo pese a que en este periodo de tiempo la población del área metropolitana creció en un 7%, llegando a los cerca de 3,2 millones de habitantes.

Narváez puso como ejemplo de las buenas prácticas en materia medioambiental el incremento del uso de los ecoparques de los centros de reciclaje municipales, que han permitido reducir el volumen de residuos que acaban en un vertedero, pasando del 26,72% en el 2009 al 22,54% en el 2010. De la misma manera, destacó el aumento de la recogida selectiva, que llega al 37,14%, cuatro puntos más que el año anterior. La fracción que más ha crecido, de largo, ha sido la orgánica, que ha supuesto un aumento del 38,08%, lo que tiene que ver con la extensión de contenedores por toda Barcelona y en otros municipios. Motivo también por el cual se recicló más vidrio (2,4% más), envases (8,11%) y restos vegetales (12,8% más).