Barcelona prepara 4 líneas de bus exprés para finales de año

El final del mandato municipal se acerca y los acontecimientos se precipitan. A Barcelona le llega la hora, aunque sea en el último momento, de iniciar la mayor revolución del transporte público de superficie. El ayuntamiento y TMB han decidido poner ya en la calle un complejo proyecto incubado largo tiempo por políticos y técnicos: la red complementaria (aunque afectará a la actual) de líneas verticales y horizontales de autobuses exprés de mayor rapidez y capacidad llamada RetBus. Habrá 12 rutas preferentes, siete Besòs-Llobregat y cinco mar-montaña, que en conjunto reducirán un 13% de media el tiempo de viaje. La pretensión es empezar con dos líneas por sentido en el segundo semestre de este año, una vez el Govern de CiU, y por tanto la autoridad de la ATM, apruebe el presupuesto del 2011.

El ayuntamiento, según dijo ayer la teniente de alcalde y a la vez responsable de TMB, Assumpta Escarp, ha reservado ya dinero para las obras que le competen: reurbanización para crear y adaptar carriles bus y colocación de nuevas señales y semáforos. La inversión restante, la de la explotación de las líneas, Escarp la situó en el tejado de la Generalitat, pero no más allá de «abril o mayo cuando el Govern ha dicho que tendrá su nuevo presupuesto».

La previsión es implantar las 12 líneas cuatro por año hasta el 2013. Las primeras, este 2011, serán las horizontales H2 (Besòs-Collblanc/Amadeu Torner, sustituirá a la 56) y H5 (Zona Universitària-Fabra i Puig/Can Dragó, relevará a la 74), y las verticales V1 (Plaça d'Espanya-Sarrià, sustituirá en parte a la 30) y V5 (Passeig Marítim-Montbau, eliminará la 10). El coste será de 1,1 millones por ruta, 625.000 euros para la infraestructura y 475.000 para la explotación.

No es una cifra alta y sí lo es, en cambio, su rentabilidad social, medioambiental y en movilidad. Por ello, y porque el dinero del Govern entra en las propias cuentas de explotación de la operadora, Escarp espera que «quede fuera de recortes que afecten a la L-9 o al plan de poner ascensores en estaciones de metro».

RECORRIDOS DIRECTOS / El RetBus se basa en carriles prioritarios (semáforos de paso preferente) o segregados respecto al tráfico privado y al resto de buses, que seguirán la estructura ortogonal (ángulo recto) de las calles del Eixample y tendrán prolongaciones en los extremos. Con unas rutas más directas y paradas propias más separadas (equipadas con máquinas de billetes y pantallas informativas) se ganarán 10 minutos de media por viaje, con una frecuencia de paso de tres a seis minutos.

La velocidad comercial del bus subirá un 28% y será similar al tranvía o incluso al metro y competitiva respecto al coche. Es su gran ventaja aunque habrá que andar 200 metros más de media hasta las paradas.