Aniversario de una institución cultural comprometida

El Ateneu celebra 150 años con la mira puesta en 'Catalunya 2050'

La remodelada biblioteca del Ateneu Barcelonès, ayer por la mañana.

La remodelada biblioteca del Ateneu Barcelonès, ayer por la mañana.

CRISTINA SAVALL
BARCELONA

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Mirar al futuro sin olvidar el pasado. Este es el lema de la renovación emprendida por el Ateneu Barcelonès con motivo de la celebración de sus 150 años de vida, que se remontan al 21 de marzo de 1860 cuando se constituyó el Ateneo Catalán, la génesis de los cimientos ideológicos que personalizan a esta institución que ahora preside el arquitecto Oriol Bohigas.

Con motivo del aniversario, la entidad civil edita libros, activa su presencia en el ciberespacio, entra en las redes sociales Facebook y Twitter para captar socios más jóvenes, busca padrinos para restaurar manuscritos e incunables de su valiosa biblioteca, programa visitas guiadas y organiza un ciclo de conferencias para activar el diálogo sobre el futuro cultural, político, económico y sociológico de Catalunya 2050.

Juan Maria Nin, director general de La Caixa, inaugurará en enero este ciclo en el que también participarán Artur Mas; Anna Cabré, directora del Centre d'Estudis Demogràfics, y el sociólogo Manuel Castells.

«El Ateneu sigue siendo el centro de irradiación de los problemas del país», argumenta Bohigas en el corto documental que se proyectó ayer durante el acto festivo al que asistió el alcalde Jordi Hereu. Bohigas mostraba satisfecho el colorido mural de Alfons Borrell y el espectacular resultado de las últimas remodelaciones arquitectónicas realizadas en la fachada, en la biblioteca, en la salas de actos y en el espacio Verdaguer del Palau Savassona, la residencial sede del Ateneu, en la calle de Canuda. Para Bohigas, la centenaria institución defiende el patrimonio, el estudio y el diálogo: «Si desapareciera el Ateneu perderíamos una de las bibliotecas más importantes, una destacada colección de arte y un gran altavoz para la ciudad de reflexión y de creación de opinión».

Ferran Mascarell, vicepresicente primero del Ateneu, recuerda que hay pocas entidades barcelonesas con un recorrido tan amplio. «En 1860, hacía pocos años que se habían demolido las murallas de una ciudad que se empezaba a extender hacia lo que hoy es el Eixample. Y Darwin acababa de publicar El origen de las especies».

HORIZONTE OPTIMISTA/ El historiador considera al Ateneu «un espíritu» con voluntad de progreso. «Es una institución con futuro», agrega Mascarell, que recuerda que la cifra más alta de socios de toda su historia es la actual: 4.200 inscripciones. Las perspectivas de crecimiento son optimistas. Los nuevos estatutos abren las puertas a que los jóvenes entre 16 y 18 años puedan ser usuarios. Hay otros datos significativos: el 40% de socios son mujeres y los nuevos afiliados han rejuvenecido el parque de socios.

«La casa me gusta. Sensación agradable de tener un refugio», escribió Josep Pla en El quadern gris, tras hacerse socio del Ateneu el 12 de enero de 1919. El escritor era un asiduo tertuliano en una época en la que este centro era un referente social e intelectual. Hoy el Ateneu mira al futuro sin perder de vista las raíces.