La supervisión

La Unesco vigila la Sagrada Família con la tuneladora a solo 70 metros

RAMON COMORERA
BARCELONA

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La ciudad ni se entera porque no hay efectos perceptibles en su piel y continúa la opacidad informativa oficial. Pero la tuneladora que excava el túnel más cuestionado y temido y, a la vez, más defendido y controlado, el del AVE por el Eixample, está ya en el inicio deltramo calientede la Sagrada Família. En su ruta por Mallorca, el topo ha cruzado Lepant y llega al punto donde comienza la pantalla de pilotes hecha para proteger el templo, poco antes de Marina, según fuentes de la obra. Le faltan 70 metros para entrar en la manzana del monumento. En unos días perforará junto a sus cimientos. Siete expertos extranjeros de la Unesco se han instalado desde hace una semana en el templo para seguir, día y noche, los trabajos con una red propia de 20 sensores de alta precisión colocados por el patronato. Su plan es paralelo al de los 173 dispositivos ubicados ya por Adif, responsable del túnel, dentro y fuera del edificio.

Estos técnicos forman los equipos de los doctores alemanes en ingeniería Rolf Katzembach y Wolfram Jäger que trabajan para la Unesco y su ente asesor en conservación de monumentos patrimonio de la humanidad Icomos. Ambos son miembros también del grupo de 21 expertos del Ministerio de Fomento que tutela la ejecución segura del túnel.

Esta supervisión en Barcelona de las obras la decidió el patronato del templo en septiembre por tres razones: el informe de la Unesco de este verano, el retraso del fallo de la Audiencia Nacional sobre el pleito contra el trazado del AVE y el inminente e irreversible paso de la tuneladora.

Los dos ingenieros se han convertido en el único contacto entre el templo y Adif, según aseguraron el pasado viernes tanto el arquitecto director adjunto de la Sagrada Família Jordi Faulí como un portavoz de Adif. Este último se limitó a señalar que «la tuneladora avanza con plena normalidad» y que se informa «en todo momento a la Unesco y a la Audiencia Nacional».

MARGEN DE MOVIMIENTO / Con los dos sistemas de auscultación, que suman 340 elementos incluyendo los 146 pequeños prismas de reflexión de rayos láser de las fachadas y paredes, la obra modernista que inició Antoni Gaudí se ha convertido en un edificio supervigilado. Ante los días decisivos que se avecinan, los expertos de la Unesco, de acuerdo con los técnicos del templo, han propuesto tres márgenes de movimiento del terreno y esperan consensuar con Adif la forma de actuar en cada uno de ellos.

Faulí y el también arquitecto de la Sagrada Família y catedrático de Estructuras de la UPC, Josep Gómez, aluden a tres bandas de hundimiento del suelo: verde hasta tres milímetros (aceptable), amarilla de tres a seis (precaución) y roja de seis a nueve (el topo podría parar). Adif reconoce desde el inicio en la Sagrera de uno a tres milímetros en el centro de Mallorca.