REAJUSTES PRESUPUESTARIOS EN EDUCACIÓN

BCN pierde la escuela de expresión Carme Aymerich

El ayuntamiento cerró ayer el pionero centro de formación corporal de maestros

Alumnos de la escuela Carme Aymerich, ayer, último día de clase.

Alumnos de la escuela Carme Aymerich, ayer, último día de clase.

HELENA LÓPEZ
BARCELONA

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La Escola d'Expressió Carme Aymerich, centro municipal de formación de profesores fundado en 1969, vivió ayer su última clase. La revisión de las prioridades a la que han obligado los reajustes presupuestarios del consistorio se ha llevado por delante un centro pionero en su especialidad, por el que en 42 años de historia han pasado 60.000 personas, y que ha tenido repercusión en el resto de Europa y también en América Latina. Esta decisión, para la que parece que no hay marcha atrás, ha levantado ampollas entre profesores y alumnos, que critican que el ayuntamiento ha procedido al cierre de forma «repentina y silenciosa».

«La escuela Carme Aymerich se ha convertido en un referente de la innovación psicopedagógica en lo corporal, la expresión y la comunicación y ha abierto el camino para que en otros países como Colombia, Venezuela y México se inauguren escuelas y cursos de formación que siguen su línea. La iniciativa es totalmente vigente y no es deficitaria. Sigue despertando interés en el mundo de la educación formal y no formal», afirma el profesor Luis Carbajal, quien encabeza la lucha por intentar salvar la escuela. De momento, han iniciado una recogida de firmas que entregarán al Departament d'Educació.

La concejala del ramo, Montserrat Ballarín, apunta que la situación ha cambiado mucho respecto a 1969. «Es una lástima que la escuela tenga que cerrar. Pero en el momento en el que el presupuesto se restringe hay que tomar decisiones», argumenta la concejala. Y prosigue: «En el momento en el que se creó la escuela era totalmente necesaria. Pero ahora existen muchos otros recursos para formar a los profesionales de la educación, y en una época como la que vivimos no se pueden duplicar servicios. El ámbito no quedará descubierto». En cuanto a la afirmación de los denunciantes de que la escuela «no es deficitaria», Ballarín responde que «están ocupando un espacio municipal cuyo mantenimiento es caro y tienen seis trabajadores municipales trabajando en exclusiva para la escuela. No cubren los gastos en absoluto».

Como es lógico, los contrarios al cierre discrepan de las razones oficiales. Afirman que existen otros centros de formación de profesores, pero no centrados en la expresión corporal. «En este tiempo en el que los chicos continúan pasando más de cinco horas sentados, es más necesario que nunca que cada niño tenga sus espacios para moverse en libertad y los docentes hemos de estar preparados para acompañar ese proceso», reivindica Carbajal.