La ampliación del transporte metropolitano

El Carmel ganará seis plazas sobre las nuevas estaciones de la L-5

RAMON COMORERA
BARCELONA

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Bajo tierra, la perforación del difícil túnel de la L-5 en el Carmel ha concluido y ya se trabaja en la instalación de las vías y en la adecuación de las estaciones. El objetivo es abrir el nuevo tramo Horta-Vall

d’Hebron en septiembre del 2010, según la fecha comprometida días atrás por el titular de Obres Públiques, Joaquim Nadal, cuando presentó en sociedad la galería que debe enterrar la desconfianza en la obra pública engendrada por el hundimiento del 2005. En la superficie pronto empezará la urbanización de los seis espacios públicos que ganarán los tres barrios de la zona encima de las nuevas estaciones. En conjunto serán 10.800 metros cuadrados de pequeñas plazas que mejorarán la tortuosa trama urbana.

Con cuatro millones de euros y seis meses de trabajos contados a partir de principios del 2010, momento en que se adjudicarán las obras licitadas ahora, se cerrarán las heridas causadas en el laberinto de calles y edificios por la excavación del túnel y por las tres nuevas estaciones y sus complejos y distantes accesos: Carmel, Teixonera-Coll y Vall

d’Hebron. Será el plazo justo para que cuando llegue el otoño del 2010, siempre que se cumplan sin problemas las previsiones y los vecinos empiecen ya a utilizar los trenes, también puedan acudir a los espacios públicos recién urbanizados.

MEDIOS MECÁNICOS / La inversión en estas zonas tiene un presupuesto exiguo en comparación con los 300 millones que costará el conjunto de la obra, pero será su remate final a la vista de todos. Los nuevos espacios integrarán las bocas de la red subterránea de enlaces calle-andén. La gran profundidad del túnel y el puzle de edificios y desniveles de la superficie ha obligado a prever la instalación de hasta 78 medios mecánicos entre escaleras (38), ascensores (24) y las novedosas cintas transportadores (16) que facilitarán el paso por los largos recorridos. Todo ello constituirá la mayor concentración de dispositivos similares de la red.

La plaza de Pastrana, entre las calles de Sigüenza, Jadraque, Cifuentes y Lluís Maria Vidal, será, con 3.130 metros cuadrados la más grande de las zonas pendientes de reurbanizar, según el proyecto del arquitecto Manel Sánchez, autor junto con su compañera de estudio Dolors Piulachs de numerosas estaciones del metro. El nuevo diseño suprime la circulación por las calles perimetrales, excepto por la de Sigüenza, y crea un gran espacio peatonal pavimentado, con muchos árboles, dos zonas de juegos infantiles y escaleras, rampas y taludes para salvar el desnivel del terreno. En este conjunto se integrará una de las dos bocas de la parada del Carmel. La otra, sin urbanización específica, estará situada en la calle de Llobregós, junto al mercado del barrio.

GRANDES DESNIVELES / En la complicada estación de Teixonera-Coll se urbanizarán dos espacios situados a gran distancia y correspondientes a otros tantos accesos. El primero, con 1.869 metros cuadrados en fuerte pendiente ubicados en la confluencia de las calles de Batet y Llobregós, constará de una zona pavimentada y una zona verde. Esta tendrá, sin embargo, una plantación provisional a la espera de resolver definitivamente y al margen de las obras del metro, el encaje con las calles de Salze y Mare de Déu del Coll y con el pasaje de Ros.

El segundo espacio, con 2.162 metros cuadrados en dos plazas situadas entre las calles de Sant Crispí, Fastenrath y Arenys, tendrá rampas, escaleras, zona de estar y zona con vegetación. Todo ello también con fuertes desniveles.

Alrededor de la estación intercambiador de Vall d’Hebron (L-5 y L-3), en el cruce del paseo del mismo nombre y la avenida del Jordà, se crearán los tres espacios públicos restantes con escaleras, zonas pavimentadas y grandes jardineras. En el acceso montaña-Besòs se urbanizarán 1.442 metros cuadrados, en el montaña-Llobregat 1.018 y en el lado mar 1.075.