NUEVAS ZONAS AVANZADAS EN LOS SEMÁFOROS

Las motos tendrán preferencia en 36 cruces de la ciudad

Los accidentes disminuirán entre un 12% y un 20%, según el ayuntamiento

Cruce preferencial para motos.

Cruce preferencial para motos.

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL
BARCELONA

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Ser conductor en Barcelona requiere una destreza y unos reflejos extraordinarios. Bicicletas, peatones, taxis, coches, camionetas, autobuses, patinadores, ambulancias y, sobre todo, motos convierten el manejo en un ejercicio de precisión aeronáutica. Semejante galimatías requiere tomar medidas que suavicen el tráfico y pacifiquen la movilidad. ¿El objetivo? Eliminar riesgos y situaciones que puedan derivar en un accidente. Bajo esta premisa, el ayuntamiento presentó ayer la red de zonas avanzadas para motos, una especie de parrilla de salida en los semáforos que se colocará en 36 puntos conflictivos de la ciudad.

La que ayer se estrenó en Gran Via a la altura de Pau Claris provocaba ciertas dudas entre los motoristas. No ayudaba la presencia de dos urbanos, ante los cuales uno siempre tiende a quedarse detrás de la primera línea que encuentra. Mientras, en la acera, el concejal de Movilidad, Francesc Narváez, compartía las bondades del proyecto al tiempo que los periodistas invadían sin querer el carril bici y un turista paseaba con un sombrero mexicano. «La prueba piloto que hemos realizado en tres cruces ha demostrado que los accidentes se reducen entre un 12% y un 20% y que se evita que las motos zigzagueen antes de que se detenga el tráfico y que invadan el paso de peatones», resumió el edil.

ANTES DE NAVIDAD / El consistorio prevé dibujar 12 nuevas áreas avanzadas para motos en los próximos días y otras 24 antes de acabe el año. La mayoría estarán en el Eixample, en especial, en aquellas arterias que concentran mayor densidad de vehículos –como Aragó, Gran Via, Balmes, Diputació y paseo de Gràcia– y la proporción de motos respecto al total de vehículos supera el 25%.

Los motoristas consultados ayer por este diario en el cruce de Gran Via y Pau Claris aplaudían la iniciativa. Uno de ellos, Jorge, aseguraba que situarse delante de los coches te da «mayor capacidad de reacción y evita que te sientas en medio de un sandwich» de vehículos de cuatro ruedas. Belén, harta de «tragar el humo» de los utilitarios, también estaba encantada aunque aprovechaba la ocasión para reclamar «más aparcamiento y menos multas».

No lo veía tan claro un agente de la policía local que ayer patrullaba por el barrio. «Creo que es un peligro. No me gusta porque convierte el semáforo en una especie de parrilla de salida para que las motos salgan disparadas cuando vean el verde», aseguraba. Le respalda la experiencia, ya que muchos accidentes de moto –sobre todo en Balmes, a la altura de General Mitre y Diagonal– se producen porque el piloto da gas a fondo antes de hora.

Otras de las medidas que el ayuntamiento prevé extender es la cámara de control de maniobras erráticas que ya funciona en el cruce de Balmes-Diagonal. El objetivo, según señaló Narváez, es evitar el zigzagueo mientras los coches aún están en movimiento y frenar cualquier conducta que ponga en peligro la seguridad de peatones y conductores. El concejal de Movilidad concluyó que Barcelona, a nivel de motos «es un modelo a seguir a nivel europeo».