REORDENACIÓN URBANÍSTICA DE UN PULMÓN NATURAL DE BARCELONA

El nuevo plan de los Tres Turons salvará del derribo a 464 viviendas

ALBERT OLLÉS
BARCELONA

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Pocas veces el calificativo de histórico se ajusta tanto a la realidad como en el acuerdo político que hizo público ayer el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, para aprobar --tras 30 años de polémica-- la creación del parque de los Tres Turons (el Carmel, la Creueta del Coll y la Rovira). Un corredor natural en medio de uno de los espacios más densamente poblados de la ciudad (entre los distritos de Gràcia y Horta-Guinardó), pendiente de resolución urbanística desde 1976, cuando el Plan General Metropolitano (PGM) condenó al derribo 764 casas por estar en zona verde.

Tras décadas de pugnas políticas y vecinales, el bipartito municipal (PSC e ICV-EUiA) ha logrado el apoyo de ERC (lo que equivale a la mayoría necesaria para aprobar inicialmente el proyecto la semana que viene) a una propuesta que salva 464 casas (el 62% del total) e inicia el proceso de expropiación de las 300 restantes, cuyas familias tendrán el derecho de ser realojadas en pisos nuevos cerca de sus actuales residencias. El acuerdo viene precedido de un largo proceso de discusión con los vecinos, que el área municipal de Urbanismo ha zanjado bajo el criterio de mantener la afectación de las casas de las cotas más altas --donde perjudican especialmente la conservación natural de los Tres Turons-- y desafectando las más cercanas a las zonas urbanas del entorno.

En el primer caso, Barcelona ganará "verde estratégico", como lo definió ayer Hereu. En el segundo, el del suelo que será recalificado como residencial, la modificación del PGM que se aprobará en la comisión plenaria de Urbanismo del 22 de enero plantea que la ciudad recupere las 5,5 hectáreas de parque que pierde a través de tres espacios de titularidad municipal junto a Collserola (en el ámbito del Tibidabo, en Can Bassera y en Mas Sauró), que se calificarán como zona verde.

"Este documento marca por fin unas reglas del juego muy claras y rompe el bloqueo que ha sufrido la zona durante muchos años", dijo ayer el teniente de alcalde de Urbanismo, Ramon García-Bragado. El concejal explicó que la propuesta "delimita los límites del parque y regula la zona que sigue afectada y la que cambia". Para las expropiaciones, que podrán firmarse a partir de otoño de este año, cuando acabe el proceso de tramitación, se han destinado 298 millones de euros.

DERECHO DE TANTEO

Los pisos para realojados se construirán en los bordes del parque --las cotas más bajas-- donde también se concentran las viviendas que se han salvado. Estas últimas contarán también con la seguridad legal de la que hasta ahora carecían para afrontar reformas o mejoras, siguiendo los parámetros de su nueva calificación urbanística.

Como el objetivo del ayuntamiento es ganar todo el espacio verde posible, en unas 30 de estas viviendas tendrá el derecho preferente de tanteo y retracta para adquirirlas, en el caso de que sus propietarios las vendan. Siguiendo la misma filosofía, no se desafectará ninguna parcela donde no había construcciones para evitar nuevas edificaciones en el parque. La gestión urbanística de las zonas urbanas recién consolidadas se iniciará en el 2010 y se ha dividido en seis áreas: Font d'en Fargues, Can Baró, Turó de la Rovira, Carmel, Park Güell y Creueta del Coll.