RESCATE DEL PATRIMONIO HISTÓRICO DE LA CIUDAD

Nou Barris recuperará tres masías y las convertirá en equipamientos

Dos de las masías que el municipio recuperará para uso de los vecinos del distrito Nou Barris, Can Carreres (a la izquierda) y Can Verdaguer, ayer.

Dos de las masías que el municipio recuperará para uso de los vecinos del distrito Nou Barris, Can Carreres (a la izquierda) y Can Verdaguer, ayer.

ROSA MARI SANZ
BARCELONA

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Recuperar la memoria del pasado agrícola de Nou Barris, prácticamente oculto por el desarrollismo de los años 50 y 60 del siglo pasado, cuando tuvo su punto álgido la construcción desordenada de vivienda fruto de la llegada masiva de población obrera inmigrante. Es el impulso que quiere dar el ayuntamiento a este distrito, tras unos años en los que la prioridad en la zona ha sido la conexión entre sus diferentes barrios y con el resto de la ciudad, y que se llevará cabo con la reforma de las tres últimas masías que quedan en desuso y que son de propiedad municipal: Can Verdaguer, Can Valent y Can Carreres. Con esta transformación, que costará ocho millones de euros, el distrito paliará de paso uno de sus déficits, la falta de equipamientos, ya que estas fincas acogerán en el 2011, respectivamente, un centro cívico, una guardería y un espacio para entidades.

Así lo explicaron ayer la concejala de Nou Barris, Carme Andrés, y el alcalde accidental, Ramon García-Bragado, durante una visita a la masía más preciada, Can Verdaguer, la última casa agrícola que estuvo en activo en la ciudad y que fue adquirida por el ayuntamiento a sus propietarios en 1999. Esta finca catalogada de la calle de Piferrer, un edificio de 1.126 metros cuadrados de planta basilical del siglo XVI, se transformará en un centro cívico donde se organizarán actividades asociativas, exposiciones y talleres. Una parte de su jardín, de 680 metros cuadrados, se reservará para usos lúdicos.

REFUGIO DE DROGADICTOS A pocos metros de esta masía se encuentra otra que el municipio rehabilitará: Can Valent, en un solar entre las calles de Llívia y Pintor Alsamora. De esta construcción, quizá la más antigua de todas, explicó Andrés, solo se salvará la fachada principal, ya que se trata de una finca de unos 500 metros cuadrados con una conservación muy deficiente, incluso antes de dejar de ser habitada (hace una década), y tras lo cual se convirtió en refugio de grupos de drogadictos y sufrió constantes actos de vandalismo, incluido un incendio que provocó el hundimiento del techo.

En el 2011, cuando concluya la rehabilitación de esta masia que ahora está tapiada para evitar su ocupación, abrirá reconvertida en una guardería municipal.

REURBANIZACIÓN DEL ENTORNO

El tercer proyecto de este paquete de reformas es Can Carreres, también conocida como Mas Sala, en medio del parque Central de Nou Barris. Se trata de una masía probablemente del siglo XVII que conserva la estructura principal y que en su día fue muy productiva gracias al agua de un manantial cercano que le permitió abastecer algunos mercados de hortalizas. Pese a no estar catalogada, esta masía, que estuvo habitada hasta el 2002 y fue comprada por el ayuntamiento en el 2006, forma parte de la memoria histórica de la ciudad. El municipio ubicará allí un casal para entidades de la zona en una intervención que también supondrá el ajardinamiento de su entorno, de unos 1.000 metros cuadrados.