CONSECUENCIAS DE LA RECESIÓN

Los chiringuitos de la playa de Barcelona, perjudicados por la crisis y el aumento de lateros

Los hosteleros afirman que los vendedores ambulantes ofrecen refrescos ''con todo el descaro y a pocos metros'' de sus locales

EFE
BARCELONA

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El retraso del comienzo de la temporada debido al mal tiempo, la crisis económica y la competencia de los lateros están afectando seriamente a los chiringuitos de las playas urbanas de Barcelona, cuyos representantes han detectado este año un aumento de la venta ilegal de refrescos enlatados a pesar de la presencia policial.

El portavoz de la Asociación de Chiringuitos de Barcelona, Eudald Lligoña, ha explicado que desde el comienzo de la temporada los hosteleros que tienen las concesiones de estos establecimientos han comprobado un aumento --con respecto a veranos pasados-- del número de vendedores que cargados con sus minineveras se dedican a ofrecer latas de bebidas a lo largo de las playas de Barcelona.

"Lo hacen de nuevo con todo el descaro y a pocos metros de los chiringuitos" ha asegurado Lligoña, que ha dicho que los encargados de algunos de estos establecimientos playeros se han llegado a encarar con los lateros con menos "escrúpulos". "No solo no se cortan a la hora de vender las latas, sino que si se les echa en cara que lo que están haciendo es ilegal, algunos incluso contestan con malos modos que tienen derecho y lo siguen haciendo", ha afirmado Lligoña.

Más agentes a pie

Aunque los hosteleros suelen reclamar la presencia de la Guardia Urbana cuando el número y el descaro de los vendedores es más evidente, consideran que la actual presencia de los agentes no es lo suficientemente eficaz, ya que patrullan con motocicleta desde el paseo marítimo, "sin casi tocar la arena". A juicio de Lligoña, hacen falta más agentes que patrullen a pie, ya que, si no, es muy complicado controlar a los lateros, que se escapan cuando ven el uniforme de los agentes acercarse, para seguir con su actividad instantes después.

A la competencia de los lateros, este año, los chiringuitos de Barcelona se tienen que enfrentar también a los efectos de la crisis económica, que ha ocasionado, según el representante de este grupo de hosteleros, que los usuarios y bañistas visiten menos estos bares a pie de playa y prefieran precisamente comprar las bebidas a los vendedores ilegales.

Prolongación de horarios nocturnos

Por otro lado, la Asociación de Chiringuitos mantiene su reivindicación ante el Instituto de Parques y Jardines para que se autorice una prolongación de los horarios nocturnos de estos establecimientos, que han de cerrar a medianoche en el caso de los de la Barceloneta, y una hora más tarde en el resto.

Lligoña ha indicado que a pesar de haber solicitado una reunión con los responsables de Parques y Jardines para exponerles sus planteamientos, y haber presentado 9.000 firmas que apoyan este aumento del horario, no han recibido ninguna contestación del consistorio.

Los chiringuitos de las playas de Barcelona reclaman tener los mismos horarios que el resto de establecimientos de la ciudad, y recuerdan que cuentan con limitadores sonoros para que el ruido no moleste a los vecinos, y que incluso, los de la Barceloneta no tienen música, "por lo que no hay motivo para que al menos no puedan cerrar a la una".