El suave aroma a acomodo de Wilco

La banda de Chicago ofreció en Razzmatazz un concierto solvente que solo cobró vuelo al final

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hubo un tiempo en que Wilco estaba en el camino de reinventar el rock americano, peroSky blue sky,su último disco, detuvo el viaje; quizá para tomar impulso, o bien para disfrutar del paisaje. Ahora, el grupo de Chicago ofrece conciertos impecables, resueltos con credibilidad pero de intensidad intermitente. Como el del jueves en un Razzmatazz hasta arriba, con dos horas de rock artesanal con raíces y puntas que no causaron estragos hasta más allá del ecuador del concierto.

Jeff Tweedy y compañía se abrieron paso con cadencias ralentizadas:Sunken treasure,la visita al nuevo disco deYou are my facey unI am trying to break you heartcon solo de guitarra final envuelto de un caos frugal.Handshake drugsdesplegó un halo mágico,Impossible Germanyfue una loa al poder de la guitarra, con tres ejemplares en escena, ySky blue skyfue la mano que meció la cuna, entre ecos country y unslide guitarcon sabor: las raíces de Wilco, que ahora recupera con un orgullo no compartido por toda su afición.

Pero hablamos de un grupo determinante al que no se le conocen mediocridades. De la parsimonia deOne by one(de suoperación Woody Guthriecon Billy Bragg) a la rockeraToo far apart,Wilco fue el operario fiable que, aun en sus momentos de complacencia, desprende no solo oficio sino destellos de genio. En Razzmatazz, estos se manifestaron en los últimos 45 minutos, con un eufórico rescate deHummingbirdrematado conOn and on and on,de lo mejor de la nueva cosecha.

En los bises, las miradas ya se centraron en el pasado.California stars, War on war, A shot in the arm, Heavy metal drummer... y la sorpresa:Spidersy su textura de rock vanguardista, reflejo de la era en que Wilco se deleitaba experimentando y vulnerando los límites del rock con raíces. Es duro inventar algo cada día.

TEMAS