La desconfianza de la prensa alemana

¿Por qué la prensa alemana se ha mostrado tan hostil con el desembarco catalán? A esa pregunta intentaron contestar ayer, último día de la feria, el historiador Walther E. Bernecker, Peter Kraus (de padre alemán y madre catalana, criado en Barcelona y que actualmente vive en Finlandia) y el salmantino Rafael Sevilla, radicado en Tubinga. Kraus aventuró que a los alemanes el nacionalismo "les irrita especialmente porque tienen un problema con su propia historia que ha provocado una de las más grandes catástrofes humanas, pero con esto cierran la posibilidad de entender que existen nacionalismos más activos y menos reaccionarios".

Sevilla recordó que en el franquismo, los catalanes eran vistos con simpatía por su lucha antifascista. "Hoy ese sentimiento da paso a un estricto interés académico". Bernecker añadió que Fráncfort-2007 debe servir para mostrar que el extremismo nacionalista es una "realidad distorsionada por la prensa alemana".

Por otra parte, la editora de Albert Sanchez Piñol, Isabel Kupski de Fisher, se dolía ayer de las repercusiones negativas que la polémica ha tenido en la venta de las novelas del escritor. La traducción al alemán deLa pell fredavendió 60.000 ejemplares y en cambio la reciente versión dePandora al Congosolo ha alcanzado unos 20.000. "Estoy triste porque en la feria solo debería hablarse de libros y no de la situación política de Catalunya".