Refree, niebla melódica en Vic

El grupo de Raül Fernandez desplegó el pop sensible y decadente de su nuevo disco, 'Els invertebrats', en un dinámico Mercat de Música Viva

JORDI BIANCIOTTO / VIC

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Estreno del cuarto disco de Refree, Els invertebrats, en el Mercat de Vic: sublimación del modelo de canción de Raül Fernandez; quebradizo y desamparado; frágil y decadente sin coartadas. Su pop de autor, perturbado por corrientes subterráneas de jazz, sumió, el viernes por la noche, el Centre Comunitari en un estado de bella depresión anímica; de cuidadoso cataclismo emocional.

Cenas de exalumnos con poco en común, ciudades declinantes, paisajes crepusculares y, en fin, grietas de la condición humana conducen a Refree hacia un descalabro tranquilo, regado con mimo y narrado por la vulnerable voz de Fernandez. Los andamios de jazz se refuerzan, pero se consolida una manera propia de componer, sujeta a la melodía sensible y a un imaginario poético que se recrea en una idea de la decadencia como hecho cotidiano, sin épica. Estrofas tenues como las de La mestressa y Envejece, realzadas, en Vic, por la voz de Silvia Pérez Cruz (Las Migas).

Otras delicias animaron el Mercat, que cierra hoy sus puertas. El brasileño Benjamim Taubkin ofreció un América contemporánea ambicioso, casi una postal turística de gran formato pero resuelta con buenas formas. Repertorios populares de Venezuela y Colombia, destellos de argot jazzístico y guiños al cajón, el instrumento peruano que Paco de Lucía importó desde el flamenco.

El shock del día se llamó Erika Stucky. ¿Cómo describir la propuesta de esta californiano-suiza? Intentémoslo: canto alpino filo-tirolés deconstruido y con un toque de Far West, subrayado por una tuba y un trombón, y decantado hacia historias sobre mujeres abandonadas por sus maridos que, en consecuencia, se colocan una máscara de jirafa y cocinan espagueti. Más ortodoxo fue el paso de Uxía, conductora de un refinado viaje al mundo lusófono con fértil parada en las islas Azores.

Premio a La Troba Kung-Fú

En paralelo, el pabellón del Sucre acogió actividades sectoriales. Como la entrega del premio Puig-Porret del periodismo musical, el mejor dotado de Catalunya (10.000 euros), que, en su 10ª edición, recayó en La Troba Kung-Fú. Los finalistas fueron Gossos (rock), Òscar Briz (canción), Cris Juanico (jazz), Cañizares (flamenco) y Fibla (electrónica).

Y en el off-Mercat, inVICtro sacó pecho con su sexta edición. Entre las actuaciones del viernes, Los Carradine y sus 40 minutos de rock'n'roll miniaturizado, tocado por consignas extemporáneas y orgullosas. La cumbre: Billy Bragg ("que no, que no pasará el gran circo liberal").

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