Sanjosex y Mazoni, 'Empordà power'

Los dos grupos confirmaron en el festival Altaveu que figuran entre lo mejor del nuevo pop catalán

JORDI BIANCIOTTO / SANT BOI DE LLOBREGAT

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Una ventisca atramuntanada tomó, el sábado por la noche, la última jornada del Festival Altaveu-07. Sanjosex y Mazoni, orgullosos ampurdaneses de La Bisbal, pasaron por Cal Ninyo dando alimento y argumentos a quienes sostienen que el pop en catalán vive uno de sus mejores momentos de creatividad. Aunque no llene el Sant Jordi como en 1991.

Sanjosex, es decir, Carles Sanjosé, es el trovador sensible de raíz sátira que, en su segundo disco, Temps i rellotge, ahonda en un imaginario poético más delicado; casando la filigrana melódica, subrayada por una guitarra sobrina de Toti Soler, con el texto afilado y de insinuante caligrafía. Los puntos de luz en Sant Boi fueron continuos: las loas a las parcelas de libertad individual de Córrer y Coses meves, los desvíos sentimentales de Perdó y Temps o rellotge; la denuncia paisajística filo-ecologista de Baix Ter Montgrí...

Suyas son algunas de las mejores canciones compuestas en Catalunya en lo que va de año, que defiende con una actitud vocal casual, de sobremesa tranquila. Se echó en falta Les mitgeres al descobert, delicioso dardo antibarcelonés, pero el balance fue rotundo: un artista con ideas, instinto y lenguaje propio.

También lo es Jaume Pla, ideólogo de Mazoni, que subió la tensión de la noche con un plus de madera rockera e inflexiones temperamentales que aquí revisan al Dylan eléctrico y allá beben del vandalismo de The Who. O de Paul Weller, a quien versionó con Broken stones. Pla empuñó canciones vigorosas, con pliegues interiores, como Jeroglífics (de su reciente Si els dits fossin xilòfons), y compaginó estrofas fulminantes (No tinc temps) con giros de una rara sensibilidad: Se'm moren les plantes, sobre unos andamios de bossanova reciclada, fue otra carta ganadora.

Y, sobrevolando Cal Ninyo, la sombra del tótem Bob Dylan, con un Maggie's farm un poco desquiciado, convertido en La granja de la Paula, y un bis de aires fraternales, que reunió sobre el escenario a Pla y Sanjosé entorno a All along the watchtower. Poder ampurdanés en la torre del vigía. Triunfo sin discusión.

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