Una niña muere al ceder el patio que soportaba su piscina de lona

MAYKA NAVARRO / DAVID PLACER / BARCELONA

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Dolors, de seis años, murió ayer cuando jugaba en una piscina instalada en el patio trasero de su casa, que cedió por el peso del agua, y que provocó la caída de un muro. La pequeña jugaba con un hermano y otros dos vecinos menores, que resultaron heridos leves. La piscina se hundió a una altura de tres metros pero fue el muro que cayó posteriormente el que impactó sobre el cuerpo de la niña. Los gritos desesperados de la madre se escucharon en toda la montaña de Torre Baró.

El accidente ocurrió minutos después de las cinco de la tarde en una vivienda del número 52 de la calle del Castell d'Argençola. Los cuatro pequeños, de 6, 8 y 10 años, jugaban en el interior de la piscina de lona. La casa, de dos pisos y construcción precaria, como muchas de la zona, de hace más de treinta años, tenía un patio trasero levantado sobre un forjado de vigas de hormigón.

La estructura era tan débil y estaba tan deteriorada que bastó el peso del agua --en la piscina podrían haberse acumulado más de 1.000 litros-- para que una de las vigas de hormigón cedió. La fuerte tormenta caída el domingo por la noche pudo colaborar también a que cediera la estructura. El suelo, construido con una sencilla capa de cemento por encima, se vino abajo.

DESNIVEL DE TRES METROS

El forjado de hormigón de la parte trasera de la casa servía para salvar un desnivel de unos tres metros del terreno empinado de la montaña de Torre Baró. Al venirse abajo el suelo, la rotura arrastró consigo una de las paredes de obra de la misma terraza.

Los niños sufrieron contusiones y heridas leves en la caída, pero fue el muro de obra el que provocó la muerte inmediata de la pequeña.

Hasta el lugar del accidente se trasladaron ambulancias del 061, patrullas de la Guardia Urbana, los Mossos d'Esquadra y los Bomberos de Barcelona. La madre de la pequeña, viuda hace seis años y de 38, tuvo que ser atendida con una crisis de ansiedad y desmayos.

Las ambulancias trasladaron a los otros tres niños hasta la Vall d'Hebron para que les realizaran pruebas que confirmaran que no sufrían lesiones internas, aunque los servicios de emergencias explicaron que los otros pequeños lo que sufrían era un gran "susto y shock emocional".

SEGUNDO VERANO DE LA ALBERCA

Los mismos interlocutores destacaron la precariedad de la terraza. La casa, de dos plantas, pertenece al grupo de edificaciones que se construyeron en los años sesenta. Este era el segundo verano que la mujer instalaba la piscina para sus tres hijos y algunos vecinos del barrio, que se unían a los primeros en los juegos.

No existe ninguna normativa que regule la instalación de piscinas en terrazas ni en patios interiores. La única norma que hay está dirigida a las piscinas de obra. De todas maneras, sí hay una ordenanza municipal que regula y limita el peso máximo que se puede acumular en un terrado. Una norma pensada para la acumulación de obra en los terrados, pero que no se suele aplicar a los kilos de agua que puede soportar una piscina doméstica.