Los Planetas hacen historia con su psicodelia de esencias flamencas

NANDO CRUZ / BARCELONA

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Es el disco más importante de la carrera de Los Planetas. Será, posiblemente, el disco nacional más elogiado del 2007. Y es, desde hoy, una obra clave en la historia del rock español. Editado esta semana, el esperado séptimo disco de Los Planetas ha trascendido el ámbito del rock alternativo ya desde su título, La leyenda del espacio, que hace un guiño al clásico La leyenda del tiempo, de Camarón de la Isla. Es la única broma de un proyecto tan ambicioso como meditado: acercar el rock psicodélico al sentir flamenco. Los granadinos ya habían tanteado esa vía en alguna canción de discos precedentes. Sin embargo, ahora asumen el reto con todas las de la ley: armando melodías sobre compases de palos flamencos y tomando versos del cancionero popular. Así suenan sus 13 nuevas canciones:

'LA CANCIÓN DEL BUTE'. "Me estoy quedando sin fuerzas / Solo espero ya la muerte". Son los primeros versos de un inicio apoteósico y oscuro. Un lamento psicodélico, enloquecido de tristeza, que, inspirado en los tientos flamencos, acongoja al oyente y lo sitúa en una posición más expectante que cualquier obra precedente. Esto va a ir muy en serio.

'SI ESTABA LOCO POR TI'. Titulada inicialmente Verdiales (otro palo flamenco), mantiene el tono herido y ensordecedor del corte anterior. Tanto las rimas (de origen popular) como los quejíos borrosos de Jota, el cantante, refuerzan la sensación de que la inmersión flamenca es total.

'REUNIÓN EN LA CUMBRE'. Éxito inminente. Los Planetas más directos y efectivos. Un juego de acordes en espiral creciente, una de sus piezas más redondas y vibrantes, otro ataque a los que dirigen nuestras vidas. "Se ha reunido el comité de empresa / Y han decidido que se acabó la fiesta / O estás de nuestra parte / O vete preparando las maletas".

'LA VERDULERA'. Otra pieza cuya letra no está acreditada al grupo sino al cancionero popular flamenco. Son unas mirabrás vestidas con una psicodelia más luminosa y chispeante. Algo no acaba de encajar.

'YA NO ME ASOMO A LA REJA'. Apareció en internet hace un año como Fandangos. Entronca con su vertiente más atmosférica y narcótica. Más de seis minutos envolventes y emotivos del disco que culminan en uno de característicos crescendos épicos del guitarrista Florent.

'NEGRAS LAS INTENCIONES'. Más acusaciones, más versos amargos. En la línea de Devuélveme la pasta y Una muerte lenta y dolorosa (del Grupo de Expertos Solynieve), pero ahora sobre el patrón rítmico de unos soleares ralentizados hasta transformarse en una vengativa saeta psicodélica. "No sé qué será peor / Volver de nuevo contigo / O arrancarme los ojos".

'SI ME DISTE LA ESPALDA'. "Algunas cosas nunca cambian / Y otras tienen que cambiar / Para hacernos sitio / Que podamos respirar", dice. Pero es un respiro que nos devuelve a Los Planetas más contundentes y eléctricos. La batería de Erik Jiménez marca un ritmo firme sobre el que crece otra canción de despecho.

'DESEANDO UNA COSA'. Los teclados de Banin cobran protagonismo y sale el mismo sol que ilumina algunas canciones de Stereolab. Transmite cierto aire optimista y positivo, pero uno ya no sabe qué pensar cuando Jota canta: "Cuando estés rodeado por el enemigo / Cuando nadie te llame / Cuenta conmigo".

'ENTRE LAS FLORES DEL CAMPO'. Flamenquísima canción de amor perdido con estructura de caracoles. Esta dedicada a "la única chica que me quería", dice Jota. "El día que ella nació nacieron todas las amapolas", aclara y desde que le olvidó, la busca "entre las flores del campo".

'LA QUE VIVE EN LA CARRERA'. La más explícitamente flamenca del lote porque su ritmo de granaínas es muy marcado y ágil. Hasta se pueden dar palmas sobre ella. Jota grita y Florent lo caracolea con la guitarra. Es tan flamenco-rock que igual no se atreven a tocarla en directo.

'ALEGRÍAS DEL INCENDIO'. Es su primer sencillo y fue el más vendido en España en su semana de edición. Y no porque las teles hayan emitido sin cesar su erótico videoclip. Recuerda a Los Planetas de Super 8.

'SOL Y SOMBRA'. Hay un atisbo de esperanza en la resistencia. Pero Jota ya había advertido de que este disco hablaría de cómo el hecho de trabajar en condiciones adversas vuelve al artista arisco, duro y oscuro. Y así suena su séptimo disco.

'TENDRÁ QUE HABER UN CAMINO'. Dedicada al disc jockey Sideral, la canta Enrique Morente. Los Planetas buscan consejo en la voz del maestro y tienden un puente hacia otro disco fundamental en el acercamiento entre rock y flamenco como fue aquel Omega, grabado por Morente con Lagartija Nick en 1996.