La ley del cine entra en vía muerta por los desacuerdos

El Gobierno mantiene el diálogo pero reconoce que es difícil llegar a un pacto

MERCEDES JANSA / MADRID

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El tiempo previsto por el Gobierno para aprobar el proyecto de ley del cine se echa encima y la posibilidad de acuerdo se aleja. El Consejo de Ministro no pudo enviar ayer el texto a estudio del Consejo de Estado, previo a su aprobación definitiva, en vista de que los sectores afectados han mantenido sus posiciones iniciales con más virulencia. A las críticas de las televisiones privadas y los exhibidores se han sumado ahora los actores y el sector de la animación, que quieren ser tenidos en cuenta por el Ejecutivo.

La fecha de finales de abril que planteaba el Gobierno para iniciar el trámite parlamentario del proyecto ha saltado por los aires, por lo que pende de un hilo la promesa electoral del presidente Zapatero. La vicepresidenta De la Vega aseguró ayer que el Ejecutivo "seguirá trabajando en busca del mayor consenso posible" pero también reconoció que "los intereses no siempre coinciden y además son contrapuestos".

LAS TELES, IMPRESCINDIBLES

La asociación de las televisiones privadas, UTECA, celebró estas palabras y se manifestó de nuevo abierta al diálogo. Sin embargo, siguen defendiendo a ultranza que se retire la obligatoriedad de invertir el 5% en producción cinematográfica. Para el Gobierno, que cuenta con el apoyo de un sector tan importante como el de los productores, es imprescindible que los operadores de televisión privadas cedan. Sin ellos, "no habrá ley", dijeron fuentes del Ejecutivo.

También la Federación de Cines (FECE) considera que el texto presentado por Cultura les deja en "absoluta desprotección". Y a estas críticas se sumaron los actores agrupados en AISGE, entidad de gestión que agrupa a unos 6.500 porque "ningunea a la profesión" y la federación de animación que ha pedido reunirse con la número dos del Gobierno.

La vaselina empleada por la vicepresidenta el lunes cuando debatió el anteproyecto con los sectores profesionales no sirvió para nada cuando la ministra Carmen Calvo anunció el martes que había un acuerdo cerrado, ante la sorpresa de UTECA y la FECE, que solo admitieron que la partida estaba "en tablas". El PP se suma a la traca afirmando que "ni siquiera" la intervención de De la Vega "ha podido reducir la frivolidad y el favoritismo de la ministra".