Koldo Serra: Un debut con Gary Oldman

MERCEDES JANSA / MADRID

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Nació en Bilbao en 1975

Estudió Bellas Artes, en la especialidad de audiovisual

Hoy estrena su primer largometraje, 'Bosque de sombras'

El éxito que tuvo su cortometrajeEl tren de la brujale puso encima de la mesa cinco millones de euros y un reparto estelar e internacional, con Gary Oldman, Aitana Sánchez-Gijón y Lluís Homar, entre otros. Bien mezclado, el cóctel se titulaBosque de sombras, el primer largometraje de este bilbaíno bajito con un cerebro en permanente ebullición.

Koldo Serra forma parte de un grupo de nuevos realizadores que se han mostrado rompedores en el mundo del corto y que, en el plazo de un año, han debutado o están a punto de debutar con sus óperas primas. Es el caso de Nacho Vigalondo, que compitió por el Oscar el año pasado, y de Borja Cobeaga, que lo hace este año conÉramos pocos.

"Hay un nivelón, ambos son impecables". Serra glosa el trabajo de sus amigos y socios, porque todos disfrutan del manto protector de Iker Monfort, productor y verdadero padrino de este grupo en el que todos son vascos. La experiencia, en el caso de Serra, es sentirse de verdad director y descubrir que "esto es una profesión".

Le gusta el cine de la década en que nació, la de los 70, y su estética. "No soporto las películas de ahora que utilizan tres o cuatro formas de expresión para decirle al espectador que el móvil no funciona, que se oyen ruidos y que va a pasar algo. Y pasa. Desde que hay GPS los personajes ya no se pierden por el monte y no hay suspense", explica con mucho sentido del humor y muy gráficamente.

Quizá por eso ha decidido poner al ya de por sí inquietante Gary Oldman en un ambiente tenso y angustioso para este filme que él define como "wéstern rural" y donde hay "dos tipos con escopetas, persecuciones, el bosque y poco diálogo".

Pero que nadie espere concesiones a la galería (léase taquilla), porque Koldo Serra es uno de esos seguidores fieles al festival de cine fantástico de Sitges y quiere que los espectadores de sus películas sientan exactamente lo mismo que él. "Me encantaría que la gente saliera mal del cine", explica con cierta risilla pícara. "Yo no hago concesiones ni para un final feliz. En los peores momentos todos sacamos lo peor de nosotros mismos. Y la verdad, es que no soy un fan de la comedia".