María Dolores Pradera: "Antes, las modas duraban más"

La cantante presenta en el Palau de la Música el disco 'Al cabo del tiempo'

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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La Navidad barcelonesa ya no sería lo que es sin un recital de María Dolores Pradera en el Palau de la Música. Una vez más (ya van ocho), el Festival del Mil.lenni la acoge hoy, a las 21.30 horas, para que aporte un poco de color latinoamericano, nostalgia por tiempos pasados y distinción interpretativa. Esta vez, alternando su repertorio de siempre, coronado con La flor de la canela, con las composiciones, no menos clásicas, de su nuevo disco, Al cabo del tiempo, que ha grabado con el grupo canario Los Sabandeños.

Entre las piezas incluidas figuran iconos como Perfidia, Quizás, quizás, quizás y Ansiedad. "Son canciones antiguas, de los años 50, de unos tiempos en que las cosas no pasaban de moda, porque las modas duraban mucho", explica María Dolores Pradera, por vía telefónica, en referencia a este disco en el que se ha reencontrado con un grupo que conoció personalmente hace más de tres décadas y con el que había actuado "solo en privado".

En el Palau actuará con sus músicos de siempre, pero la cantante proyecta realizar una gira con Los Sabandeños, a partir de febrero. "Aunque veremos cómo lo hacemos, porque ellos son muchos, 30 en total", se pregunta la intérprete.

La voz de la cantante y actriz madrileña suena jovial y dinámica, quizá contagiada de ese "rejuvenecimiento del público", que advierte desde hace unos años. Ironiza con sus propias explicaciones ("le estoy dando la lata, ¿verdad?") y con la evolución del show business, que ella vive en primera persona desde hace cinco décadas. "En otros tiempos había artistas latinoamericanos como Atahualpa Yupanqui y Mercedes Sosa, que se escuchaban mucho en España. Ahora es distinto: cantantes como Shakira se dirigen a un público muy joven. Imagínese si yo me pusiera a bailar como ella, cómo quedaría...," apunta entre risas.

PROYECTOS PENDIENTES

En las notas de Al cabo del tiempo señala que este sería un "buen broche" a su carrera en el caso de que no publicase más discos. Nada más lejos de sus intenciones: Pradera tiene, al menos, dos proyectos pendientes. Uno, una antología de duetos ("sería un disco muy bonito y sin tener que trabajar demasiado", bromea) y el otro, una grabación con composiciones de artistas contemporáneos. "Se titularía Mis chicos predilectos, y habría canciones de Serrat, Julio Iglesias... y ese otro catalán, Lluís Llach". El problema es la coyuntura industrial. "Hace años que se lo propongo a la compañía discográfica, pero no me hacen caso. Antes estas cosas eran más fáciles. Ahora cuesta más que te hagan caso", lamenta la intérprete.

Al cabo del tiempo incluye una adaptación de El lagarto está llorando, con texto de Federico García Lorca y música de Paco Ibáñez, cantautor que intervino en su último recital en el Palau, hace un año. "Somos amigos desde que él vivía en París", explica Pradera, que graba sus discos al viejo estilo, como lo ha hecho toda la vida. "Canto con todos los músicos tocando en directo y, luego, eso sirve de guía", señala esta artista de 82 años sin intención de jubilarse. "Seguiré haciendo giras, aunque más dosificadas", anuncia.