El Club Natació Barcelona inicia el centenario

JOAN CARLES ARMENGOL / BARCELONA

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Hace 99 años, Bernat Picornell y un grupo de 15 entusiastas amigos fundaron un club pionero que pretendía demostrar los beneficios que la cultura física podía aportar a la sociedad catalana. No fue la única entidad deportiva creada por Picornell, un precursor, pero sí la que ha trascendido a lo largo de los años, hasta el punto de que ayer el Club Natació Barcelona dio el pistoletazo de salida a los actos del centenario.

El tradicionalSopar dels vells, que cada año sirve para librar las insignias de plata, oro y brillantes a los miembros más veteranos del club, se abrió ayer a todos los socios para dar la salida a un año de celebraciones de un club troncal en la historia deportiva de la ciudad.

UN BUEN MOMENTO Y

es que son ya casi 100 años --se cumplirán precisamente el 10 de noviembre del 2007-- de presencia continuada junto al mar de la Barceloneta, superando dificultades y épocas de mayor o menor respuesta popular, de mayores o menores (casi siempre mayores) dificultades económicas. Pero la celebración del centenario coincide con un buen momento del Natació, que disfruta de una próspera y feliz entrada en su segundo siglo de vida.

"Hace unos años, el club vivió una gran transformación con la construcción de nuevas instalaciones, que supuso un verdadero salto al siglo XXI", asegura Sebastià Millans, el dinámico presidente de la entidad, que está a punto de cumplir 80 años. "Pero no nos podemos detener aquí, no podemos quedarnos parados. Debemos seguir adelante y mejorar las instalaciones", añade Millans, uno de los artífices de la modernización del club nacido y crecido en la playa del muelle de Llevant, aunque siempre se ha nutrido principalmente de asociados de toda la ciudad de Barcelona.

DE CARA AL MAR

En estos 99 años de vida, elNataha pasado de sus 16 socios fundadores a los actuales 8.900 abonados, de los 12.000 metros cuadrados de que disponía ya en los años 20 a los 24.000 actuales y de su humilde, aunque pionera, piscina cubierta de agua salada de 33 metros a tener unas instalaciones de última generación, incluida la piscina de 50 metros que ya estuvo lista para acoger los Mundiales de waterpolo del 2003.

Y todo ello, siempre, de cara al mar, de esa playa abierta, pero con acceso particular, que ahora se ve un poco amenazada por la construcción de un gran hotel, en forma de vela, al lado de las instalaciones, y con los nuevos espigones que pueden abortar la práctica del surf.

Para celebrar su capacidad de supervivencia y su voluntad de pervivir, el club que estuvo en la base de la fundación del Comité Olímpico Español en 1920 (necesario para que el equipo de waterpolo participara en los Juegos de Amberes) y de las federaciones catalanas y españolas de natación ha dispuesto un amplio programa de actos que culminará con un concierto en el Palau de la Música el 16 de diciembre del 2007.

Antes, el próximo mes de diciembre, acogerá el Campeonato de España de natación en piscina de 25 metros y, como cada día de Navidad, organizará la Copa Nadal. La recuperación de viejas modalidades de natación y waterpolo que recuerdan el espíritu pionero del club también formarán parte del amplio programa de celebraciones.

"Cuando a finales de los años 80 me enseñaron los proyectos que tenían previstos para modernizar el club, pensé para mí que estabansomniant truites. Pero salieron adelante y hay que felicitarles por dos cosas, por el centenario y por el milagro de convertir este viejo club en un club del siglo XXI", asegura el expresidente del Comité Olímpico Internacional y socio número 81 delNata, Juan Antonio Samaranch.