El cuchillo homicida en el crimen de las fiestas de Gràcia no conserva huellas porque fue mal custodiado

AGÈNCIES / BARCELONA

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El cuchillo desollador con el que fue asesinado el okupa Roger Albert durante las fiestas de Gràcia de Barcelona no conserva ninguna huella dactilar, dado que no fue debidamente "custodiado" como prueba, según ha asegurado un agente de la brigada científica de la Policía Nacional.

El agente, que no recibió el arma para analizarla hasta cinco meses después del crimen, ha declarado como testigo en el juicio contra Aitor D. y Emilio C., los dos supuestos cabezas rapadas acusados del asesinato de la víctima el 15 de agosto del 2004, durante las fiestas de este barrio barcelonés.

Arma característica

El agente ha explicado que cuando aplicó el reactivo al arma blanca, que le fue entregada en el interior de un sobre de papel cerrado, no pudo extraer ninguna huella dactilar, porque "o la habían limpiado o la habían utilizado varias personas".

Tras atribuir la ausencia de rastros dactilares a una "mala custodia" del arma, el policía ha apuntado que el cuchillo podría haber pasado por muchas manos, porque al tratarse de un arma tan "característica", que solo puede comprarse en tiendas especializadas en caza, "todo el mundo quiere tocarla".

En opinión del policía nacional, también ha podido influir en la falta de huellas dactilares el hecho de que el mango del cuchillo es de madera, "que absorbe el sudor", de manera que, según ha dicho, los reactivos "no actúan".

El arma fue encontraba bajo una rejilla de la Rambla del Prat de Gràcia después de que Aitor D., el presunto autor material del crimen, acabara confesando a la policía que había participado en una reyerta para "defenderse" de unos okupas y que en su huida había tirado un cuchillo que llevaba en la mano, según ha relatado hoy el policía nacional que lo arrestó.

Versiones contradictorias

En la cuarta jornada del juicio han testificado también dos agentes de la guardia urbana, los primeros policías que llegaron al lugar donde Roger Albert cayó herido después de que dos amigas de los acusados les alertaran de que se estaba produciendo una pelea entre okupas y skins.

Los urbanos han contado que, mientras se acercaban con el coche patrulla, una vez la víctima había sido agredida, acertaron a ver que ambos grupos intercambiaban insultos y se arrojaban objetos, aunque sin llegar a golpearse.

Los acusados mantienen que fueron perseguidos y atacados por un grupo de más de 20 okupas, pero los vecinos y transeúntes que declararon ayer como testigos aseguraron que las agresiones solo procedían del grupo de skins.