Eastwood seduce con su película sobre Iwo Jima

La crítica alaba 'Banderas de nuestros padres', filme que rememora la famosa batalla

NOELIA SASTRE / NOVA YORK

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El libro sobre la batalla de Iwo Jima que James Bradley y Ron Powers publicaron en el 2001 lleva 14 semanas en la lista de los más vendidos. La obra se titula Flags of our fathers y cuenta una historia tan poderosa que Clint Eastwood decidió llevarla al cine. ¿El resultado? Una película de 131 minutos que ha resucitado el interés por la segunda guerra mundial tanto en EEUU, donde se estrenó el 20 de octubre y es la cuarta película más vista en el país, como en Japón, donde abrió como la segunda más vista. En España se estrenará el próximo 17 de noviembre con el título de Banderas de nuestros padres.

Eastwood se asoció con Steven Spielberg, seleccionó a un puñado de jóvenes actores, a un guionista de lujo --Paul Haggis, director de Crash--, y rodó en EEUU, Iwo Jima e Islandia esta cinta alabada por la crítica como una de las mejores del año en la antesala de los Oscar.

"Parece imposible ofrecer algo nuevo sobre la segunda guerra mundial que los votantes de la Academia de Hollywood no hayan revisado y digerido muchas veces. Y aquí está el título de Eastwood, que a sus 76 años propone una nueva perspectiva sobre la contienda y los hombres que lucharon en ella", dice The New York Times.

LA IMAGEN DE LA BANDERA

Banderas de nuestros padres recoge el momento en el que un grupo de soldados clavaron la bandera americana en Iwo Jima. El padre de James Bradley, John, apodado Doc e interpretado por Ryan Phillippe, fue uno de los seis hombres que hicieron ondear las barras y estrellas en el punto más alto de la isla. Era la quinta jornada de la ofensiva americana que se alargaría durante un mes.

Aquel instante fue inmortalizado por el fotógrafo Joe Rosenthal y aprovechado por el Gobierno estadounidense, que preparó un triunfal regreso para los tres supervivientes: Doc, Ira Hayes (Adam Beach, en la pantalla) y Rene Gagnon (interpretado por Jesse Bradford).

Eastwood tenía 14 años en 1945. Los suficientes como para recordar que la famosa imagen de Rosenthal se convirtió en símbolo de la victoria y el heroísmo de los marines. Después se supo que la foto no contaba toda la verdad: la bandera ya había sido colocada en el monte Suribachi unas horas antes y aquella no hacía más que sustituirla para la foto. Según algunos, un mando militar quiso quedarse con la original como recuerdo. Otros aseguran que la primera era demasiado pequeña.

El filme expone la sangrienta lucha por la isla y cómo los tres supervivientes sabían que su heroísmo era fruto de la casualidad. Estaban en el sitio justo en el momento adecuado. Pero mientras Gagnon capitalizó su buena suerte y Doc se dejó llevar, Hayes, consumido por la culpa, se dio a la bebida. Los otros tres soldados que aparecen en la foto murieron en Iwo Jima.

A esta nueva apuesta de Eastwood, que regresa tras la cámara después de los Oscar de Million dollar baby en el 2004 (mejor película, director, actriz y actor secundario), le seguirá el año que viene su siguiente entrega sobre la guerra que dividió el mundo en el siglo XX. La ha titulado Cartas desde Iwo Jima para dar voz a los soldados nipones y cuenta con Ken Watanabe en el papel del general japonés que defendió la isla. Eastwood la rodó en seis semanas después de editar Banderas de nuestros padres.

"La forma en que filma una película me recuerda a su pasión por el jazz", apunta Phillippe. "De alguna forma se trata de improvisar. Hay algo muy musical en su trabajo". Eastwood suele conseguir lo que quiere en una o dos tomas. "Le gusta que confiemos en nuestro instinto y cuando pedimos más órdenes responde: 'Ya hemos llegado hasta aquí. No lo arruinemos pensando'", explican Pepper y Bradford.

"Eastwood ha cuestionado el heroísmo desde que Sergio Leone hizo de él una estrella. Este es el filme de un hombre viejo en el mejor sentido, con todo el peso de la experiencia", escribe el crítico Tom Charity. "Una poderosa exploración del heroísmo", añade Variety.