Marc Recha indaga en la figura de Ramon Barnils

'Dies d'agost' abre la sección Catalan Focus del festival de Sitges

CRISTINA SAVALL / SITGES

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Marc Recha se encerró en la habitación de un céntrico hotel de Barcelona para escribir el guión de la película que seguiría a Les mans buides. Bajó a comer y, cuando volvió, presenció cómo un ladrón se escapaba con su ordenador en brazos por la puerta del ascensor. Corrió tras él, pero no pudo alcanzarlo. Terminó resfriado, en cama y con fiebre del disgusto de haber perdido todo el texto. Al cabo de unos días, el máster de creación documental de la Pompeu Fabra le propuso dirigir una película que girara en torno al profesor y periodista Ramon Barnils. Solo una condición: tenía que rodar sin guión, sin páginas ni ideas preconcebidas que delimitaran su capacidad creativa.

La vida, a veces, te da pistas certeras sobre el destino. Ese fue el caso de Marc Recha. El director de Pau i el seu germà y L'arbre de les cireres aceptó el reto de trabajar sin red y se entregó a un largo proceso creativo del que ha surgido una película profunda, sincera, compleja, personal e intimista. Dies d'agost inauguró ayer la sección Catalan Focus del encuentro de cine de Sitges, después de recorrer los festivales de Locarno, Toronto, San Sebastián y Nueva York.

Antes del rodaje, el primer paso fue contactar con personas cercanas a Barnils. "No eran entrevistas, sino conversaciones", explica Recha, que todavía conserva las cintas de esos encuentros con Juan Marsé, Quim Monzó, Joan de Sagarra y Toni Miserachs. "Sus palabras eran como una música que se repetía en mi cabeza". Pasaron días de reflexión, hasta que el cineasta decidió buscar localizaciones en los agrestes paisajes de la Llitera y la Noguera, comarcas cercanas al pueblo donde nació la madre del periodista fallecido hace cinco años. "En el pantano de Santa Anna, de repente, tuve clara toda la película".

UNA 'ROAD MOVIE'

Ese día comenzó con su hermano David --coprotagonista del filme-- un periplo geográfico que recala en tierras del Delta de l'Ebre. Y es que Dies d'agost es una road-movie en toda regla, el relato del viajero que persigue algo ajeno cuando en el fondo se busca a sí mismo. Recha, consciente de esa implicación personal, traspasa la barrera de la cámara y aparece en escena para retratar en primera persona la sensación de vacío que deja la pérdida de un ser querido.

Dies d'agost se adentra en una época muy especial, que muchos han querido olvidar. "Barnils pertenece a un tiempo en que era posible el cambio. La mecanización llegó al campo, las ciudades se transformaron y las comunicaciones revolucionaron todo". También habla del saqueo que sufre el paisaje cuando el hombre irrumpe con sus centrales nucleares y vías de tren.

"En el fondo, es una reflexión sobre la dificultad de crear", asegura el director, que compara su entrega a esta película con la obra emprendida por Xavier Pla cuando en 1997 escribió Josep Pla, ficció autobiogràfica i veritat literària"Hablaba de las cosas vividas, pero el personaje siempre era él". Su hermano David agrega que el personaje que proyecta en la película se acerca "bastante" a su manera de ser. "Fue intenso, aunque trabajar sin pautas marcadas genera mucha angustia". La película no transmite esa sensación.