EN L'HOSPITALET

La juventud de cine de La Florida

El Festival Internacional de Cortos Filmserè, organizado por alumnos del instituto de La Florida, proyecta montajes de primer nivel en el barrio

Estudiantes del centro son los encargados de absolutamente todo: desde redactar las bases hasta buscar el jurado, organizar la promoción y reservar las salas

Alumnos del IES Fontseré en L'Escac.

Alumnos del IES Fontseré en L'Escac. / ANNA MAS

Helena López

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En el palmarés de la anterior edición, una película francesa (Mejor Cortometraje según el Jurado Vecinas), una turca (Mejor Cortometraje según el Jurado Joven), y dos españolas (Mejor Cortometraje y Dirección y Mejor Cortometraje Social). Lo de llamarse Festival Internacional de Cortos no es ningún farol; es sencillamente descriptivo. El Festival Internacional de Cortos Filmserè, organizado por alumnos de cuarto de ESO del instituto Eduard Fontserè, junto a los bloques La Florida, en L'Hospitalet de Llobregat, es ya una cita obligada tanto para creadores como para los vecinos del barrio, y ahí reside uno de sus muchos encantos, que le han hecho merecedor del Premio a la Solidaridad y los Derechos Humanos de la Red Estatal de Aprendizaje-Servicio 2020.

El aprendizaje-servicio (Aps) es una fórmula en la que el aprendizaje no se queda en el instituto, sino que sale a la calle en forma de servicio comunitario que normalmente ofrecen los alumnos de tercero y cuarto de ESO. Una fórmula por la que el Fontserè lleva apostando desde hace años. "Nuestros alumnos viven en pisos de menos de 40 metros cuadrados. La situación social y económica impacta en los niños y el instituto no es una burbuja, nos debemos a nuestro entorno. Por eso fuimos un centro pionero en Catalunya en el desarrollo de ApS. Aquí somos inclusivos, e inclusivos quiere decir que no separamos a buenos de malos, a conflictivos de no conflictivos, a recién llegados de los nacidos en el barrio....". Presenta el centro Josep Maria Almacellas, su entregado director, quien subraya la importancia de fomentar el trabajo colaborativo en un contexto como el suyo. "Cuando tienes que buscarte la vida tiendes a ser muy individualista, porque solo dependes de ti, eres un superviviente. Por eso nuestro objetivo es demostrar que puedes ser superviviente trabajando en equipo, trabajando por el bien común", prosigue el docente.

Pan y rosas

Los primeros Aps, siguiendo esa lógica de que el instituto se debía al barrio, empezaron en 2007. Un año después, con el estallido de la gran crisis, hicieron un Aps que se llamaba 'Fem fora la fam'. Pero querían ir más allá de lo estrictamente asistencial. Querían introducir la cultura -por aquello del pan, pero también las rosas- y así fue cómo nacieron, entre otros proyectos, el premiado Filmserè. "Entendemos la cultura y el arte como motores de transformación social", destaca convencido Almacellas.

En 2018, con esa mirada y objetivo, crearon el Aps 'Somni', una compañía de teatro que ganó el premio Baldiri Reixac, y, en colaboración con la mítica sala Salamandra, el Aps Rock in, donde en lugar de tocar la flauta, tocaban la batería o la guitarra (instrumentos que los alumnos del Fontserè no suelen tener la oportunidad de aprender a tocar fuera del centro). Y, por último, en la misma línea, crearon el Filmserè: optativa de cuarto de ESO en la que los alumnos aprenden a organizar un festival internacional de cine y espacio que sirve para que los chicos conozcan los oficios del cine (en colaboración con la ESCAC). "Aprenden desde técnicas cinematográficas hasta la gestión de un festival internacional: relaciones públicas, comunicación, la burocracia de reservar las salas, buscar el jurado..., además de ofrecer al territorio un servicio cultural de primer orden, ya que los cortos se pasan en el barrio", expone el director. En la primera edición hicieron cuatro proyecciones, en la biblioteca y en el Centro Municipal Ana Díaz Rico, en los bloques.

Repercusión pública

Desde allí trabaja en el Laboratori Editorial de LaFundició Francisco Rubio, quien destaca que algo muy interesante del Filmserè es precisamente la oportunidad que ofrece a los chavales de tomar el protagonismo y organizarse para hacer algo que tiene una repercusión pública, en el barrio y más allá. "Creo que eso los 'desinfantiliza', y hay mucho de eso [de infantilización] en el trato con los jóvenes, cosa que les desempodera mucho", reflexiona Rubio.

La exitosa primera edición del festival fue en 2019 y tuvieron claro que repetirían. Iniciaron la segunda edición con toda la ilusión del mundo y llegó la pandemia. Pero estaban tan convencidos de que querían seguir adelante que lo hicieron. Buscaron aliados y los encontraron en la tele de L'Hospitalet, alianza que les permitió no solo llegar a todo el barrio, sino a toda la ciudad, con la ayuda, también, de la web de L'H digital.

Este 2021 preparan la tercera edición consolidando la alianza, el nivel, la ilusión y las ganas de futuro.

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