Impulso al desarrollo

La Unión Europea ha reconocido el perfil de nuestra institución como agente territorial público de primer orden», ha anunciado el vicepresidente del Área Internacional y Cooperación del AMB, Alfred Bosch. Y es que por primera vez en la historia, el Área Metropolitana de Barcelona ha acordado un convenio de colaboración con la Generalitat de Catalunya para ejecutar una serie de proyectos financiados con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Se trata de una partida de 60 millones de euros sufragados al 50% por el FEDER y el otro 50% proveniente del capital del propio AMB, programado para el período presupuestario 2014-2020. «Con lo cual, sólo podremos iniciar los proyectos hasta el 2020 -matiza Bosch- pero podremos terminar de ejecutarlos hasta el 2023». Cabe destacar que este nuevo convenio se destinará a actuaciones metropolitanas fuera de Barcelona porque la capital catalana ya recibe fondos europeos gestionados por la Generalitat. «El FEDER ayudará a dar más dimensión a nuestros proyectos», explica Xavier Tiana, responsable de Relaciones Internacionales del AMB, el órgano metropolitano encargado de la interlocución con la Generalitat de Catalunya y la Unión Europea.

«Hemos sido merecedores del FEDER porque en nuestro Plan de Actuación Metropolitano (PAM) establecemos unas líneas de actuación que coinciden con los ejes prioritarios de estos fondos europeos», aclara el vicepresidente del Área Internacional y Cooperación. Éstas áreas clave son: mejorar del uso y la calidad de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC); favorecer el paso a una economía baja en carbono; y conservar y proteger el medioambiente.

Nuevas tecnologías

El AMB quiere ejecutar una serie de proyectos destinados a las TIC y financiados con 5.2 millones de euros. Estas nuevas acciones se vincularán a la plataforma Smart, que ya funciona actualmente en la gestión de redes de parques y de playas metropolitanas, así como en la promoción de áreas de actividad económica.

«El FEDER nos permitirá ampliar la plataforma Smart - explica Bosch - e incorporar nuevas aplicaciones como un sistema de quejas y sugerimientos online o información municipal adicional sobre residuos y transportes». El objetivo es constituir una gran plataforma tecnológica compartida con los ayuntamientos metropolitanos que los ciudadanos también podrán utilizar para crear sus propios proyectos, herramientas y apps.

El AMB también prevé un despliegue de servicios para garantizar la mejora y el acceso a las tecnologías digitales y, de esta forma, tratar de aplacar la brecha digital. Ello se debe a que en la actualidad existe una doble desigualdad por diferencias intergeneracionales y por una falta de acceso a la tecnología por parte de ciudadanos con menos recursos.

En este sentido, el AMB ha firmado un convenio pionero con la fundación Citilab de Cornellà, que ha creado un espacio gratuito donde los emprendedores pueden utilizar la tecnología que ofrece el centro. Ya que, si esta incubadora de startups funciona, podría replicarse territorialmente a otros ayuntamientos.

Reducción del carbono

Para aumentar la eficiencia energética de edificios públicos y privados, el AMB destinará un total de 29,6 millones de euros. «Queremos reducir la huella de carbono del territorio mejorando la eficiencia energética, por ejemplo, del parque de viviendas existente, y de la iluminación de vías como las rondas de Barcelona, entre otros», ejemplifica Bosch.

Otra gran línea de actuación es la política metropolitana de movilidad sostenible, que invertirá en la adquisición de vehículos híbridos y eléctricos para la flota de transporte y en la construcción de nuevas vías para las bicicletas y programas de sensibilización contra la contaminación atmosférica.

Cuidado medioambiental

«Preservar el medioambiente forma parte del Plan de Actuación Metropolitano, para el cual destinaremos 25.2 millones de euros», explica el vicepresidente del Área Internacional y Cooperación. Se trata de crear proyectos destinados a la conservación, protección, fomento y desarrollo de los sistemas naturales, espacios al aire libre, parques periurbanos, playas y espacios fluviales. «Concretamente, los espacios fluviales del Besòs y el Llobregat - matiza Bosch - donde hemos previsto una serie de actuaciones de mantenimiento e inversiones de recuperación ecológica». Todo ello, respetando la doble vertiente funcional y social. «Por ejemplo, construiremos caminos para los transeúntes que, al mismo tiempo, ejerzan de corredores verdes y de sistemas de aislamiento para proteger estas zonas naturales», comenta Tiana.

Otro objetivo será mejorar la integración de las infraestructuras que ya existen en el medio natural, interviniendo en el paisaje para ocultar líneas eléctricas, entre otras iniciativas.