En beneficio de todos

La política de solidaridad del AMB nace del convencimiento que, tanto las sociedades del sur como la nuestra, tenemos agendas compartidas basadas en el hecho que fenómenos como la desigualdad, la exclusión y la vulnerabilidad de los colectivos más desfavorecidos son desequilibrios provocados por una  globalización económica desgobernada que nos afecta a todos. En este contexto el AMB ha mantenido el compromiso con la solidaridad internacional y el bienestar de los más desatendidos en un periodo de crisis, tanto económica como de valores.

Durante estos cuatro años hemos trabajado por un modelo de cooperación catalán, municipalista, concertado y metropolitano. Por eso hemos priorizado coordinar y complementar las acciones del AMB con el conjunto de actores catalanes, especialmente en el ámbito municipal, ofreciéndonos como agente facilitador o impulsor.

El Plan Director que impulsa el Consell de Cooperació del AMB es fruto del amplio consenso, con un esfuerzo de concentración y definición de prioridades en  ámbitos en los que el AMB tiene atributos. La colaboración de todos hace posible que nuestros proyectos estén orientados a las necesidades de nuestros socios del sur y bien anclados en nuestras capacidades.

Los resultados han sido buenos para todos. La cooperación genera la posibilidad de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos del AMB como es el caso de la creación de una cooperativa de recolectores en Barcelona o la incorporación del conocimiento de los técnicos que han participado.