Andà p'allá, bobo

Tenga o no 1.200 certificados, ¿quién puede fiarse ahora del Barça?

Este artículo ha sido objeto del derecho de rectificación por parte del FC Barcelona

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas / ·

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Sé que igual me meto en un lío, pero lo voy a escribir. Alguien puede explicarme cómo es posible que, 72 horas después de que un organismo, pagando, claro, concediese al FCBarcelona dos certificaciones (ISO y UNE, se llaman), con las que acreditan que el club cumple su compromiso con la implantación de una cultura ética y de control en la gestión, la UEFA, el máximo organismo futbolístico europeo, sancione al club con una multa de 15 millones de euros que pueden convertirse en 60 vistos los antecedentes y le amenace con apartarlo de la Champions si se mantiene igual de travieso durante los próximos años, después de hacer múltiples trampas contables con palancas diversas.

Mientras el presidente Joan Laporta y la vicepresidenta Elena Fort se fotografiaban ufanos y orgullosos con ambos certificados, los contables de la entidad, pasados ya cinco días del cierre del ejercicio 2024/25, siguen sin enseñar los números de la pasada temporada que, dicen, no verán la luz hasta la asamblea de octubre. No sé, la verdad, que cultura ética y de control en la gestión es esa.

No sé qué cultura ética y de control de la gestión ha merecido semejantes certificados cuando Laporta y su directiva llevan cuatro años y cuatro meses al frente del Barça y todavía no tienen ‘fair play’ financiero, siguen teniendo que hacer trampitas para sobrevivir a todo lo que se proponen, han aplazado la deuda (¡que pague el que venga luego!) hasta ¡el 2050! y, encima, se hacen los ofendidos porque un futbolista se niega a esperar un nuevo milagro, tipo ayuda gubernamental, para poder ser inscrito.

Joan Laporta y Elena Fort, con las dos certificaciones de AENOR.

Joan Laporta y Elena Fort, con las dos certificaciones de AENOR. / FCBARCELONA

Es posible, no lo dudo, que los parámetros que manejamos los mundanos sean muy distintos a los que manejan las altas instancias de los negocios, las empresas y las finanzas. Uno no solo puede, debe, extrañarse por esta doble certificación a alguien que ha tolerado y aceptado, con el visto bueno de ese magnífico y ecuánime ‘compliance’ (amigo íntimo del presidente), un supuesto préstamo de 350.000 euros de un proveedor del club (ISL) para que los directivos pudiesen hacer frente a los intereses del aval bancario, del mismo modo que podríamos recordar cómo se comportó (y ya se ha arrepentido) el último auditor, Grant Thornton, en el cierre de la última auditoría.

Ahora, los ojos están sobre los nuevos auditores, Crowe, para ver sí reconoce o no los nuevos palcos VIP’S como válidos y, también, tambien, para comprobar cómo interpretan la multa de 60 millones de euros que le acaba de imponer la UEFA al club, que, de momento, solo de momento, significan ¡ya! 15 millones de euros. Más deuda. ¿Provisionarán esos 60 millones o mirarán hacia otro lado?

Posean o no todos los certificados del mundo mundial, discutan o no con los auditores viejos y nuevos, lo cierto es que las cuentas del Barça siguen sin aparecer y, fruto de ese caos, es el desplante que acaba de protagonizar Nico Williams y extraño, muy extraño, que Joan García firmase como si fuera a ser inscrito ya mismo.

Hubo un 'viernes negro', muy negro: Nico Williams le dice 'no' al Barça; la UEFA sanciona al club azulgrana con 60 millones de euros y ya se sabe que a la (virtual) inauguración del Spotify Camp Nou no podrán ir los 60.000 espectadores que dijeron que irían.

Es posible, muy probable y en eso se basa la altanería con la que Joan Laporta maneja el club (“solo yo sé cómo se gestiona el Barça, no necesito a ningún Director General, gerente ni director financiero para ello”), que en Nueva York y Kuala Lumpur, ya ni les cuento en Tokio y Melbourne, el Barça siga siendo de los clubs más creíbles y prestigiosos del mundo.

De eso, no tengo duda alguna, pero por aquí cerquita hay gente que lo duda y, desde luego, son muchos los futbolistas, representantes y clubs que empiezan a pensar que el Barça no es un buen negocio, no es un club serio, creíble, por más certificados que posea. UEFA y LaLiga no piensan lo mismo.

La reputación se refiere a la opinión o consideración que se tiene de alguien o algo, especialmente en términos de su prestigio o estima dentro de un grupo social. Es la percepción que otros tienen de una persona, empresa, institución o marca. Mal asunto en cuanto a lo que hace referencia al Barça actual que, en el mismo día, sumó el desplante de una de las máximas estrellas del fútbol español, la multa de 60 millones de la UEFA por irregularidades contables y la bajada, de 60.000 a 35.000, del número de espectadores que podrán acudir, si es que pueden, a la inauguración del Spotify Camp Nou, otra demostración, por cierto, de que el club cumple (a su manera) con la cultura ética y el control de gestión.

Joan Laporta y su equipo habitual apostó por un planteamiento populista y propagandístico con la complicidad de un puñado, o dos, de periodistas, que, ahora, empiezan a arrepentirse de todas las mentiras que se creyeron. La credibilidad y reputación del Barça empieza a estar en entredicho.

Podemos hablar, también, del daño reputacional que el Barça, no sé si en NY o en Tokio, pero sí en Barcelona, Tarragona, Lleida, Girona, Madrid y toda Europa, está sufriendo en estos momentos. El daño reputacional se refiere al impacto negativo en la percepción y la imagen de una persona, organización o marca, debido a acciones o eventos perjudiciales.

¿Hablamos de credibilidad, la que ha perdido el club ante futbolistas, agentes e, incluso, otros clubs? Credibilidad: calidad o cualidad de creíble. Fama o reputación que tiene una persona o un medio de comunicación, con respecto a las cosas que cuenta y su veracidad u objetividad.

Hace, sí, cuatro años y cuatro meses que Joan Laporta y los suyos escogieron para gobernar una gestión populista y propagandística. Lo que se denominó como “pit i collons”. Muchos les compraron el relato y, ahora, se han quedado con el culo al aire y hasta pedido disculpas a sus lectores, aunque me temo que volverán a creerles.

Joan Laporta y Ali Al Saidi, ministro de Inversiones de Libia.

Joan Laporta y Ali Al Saidi, ministro de Inversiones de Libia. / FCBARCELONA

Es posible que, a partir del ridículo del ‘caso Nico Williams’, la reputación, la credibilidad, de Laporta y sus filtradores baje unos cuantos enteros, pero ellos saben cómo dar de comer a los medios y siempre habrá quien se los vuelva a creer.

Les voy a contar, finalmente, algo que pueden tomárselo, claro que sí, como una anécdota, por supuesto. A los 30 minutos de conocerse que Nico Williams acababa de renovar con el Athletic, un miembro importante del consistorio municipal barcelonés, que nada tiene que ver con el deporte, me envió un audio sorprendido por la noticia.

“Pero, bueno, Emilio, ¿Nico no estaba firmado, pagado y fichado? ¿cómo es posible que el asunto haya acabado así?” Mi respuesta, que hubiese sido la suya ¿verdad?, fue demasiado fácil: “Pues, mira, vosotros tenéis un ejemplo demasiado cerca como para no entender cómo funciona el Barça de Laporta. Con el fichaje de Nico Williams ha pasado lo mismo que está ocurriendo (no fui capaz de decirle “que os está ocurriendo”) con la inauguración del Sportify Camp Nou: el Barça ya ha dicho que día volverá y vosotros aún no le habéis concedido los permisos; así funciona Laporta, amigo, no sé de qué te extrañas”.

PD. ¿Quieren conocer la última gran idea (temeraria) de Joan Laporta para aumentar los ingresos? El Barça acaba de firmar un partido amistoso y la creación de una academia de fútbol en Libia. Curioso ¿no?, sobre todo porque el ministerio de Asuntos Exteriores español desaconseja que los españoles viajen a Libia. Son unos cracks, en serio.

Derecho de Rectificación del F.C.Barcelona

L'actual Director de Compliment Normatiu del FC Barcelona no ocupava aquest càrrec a l'hivern de 2021, moment en què la societat ISL va realitzar un préstec de caràcter privat i personal a diversos membres de la Junta Directiva.

A l'abril de 2024, diversos socis del FC Barcelona van plantejar, a través del Canal Ètic, dubtes sobre la licitud d'aquesta operació. En resposta, el Director de Compliment Normatiu va dur a terme una anàlisi rigorosa, concloent que no s'havia produït cap incompliment normatiu. Aquesta revisió no només es va centrar en la normativa interna del Club, sinó que va incloure l'estudi comparat de la normativa de diverses desenes de les principals empreses de l'Estat, sense que en cap cas s'identifiqués una prohibició aplicable a una operació d'aquesta naturalesa, donada l'absència de perjudici per al Club, la inexistència de benefici personal o avantatge econòmic en la contractació d'un préstec, i el context de la relació amb ISL, soci de negoci, que no proveïdor, del FC Barcelona des de l'any 2015.

L'actuació de l'Àrea de Compliment Normatiu en aquest assumpte es va caracteritzar per la màxima transparència. Es van mantenir reunions personals amb prop d'una desena de socis que, de manera individual o en grup, van manifestar el seu interès per aquest tema, al juny de 2024.

Suscríbete para seguir leyendo