LA DESPEDIDA DE BUSQUETS, ALBA Y EL ESTADI

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Busquets manteado al finalizar el partido contra el Mallorca

Busquets manteado al finalizar el partido contra el Mallorca / Sport/Valentí Enrich

Albert Guasch

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Hace 66 años que la obra del arquitecto Francesc Mitjans acogió la primera función futbolística, un Barça contra la selección de Polonia que acabó 4-2. Un estadio que desde entonces ha ejercido de escenario para el entretenimiento de muchas generaciones, ha inspirado infinidad de sueños infantiles, ha servido de pegamento para el vínculo entre padres e hijos, ha creado y reforzado amistades y ha hecho a muchas personas sentirse muy vivas. El Camp Nou ha servido de musa para tratados sociológico-deportivos que ahondan en todo ello. 

Sobre todo, el Camp Nou ha visto desfilar un sinfín de futbolistas desde 1957: fueras de serie, buenísimos y mediocres. También unos cuantos paquetes, que sus emociones han despertado. Y partidos para olvidar y para recordar. El de este domingo ante el Mallorca corresponde al de los segundos, de los que entran en los anales de la historia. No en vano fue con el que se dijo adiós a la obra de Mitjans a la espera de regresar de la mano de los amigos de Limak.

 Los jugadores del FC Barcelona Sergio Busquets y Jordi Alba al término del encuentro ante el Mallorca en el Camp Nou.

 Los jugadores del FC Barcelona Sergio Busquets y Jordi Alba al término del encuentro ante el Mallorca en el Camp Nou. / EFE/ALBERTO ESTÉVEZ

Fue un hasta luego digno en lo futbolístico (3-0) y palpitante en lo ambiental. Las gradas se poblaron de seguidores que respondieron a la llamada del club de vestirse de azulgrana. Hubo una banda sonora para la ocasión con voluntad de tocar la fibra. Una escenografía de fiesta con picos folclóricos. Y discursos que parecían convocar una tenue melancolía, en particular en el momento de decir adiós a dos gigantes que han vestido la camiseta barcelonista, Sergio Busquets y Jordi Alba, convincentes con el balón en las botas y apañados ayer con el micrófono en la mano.

Entusiasmo por bandera

“Ha sido un orgullo vestir esta camiseta. Hoy profesionalmente ha sido el día más feliz de mi vida y me quiero acordar de una persona especial que me fichó en el 2012: Tito Vilanova”, dijo tras el partido Alba, que había sido sustituido a falta de 11 minutos. En cuanto vio el número 18, le brotaron las lágrimas. Y se abrazó a todos. Y el Camp Nou coreó su nombre como nunca antes lo había hecho. 

“Desde pequeño soñaba poder jugar algún día en este estadio al que hoy le damos un punto y aparte. El sentimiento de ser del mejor club del mundo no me lo quitará nunca nadie“, proclamó Busquets, más entero, sonriente, disfrutando de cada momento de su despedida. En ambos casos, la efervescente masa social se puso en pie para celebrar dos carreras tremendas. Este es un Camp Nou acrítico que ha levantado la bandera del entusiasmo. Este domingo lo hizo por una buena causa. A saber cómo será en Montjuïc.

 El lateral del FC Barcelona Jordi Alba es manteado por el resto de la plantilla al término del encuentro ante el Mallorca que ha puesto el punto final a su trayectoria como azulgrana

 El lateral del FC Barcelona Jordi Alba es manteado por el resto de la plantilla al término del encuentro ante el Mallorca que ha puesto el punto final a su trayectoria como azulgrana / EFE/Alberto Estévez

La melancolía apareció en la ceremonia de clausura y, como en los últimos tiempos, con el canto en favor de Leo Messi en el minuto 10. El cariño y la incertidumbre institucional o la obscenidad salarial. Un dilema complejo que aún no puede contemplar el rosarino si el Barça no le hace llegar una oferta seria. De momento, este domingo ya pisó Montjuïc, pero no para jugar sino para el cuarto y último concierto de Coldplay en la ciudad. 

Goles de futuro

No hicieron un partido inolvidable ni Alba ni Busquets. Correctos. Demasiado plácida la cita ante el Mallorca como para requerir de sobresfuerzos. Sobresalió, en cambio, Ansu Fati, quién sabe si también disputó su último encuentro escuchando el aliento de la ‘gent’ azulgrana. Siempre se recordará que Eulogio Martínez marcó el primer tanto de la historia del Camp Nou y que Ansu Fati hizo dos el último día pero el colofón correspondió a Gavi. Un mensaje de futuro.

Confetis y fuegos artificiales remataron la fiesta previa a las excavadoras. Viene un año y medio durillo de ladrillo. Un año y medio, con suerte.