¿Qué pensarán los 'pericos' de este Barça perdedor?

Lo dijo Jordi Cruyff al acabar el encuentro del José Zorilla donde el Barça campeón encajó su segunda derrota consecutiva ante un equipo que estaba en descenso, el Valladolid: “Este es uno de esos partidos que no quieres jugar y no hemos estado en el partido”.

Eso es, posiblemente, lo que se temía la afición 'perica', cuyo equipo pelea, entre otros, con el Valladolid para salvarse del descenso a Segunda. Eso es, posiblemente, lo que reclamaba una parte de los culés al acabar la fiesta del Camp Nou, que se dejasen ganar en Zorrilla. Eso es, posiblemente, lo que intuían muchos españolistas, que no confiaban en que el Barça campeón ejerciese de tal y hundiese un poco más al Valladolid.

Los había, claro, que confiaban en la profesionalidad de los azulgranas. Por ejemplo, Luis García, el técnico blanquiazul: “Siempre confío en los profesionales. No conozco a nadie que no salga a competir, ganar y dar el máximo”. Más o menos, sí, lo mismo que dijo Xavi Hernández en la previa: “Nosotros siempre salimos a ganar”.

Autogol para empezar

Y, al minuto y 33 segundos, Christensen abrió el marcador de un cabezazo impecable ¡al minuto y 33 segundos!....a favor del Valladolid. Es decir, en propia puerta. Miau. Y 18 minutos después, Eric García cometió un penalti de juvenil, innecesario, tonto, muy tonto y contribuyó a que el Valladolid, que había encajado cinco derrotas consecutivas, sacase la cabeza del descenso y mantuviese al Espanyol abajo, de donde no saldrá ni siquiera ganando al Atlético, que quiere asegurarse hoy la segunda plaza de LaLiga.

Es evidente que los ‘pericos’ que se fueron a dormir anoche maldiciendo el papel que los culés hicieron en Zorrilla tendrán sus sospechas, pero este Barça, el de los minutos de la basura, el de las rotaciones, las mismas que sirven para demostrar, tal vez, que esta plantilla no es (aún) de nivel europeo, ni de broma, ha bajado los brazos al conseguir la Liga y todos sus futbolistas, menos Ter Stegen, que será Zamora, y Lewandowski, que persigue el Pichichi, están ya de vacaciones, soñando con los selfies que nos enviarán, pronto, desde Hawai.

No es culpa del Barça, todo lo contrario, poder escoger los partidos que juega a tope y los que no. Es más, anoche mismo, Xavi gritó un “¡hasta aquí, ya vale!”, mostrándose muy enojado por la manera de perder ante la Real y el Valladolid. “Ante el Mallorca, en último partido en el Camp Nou, en la despedida de Sergio Busquets, debemos volver a ser el Barça campeón”, sentenció el ‘míster’ culé. Insisto: ahora escogerán jugar a tope.

"¡Hasta aquí, ya vale! Ante el Mallorca, en la despedida del Camp Nou y Busquets, debemos volver a ser el Barça campeón"

— Xavi Hernández / Entrenador del FCBarcelona

Y es que Xavi y los suyos, le duela a quien le duela, se han ganado poder hacer lo que les de la gana, una vez conquistado el título. Si el Espanyol desciende, deben pensar los culés, no será por culpa de que el Barça perdiese anoche en Zorilla.

Ganó el Valladolid porque era el único equipo del campo que necesitaba ganar. Ganó el Valladolid porque, como está escrito en las escaleras que conducen al césped de Zorilla, era escudo, historia, lucha, sentimiento, entrega, orgullo, gloria, victoria y afición.

Todos los ‘pericos’ tienen derecho a pensar lo que quieran, incluso que este mismo partido, en la tercera jornada de Liga, no acaba 3-1. Pero el Espanyol tiene ¡51 puntos menos que el Barça! y ha ganado solo 8 de los 35 partidos que ha jugado. Se ha ganado sufrir y no depender de sí mismo. Culpar al Barça, ahora, no tiene sentido.

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