Vergonzosa invasión de campo de aficionados radicales del Espanyol cuando el Barça festejaba su Liga

Estaba el Barça celebrando la Liga. Estaba el Barça celebrando el título cuando, de repente, centenares de aficionados del Espanyol invadieron el césped buscando a los jugadores y técnicos azulgranas. Iban con sillas, vallas, objetos de todo tipo… Pero Araujo se percató al instante de que algo podría suceder nada más acabar el partido en esa sardana gigante. Se deslazaron las manos al instante porque temieron por su integridad.

Salieron a correr camino del túnel de vestuarios mientras la seguridad privada formaba una frontera para evitar que se colaran. Pero algunos casi lo lograron, mientras los Mossos D’Esquadra hacían un tapón y un pasillo para que todos los jugadores del Barça llegaran sanos al vestuario.

El árbitro no recogió los incidentes en el acta

Una actitud intolerable de ese sector de la afición del Espanyol, que se resistía a abandonar el césped. Ni siquiera la intervención de los miembros de seguridad le hacían volver a su lugar en el estadio. Un estadio que había ido abandonando el perico después de encajar un 0-3 en apenas 40 minutos de juego.

De Burgos Bengoetxea, el colegiado del derbi, no recogió en su acta arbitral los incidentes que sucedieron al final del partido cuando el Barça ya estaba celebrando el título.

Aparecieron todos esos aficionados (algunos iban encapuchados incluso) del sector donde habita la Curva, la afición más radical del Espanyol. Se vivieron momento de muchísima tensión. Hasta en dos ocasiones, y en catalán, se escuchó por la megafonía del RCDE Stadium el mismo mensaje. "Abandonen el campo porque si no la policía hará uso de la fuerza", reclamó el club blanquiazul intentando apaciguar ese clima de nerviosismo que se había instalado en el campo.

"No lo he visto, ya estaba dentro. Creía que era el momento de hacerlo dentro. Es normal que lo quisiéramos celebrar porque estábamos haciéndolo de un trabajo que empezamos en julio. No hay que buscar más polémica"

— Xavi, técnico del Barça

"Me han comentado que había un pequeño lio. Pensé que era el momento en el que teníamos que entrar dentro, no estábamos en nuestra casa. Era muy difícil no celebrar. Lo celebrábabamos en cualquier campo no porque fuera el del Espanyol. He entendido que era el momento de celebrarlo dentro", ha argumentado Xavi.

Busquets: "Se han pasado de la raya"

"No lo he visto, ya estaba dentro. Creía que era el momento de hacerlo dentro. Es normal que lo quisiéramos celebrar porque estábamos haciéndolo de un trabajo que empezamos en julio. No hay que buscar más polémica", ha reconocido el técnico. "He sentido felicidad y satisfacción por el trabajo bien hecho", ha apuntado luego Xavi, mientras Busquets, como capitán del Barça, expresaba su malestar por lo sucedido.

"El calendario ha querido que fuera aquí, pero es un derbi y siempre es caliente. Pero han cruzado la raya al final. Es una pena, pero es el fútbol, es la vida", ha sentenciado el centrocampista azulgrana.

El Espanyol pide "disculpas"

"Esto es algo que no puede ocurrir, la violencia se debe condenar siempre", ha asegurado Luis García, el entrenador del Espanyol, lamentando que las medidas adoptadas por el club no hayan podido frenar la invasión. "Queremos pedir disculpas por estos hechos, no es la imagen del Espanyol", ha confesado Mao Ye, el CEO del equipo perico. "No representan a este club, haremos todo lo posible para erradicar estos hechos y que no vuelva a pasar".