El problema, Xavi, es haber prometido el 'sextete'

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

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Emilio Pérez de Rozas

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Uno de los tipos más ricos del planeta y, por tanto, uno de los tipos más pillos de la Tierra (y a las pruebas me remito), es Warren Buffett, que frente a los emprendedores, atrevidos y lanzados del mundo de los negocios, aquellos que creen haber descubierto la pólvora antes que la rueda, lanzó una de las frases más míticas y legendarias que flotan sobre el parquet de la Bolsa: “Solo cuando baja la marea, se sabe quién nadaba desnudo”.

Mientras el club paseaba a su vicepresidente económico Eduard Romeu por los medios de comunicación amigos para calmar a las fieras y asegurar que todo está bajo control y que la economía del Barça va como un tiro contra los que piensan que se han disparado un tiro en el pie, mientras Joan Laporta animaba a los peñistas, pese a estar peleado con la agrupación de peñas, asegurándoles que ya son campeones y que el ‘mès que un club’ siempre será de los socios, aunque muchos sospechen que ya es de JP Morgan y Goldman Sachs, Marc Ciria i Roig escribía un twitter demoledor: “Los gastos no salariales se han incrementado de 164 a 231 millones de euros, el incremento más grande de la historia del Barça; los salarios no deportivos se han incrementado de 39 a 48 millones de euros, con todos los problemas financieros por resolver; y se han incrementado los gastos “no deportivos” en 76 millones de euros”.

Apuesta muy atrevida

El otro día hable con alguien que pronto será presidente del Barça. Perdón, perdón, al que le encantaría ser presidente del Barça y (casi) lo merece. Y me dijo que no se había presentado antes por dos razones. Una, porque la deuda asustaba a sus familias, sobre todo teniendo en cuenta que, en aquel momento, debían avalar con su patrimonio y, dos, “porque nosotros, en campaña, no hubiésemos engañado a nadie y hubiéramos explicado la verdad: que el club estaba para pocos gastos, para muchos ahorros, para pasar la travesía del desierto con honradez, cautela e inteligencia, pidiendo al socio que esperase tiempos mejores para soñar, que antes había que salvar el club. Y, claro, hubiéramos perdido”.

No ha sido hoy, no, la conferencia de prensa de Xavi Hernández la de un triunfador horas antes de lograr la mayor conquista de su corta carrera como entrenador, el título de Liga, “la rehostia”, según el ‘míster’ catalán. ¿Por qué?, porque, al bajar la marea, hemos visto quien estaba desnudo. Más Laporta que Xavi, aunque el técnico le apoyo en todo, al decir, incluso, que no quería ganar en el Bernabéu de cualquier manera, prometieron el ‘sextete’. Es más, prometieron volver a los tiempos del pasado eufórico y, al final, serán campeones ¡y grandes campeones, que caray!, con un montón de 1-0 y 0-1, con la mejor defensa de Europa y aprovechándose del peor Real Madrid (liguero) de las últimas décadas.

Xavi, enfadado durante el Barça-Osasuna en el Camp Nou.

Xavi, enfadado durante el Barça-Osasuna en el Camp Nou. / Jordi Cotrina

El Barça, pues, se dispone a celebrar un título enorme, inmenso, en una temporada plagada, salpicada, de auténticos escándalos, en la que se llegó a celebrar la concesión de un préstamo engañoso, donde, de pronto, todos descubrieron que faltaba, no uno, sino hasta dos Palaus. Donde el ‘caso Negreira’ puede apartarlos de la Champions, pues todos sabemos que la invitación que ha llegado al club para la temporada 2023-24 es una formalidad y aún puede ser retirada. Donde un montón de ejecutivos y hasta el Director de Fútbol, ¡que ya es!, han decidido abandonar el barco antes de hora.

Insisto, el título de Liga es maravilloso y puede que a miles de culés les compense, pero lo cierto es que el Barça se encuentra inmerso en una situación tan, tan, tan delicada, que tras haberle prometido el ‘sextete’ (y hasta la renovación de Leo Messi “con un asadito”), a muchos les sabrá a poco. Y no lo es, no, “es la rehostia”.

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