La marcha de Mateu Alemany: Laporta pierde a sus pilares uno tras otro

La inesperada salida de Mateu Alemany, comunicada apenas media hora después de dejar casi sentenciada la Liga ante el Osasuna, deja al FC Barcelona en una situación delicada de cara al crucial mercado de verano que se avecina. El director de fútbol era (aún es) un hombre de absoluta confianza de Joan Laporta, quien nunca se ha cansado de alabar su trabajo en los despachos en un contexto de máximas estrecheces económicas. Alemany es un experto con experiencia en el oficio de negociar con los codiciosos agentes de los futbolistas y con los clubs, y en el Barcelona aprendió, o ha estado aprendiendo, a encajar en un excel todos las nóminas de los jugadores para contener la masa salarial, algo en lo que no ha acabado de salir airoso.

Se va el 30 de junio un director deportivo con un balance imperfecto en cuanto a rendimiento de las incorporaciones, de carácter temperamental, que ha sido fundamental para la empresa familiar de Laporta. El problema para el presidente es que no es el único de su entorno cercano que ha acabado por saltar del barco antes de tiempo. Y cuando se habla de entorno cercano cabe precisar que se trata de pilares en el funcionamiento de la entidad.

1.Jaume Giró. Debía ser vicepresidente económico del Barça

(Dimitió el 13 marzo 2021)

Joan Laporta se quedó sin uno de los pesos pesados de su candidatura, el que iba a ser el vicepresidente económico del Barça, antes siquiera de tomar posesión la nueva junta. Giró era el hombre que debía gestionar las cuentas de una entidad con una deuda desbocada. Luego se convirtió en conseller de Economia de la Generalitat, pero su ruptura con Laporta visualizó una constante del actual mandato: las dificultades de convivir con las maneras de hacer del máximo dirigente azulgrana. Giró alegó en su renuncia "motivos profesionales" que le obligarán a "pasar muchos días al mes en Londres, lo que hace inviable la plena dedicación a las tareas de vicepresidente de la entidad". Una nota que nadie creyó.

2.Ferran Reverter, director general del Barça

(1 de julio 2021 a 8 de febrero de 2022)

Si la salida de Mateu Alemany pilló a todo el mundo por sorpresa, también lo hizo la dimisión de Ferran Reverter. Las tensiones entre Laporta y Reverter se fueron haciendo evidentes sobre la forma de gestionar el club, en particular desde que el presidente se vio liberado de las cadenas de los avales. Su salida empujó a Laporta a considerar al Barça como una empresa familiar, con un entorno reducido y de confianza en un ambiente de máxima tensión económica. El club se hizo más presidencialista. Reverter, impulsor de la idea de que el Barça no podía permitirse a Messi y había que dejarle ir, lamentó antes de irse internamente diferentes aspectos de la forma de gestionar la entidad, en particular de la contratación de diferentes ejecutivos, muchos de ellos próximos a directivos y no avalados por él, sobre todo en el área comercial. El último elemento de colisión podrían haber sido los retoques finales en el acuerdo con Spotify, que se modificaron sin ser consultado. Sobre los hombros de Reverter se llevaba a cabo la gestión diaria del club y había liderado el proyecto de transformación del club.

3.Jordi Llauradó, directivo responsable Espai Barça

(Marzo 2021 a 11 de enero de 2023)

Jordi Llauradó dejó su cargo como directivo responsable del Espai Barça dos días después de que se conociera la sorprendente adjudicación a la constructora turca Limak Construction de las obras del nuevo Camp Nou. Se da la circunstancia de que Llauradó es el único constructor de la junta directiva y no participó en la reunión en que se votó la elección de Limak, lo que sirvió para apuntalar los malos pensamientos del entorno. Tampoco delegó su voto en otro compañero. Llauradó continúa en la junta pero centrado en la Fundació FC Barcelona.

4. Mateu Alemany, director de fútbol

(Marzo de 2021 a 2 de mayo 2023)

Acababa contrato en el 2024, pero el director de fútbol mallorquín ha optado por aceptar una oferta muy potente de la Premier, en concreto del Aston Villa. Un club propiedad de un empresario egipcio y otro estadounidense que le han hecho llegar una propuesta irrechazable. Una propuesta potente en cuanto a salario, que excede en mucho lo que gana en el Barça, y potente por las posibilidades de crecimiento de un club con los bolsillos frondosos. La volatilidad interna del club azulgrana, con opiniones para todos los gustos, y las dificultades de maniobra por los problemas financieros, hay ayudado a la decisión de marcharse. Su salida envía un pésimo mensaje sobre la situación del Barça. También abre de nuevo dudas sobre las dificultades de trabajar junto al enérgico Laporta.

Suscríbete para seguir leyendo