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El regreso de Messi al Barcelona: cuáles son las posibilidades reales y sus obstáculos

Lionel Messi de Argentina con su familia y el trofeo de la Copa del Mundo después del partido amistoso contra Panamá.

Lionel Messi de Argentina con su familia y el trofeo de la Copa del Mundo después del partido amistoso contra Panamá. / REUTERS/Agustin Marcarian

Joan Domènech

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El regreso de Lionel Messi al Barça se ha convertido en una posibilidad cada vez más fundada. Todos las partes involucradas parecen desearlo, pero sigue presentando graves inconvenientes para que se materialice. El tiempo cura heridas y suaviza los recuerdos. La relación se ha restablecido. No se ha conseguido reducir el mayor obstáculo, el problema que causó la separación, el detonante definitivo: el dinero. 

Messi se marchó por la imposibilidad de encajar su nuevo contrato en el estrecho margen salarial que le quedó al Barça tras la pandemia. Bajaron los ingresos, disminuyó el presupuesto pero las nóminas se mantuvieron. O las restricciones aplicadas fueron insuficientes a ojos de la Liga de Fútbol Profesional (LFP).

La masa salarial sigue excedida, así que la vuelta del argentino exigirá al club azulgrana una mayor política de recortes y fórmulas imaginativas para pagar al jugador. Este viernes tanto Xavi como el vicepresidente Rafael Yuste hablaron abiertamente de las conversaciones ya iniciadas con el futbolista del PSG.

Messi, durante un momento del Paris SG-Bayern en el Parque de los Príncipes.

Messi, durante un momento del Paris SG-Bayern en el Parque de los Príncipes. / Afp

La voluntad de Messi

El 4 de agosto de 2021 volvía a Barcelona para firmar por cinco temporadas y al día siguiente el Barça oficializaba en una nota que no podría inscribirle por "obstáculos económicos y estructurales" colocados por la LFP. El domingo 8 de agosto se celebró el drama. <strong>"Esto es el final", balbuceó Messi lloroso en el Auditori del Camp Nou,</strong> frustrado el deseo de acabar su carrera en el Barça.

Dos días después Messi aterrizaba en París para reunirse <strong>con Neymar y Mbappé.</strong> Un ataque formidable, comparable al que se formó en el Barça con Luis Suárez en lugar de Mbappé. El PSG gana los torneos franceses sin oposición, pero <strong>ha sucumbido en la Champions dos veces seguidas.</strong> Messi dijo que al Barça "no le alcanzaba" su potencial para ser campeón. Tampoco al PSG. El rendimiento del 30 (el dorsal parisino) ha seguido siendo altísimo, pero<strong> Messi ha escuchado pitos y sabe que no goza del cariño incondicional de la grada.</strong>

París no es un paraíso. Ni su casa. Lo es Barcelona. La de su mujer y la de sus hijos. El lugar donde creció. Hasta qué punto impera la voluntad de Messi por acabar de azulgrana es el gran misterio. Es, también, el primer factor, básico, inicial, para que se produzca el final feliz. El segundo, adecuar su salario a la situación de un club endeudado. "Las historias bonitas han de acabar bien", verbalizó sentimentalmente el vicepresidente deportivo Rafa Yuste. 

Tebas, en el acto de firma de la renovación del acuerdo entre LaLiga y Carolina Marín.

Tebas, en el acto de firma de la renovación del acuerdo entre LaLiga y Carolina Marín. / Efe

El límite de Tebas

El resquemor que sintió Messi al verse forzado a marcharse del Barça se ha atenuado. Ha comprendido todas las circunstancias que concurrieron en promover su salida del club. Andaba detrás de ella Javier Tebas, que ya en 2005, siendo asesor jurídico del Alavés, denunció la invalidez de la ficha de juvenil de Leo, que contaba con 18 años.

"Hice todo lo posible y rebajé mi ficha un 50%. Habíamos cerrado el contrato, pero el club tiene una deuda muy grande y se dio cuenta de que la Liga no lo permitía", dijo Messi hace dos años. Tampoco lo permitirá ahora, por cuanto Tebas ha pregonado que el Barça ha de reducir 200 millones más su masa salarial. Pero también dice que le "encantaría" que Leo volviera a vestirse de azulgrana, consciente de que el campeonato español ha perdido relevancia en el plano internacional.

Las restricciones se mantienen en el Barça. Todavía tiene que rebajar más el gasto deportivo. El coste de la plantilla de fútbol (fichas, primas, amortizaciones, personal...) asciende a 470 millones, pero hay asociados otros gastos que también computan a ojos de la LFP. El Barça entiende que la renuncia a firmar con el fondo CVC como casi todos los clubs españoles en 2021 le está pasando factura. Las altas fichas se han ido eliminando (Piqué, Griezmann...), las inversiones se hacen a coste cero y se ha reinstaurado una escala económica ajustada.

El presidente Joan Laporta en el palco del Camp Nou antes del comienzo del partido de vuelta de los 1/4 de final de la Champions femenina

El presidente Joan Laporta en el palco del Camp Nou antes del Barça-Roma de la Champions femenina. / JORDI COTRINA

La espina de Laporta

Tebas mantiene la presión sobre el Barça hasta el punto de que<strong> la patronal tumbó la ficha profesional de Gavi.</strong> "Si Messi no baja sus emolumentos no podrá ser inscrito, y dudo que se los baje", afirma el presidente de la LFP. Duda ahora como dudaba en 2021, cuando Laporta presentó un plan en el que Leo pasaba a cobrar solo 20 millones en la primera campaña y 30 en la segunda de los cinco años en los que se alargaba el nuevo compromiso. 

Laporta empeñó su palabra en la campaña electoral que desembocó en su reelección que renovaría a Messi. Los vídeos de la época le dejan en evidencia. Falló y sabe que faltó a su palabra. Quedó mal con todo el mundo en aras de "salvar" al club. Siempre ha hablado de tener <strong>"una espina clavada", como repetía Yuste.</strong>

Pero se han<strong> restablecido "los contactos" con la familia Messi</strong> a partir de la reconexión entre Laporta y Jorge Messi, el padre. El refichaje es una operación positiva "a nivel deportivo, social y económico", dijo Yuste. "Muchos aficionados desean que vuelva", afirmó el presidente del impacto popular. En el plano económico, la entidad firmarían nuevos y mejores acuerdos publicitarios que permitirían sufragar la ficha del capitán de la campeona del mundo. El último contrato de Messi no sería un atraco, como se dice en el argot futbolístico. Leo, a diferencia de Cristiano Ronaldo, lo asume.

Xavi celebra el triunfo al finalizar ‘el clásico’

Xavi celebra el triunfo al finalizar&nbsp;el clásico liguero ante el Madrid. / JORDI COTRINA

La pizarra de Xavi

Con 18 goles y 17 asistencias en 32 partidos disputados con el PSG esta temporada, Messi acredita un altísimo rendimiento, superior a decenas de delanteros de élite. Los números avalan el refichaje de un futbolista que <strong>sigue ganando los mismos premios individuales</strong> que hace diez años.

"He visto crecer a Leo, lo he tenido de compañero, sé la magnitud del futbolista que es y le conozco bien como persona. Es ejemplar en todos los aspectos", manifestó Xavi, otro elemento capital en el éxito de la operación. Es el entrenador quien debe dar su aprobación y el que ha de perfilar el encaje de Messi en un equipo reconstruido sin el astro, con otras dinámicas de juego, en un vestuario regenerado y consignas basadas en el espíritu solidario.

El Barça "post Messi está a un paso de ganar títulos", subrayó Xavi para realzar la reconstrucción efectuada, sin negar tampoco que contempla el regreso al pasado. <strong>"Tengo amistad con Leo y hablo a menudo con él", </strong>admitió ayer el técnico, confesando que desearía verle de nuevo en la que es su casa: "Yo sería el primero que se alegraría de que pudiera ayudarnos". Es decir, que en sus planes ya ha dibujado imaginariamente cómo sería el Barça con Messi.

Sergi Roberto, Busquets y Alba, en el entrenamiento de este jueves.

Sergi Roberto, Busquets y Alba, en el entrenamiento de este jueves. / FCB

El brazalete de Busquets

¿Volvería a pivotar sobre Leo? ¿Sería el eje del juego ofensivo? ¿Se aplicaría a correr para ejercer la presión tras pérdida como hacen los demás? ¿Estaría dispuesto a no acabar todos los partidos? ¿Y a ser suplente? ¿Se conformaría con adoptar un papel de veterano que ayuda a los jóvenes, de pasador para más gloria de Lewandowski?

Las cuestiones futbolísticas se agolparían sobre la mesa de Xavi, a no ser que las vaya resolviendo en esas charlas con su amigo y excompañero con el que coincidió once temporadas en el primer equipo del Barça. Las mejores de la historia.

Hay otras cuestiones de cariz más personal y su reinserción en el vestuario que va emitiendo señales de que le esperan con los brazos abiertos. Lo han hecho los veteranos como Sergi Roberto, y Sergio Busquets y Jordi Alba, que forman su núcleo más cercano y con quienes sale a cenar cuando visita Barcelona. Sin embargo, se publicaron en el pasado ciertas tiranteces con Lewandowski, el nuevo icono azulgrana, y alguna rencilla con <strong>Ter Stegen, el sostén del equipo y uno de los cuatro capitanes.</strong>

Busquets devolvería encantado el brazalete a Messi. ¿Volvería a lucir el 10 que ahora pertenece a Ansu Fati? ¿Se lo cederá la joven promesa guineana? ¿O acabaría con el 30 que luce en el PSG?

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