Otra Champions para minusvalorar la Liga culé

Andá pallá Bobo by Emilio Pérez de Rozas

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Emilio Pérez de Rozas

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Si algo sabe Madrid, el todo Madrid, no sé si el Real Madrid o Florentino Pérez con su enorme poder de persuasión, no sobre los periodistas, los redactores jefe o los directores, sino directamente sobre los editores o dueños de los medios, es defender, proteger, al Real Madrid.

Cuando se habla (no se critica, no, simplemente se comenta, se señala) que el Barça es el club más fiscalizado, más controlado, más criticado, más analizado, más presa de observadores y comentaristas del mundo y, por tanto, como reconoce el propio Xavi Hernández, el más difícil del mundo, es porque, con actuaciones, comportamientos y despliegues cutres como el protagonizado por el equipo de Carlo Ancelotti en el Camp Nou, todos le hubiésemos caído encima al Barça. Bueno, en realidad, tras el clásico liguero que perdió en el nuevo ‘planetario’ blanco, así fue.

Excusas de perdedor

Y, sin embargo, empezando por el señor, por el bueno, por el elegante ‘Carletto’, que se inventó la historia del ‘no’ fuera de juego de Asensio (o, como poco, dudoso y ¡de dudoso, nada, señor Ancelotti!) para intentar justificar su poco ambicioso planteamiento en el ‘estadi’, todos, todos, han pretendido, como ocurre casi siempre que el Real Madrid promete ganar la Champions, que técnico y jugadores se salgan de rositas de semejante pobre espectáculo, el día que tenía que ofrecer su mejor versión, morder y pelear por sobrevivir en LaLiga.

Carlo Ancelotti.

Carlo Ancelotti. / JUAN MEDINA / REUTERS

Ahora e, insisto, en eso son únicos (es decir, creando campañas, por algo viven en el centro de la península), la doble teoría que cantan a los mil vientos, no es, no, explicar por qué el Real Madrid que sacaba hace algunos meses cinco puntos al Barça está, ahora, a 12 y, por tanto, ha perdido 17 puntos en un plis-plas. Eso les interesa poco. Ellos son (aún) bicampeones de Liga y Champions. Y como no quieren dar explicaciones (ni las necesitan, ni se las pide nadie) se aferran a que si el Barça acaba logrando el título, que parece imposible que pierda, la celebración, la gloria, la gesta, la conquista estará pendiente, dicen, escriben, hablan, de que el Real Madrid gane la Champions. Si los blancos vuelven a ganar la Champions, aunque sea de la forma tan suertuda como la ganó el pasado año, el Barça habrá fracasado un año más. Tal cual.

El mejor paraguas

Y como al parecer no tienen suficiente con esa tesis, la refuerzan con el ‘caso Negreira’. Es decir, el título culé, que podría producirse, incluso, con la conquista de 100 puntos (o casi), estará manchado de por vida por el pago (vergonzoso, cutre, escandaloso, impropio, injustificable…todo lo que quieran, sí) de una cantidad increíble de dinero al segundo directivo del Comité Técnico de Árbitros, por nada. Ese paraguas, al parecer, del que se avergüenza todo el mundo, incluidos millones de culés, les sirve para tapar las vergüenzas ligueras del Real Madrid.

No digo que Madrid, el todo Madrid, o Florentino Pérez con su presencia en el palco del Camp Nou´, refrenden la superioridad del Barça en esta Liga. No, no, no digo, ni pido, eso, pero tampoco que minusvaloren una conquista, un dominio, una manera de ganar e imponerse que nada tiene que ver con los arbitrajes. Nada. Si quieren, si pueden, que demuestren que el Barça compró árbitros; pero, mientras tanto, que dejen de manchar la conquista actual.

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