CLAVES TÁCTICAS DEL DUELO EN EL CAMP NOU

Barça-Madrid, el clásico: la mejor defensa de la Liga y el mejor ataque se citan en el Camp Nou

El clásico Negreira

Xavi y sus preguntas sobre el 1-0: "¿Qué pasa? ¿Qué problema hay?"

Xavi, en la rueda de prensa que ofreció previa al clásico de Liga en el Camp Nou.

Xavi, en la rueda de prensa que ofreció previa al clásico de Liga en el Camp Nou. / Efe

Marcos López

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Queda resumido todo el Barça-Madrid que se vivirá esta noche en el Camp Nou en un Araujo contra Vinicius. Para saber si el venenoso extremo brasileño es capaz de quebrar la corpulencia y oficio defensivo que muestra el defensa uruguayo, transformado en uno de los símbolos del Barça de Xavi, un equipo acostumbrado a sobrevivir con el 1-0 o 0-1. Y todo bajo la mancha del caso Negreira, que marca este clásico.

Han firmado los azulgranas nueve triunfos en 25 jornadas por tan ajustado guarismo en un Camp Nou que vivirá, en realidad, este domingo por la noche el duelo entre la mejor defensa (el Barça solo ha encajado ocho goles) y el mejor ataque de la Liga porque el Madrid ha anotado 50 tantos, tres más que los azulgranas (47).

Carlo Ancelotti, en la rueda de prensa previa al clásico del domingo en el Camp Nou.

Carlo Ancelotti, en la rueda de prensa previa al clásico del domingo en el Camp Nou. / Afp

El 4-3-3 postizo

Si no hay cambios radicales, Barça y Madrid apostarán por la misma fórmula táctica. Ambos emplearán en el Camp Nou un 4-3-3 tradicional, aunque, en realidad, no tiene nada de tradicional. Suele jugar Xavi con un cuarto centrocampista, casi siempre es Gavi, destinado a ocupar el flanco izquierdo del ataque, pero es un señuelo porque quien se convierte en lateral-interior-extremo zurdo es Balde.

El Madrid hace lo mismo, pero en el otro lado. Coloca Ancelotti a Valverde como falso extremo derecho, aunque su misión es completar el centro del campo, además, de darle piernas y frescura física a un equipo que vive al paso lento, pausado y, sobre todo, astuto de Modric y Kroos.

Ter Stegen realiza una espléndida parada para despejar el tiro de Muniaín en el Athletic-Barça.

Ter Stegen realiza una espléndida parada para despejar el tiro de Muniaín en el Athletic-Barça. / Afp

Los porteros también ganan partidos

Ter Stegen está completando la mejor temporada desde que se vistió de azulgrana en el verano de 2014. Es un portero moderno, que se ha adueñado también del escenario. No solo se le valora por su excelente juego con los pies – el mejor de Europa – sino por su elasticidad y poderosas manos que han salvado en muchos partidos al Barça.

"Lleva muchos partidos ganando por 1-0 y si no fuera por él son partidos que hubieran acabado en empate. Que el Barça vaya primero con nueve puntos de ventaja es mérito suyo", ha declarado Courtois, el meta del Madrid, a Vamos de Movistar +.

Él no ha bajado su nivel. Ni mucho menos, pero ha pagado la irregularidad de la estructura defensiva blanca. El alemán solo ha recibido ocho goles en 25 jornadas; el belga más del doble, con 19 tantos en 19 encuentro (uno de media por partido) ya que se perdió seis por diversos problemas físicos.

Araujo se adelanta a Vinicius en el Madrid-Barça de Copa en el Bernabéu.

Araujo se adelanta a Vinicius en el Madrid-Barça de Copa en el Bernabéu. / Afp

El 'factor Araujo'

Vinicius es el jugador que da sentido y eficacia al juego de ataque del Madrid. Más incluso que Benzema. El regate del brasileño desquicia a cualquier defensa. A todos, menos a Araujo. El regate, la personalidad – no decae cuando fracasa en su intento – unido al descaro, y todo a máxima velocidad, convierten a ‘Vini’ en el kilómetro cero del Madrid.

Todo funciona de maravilla, excepto cuando se cruza en el camino con el uruguayo. "Es uno de los mejores defensas del mundo", confesó Xavi. No le falta razón. Araujo, un central lleno de exuberancia física, se disfraza de sólido lateral derecho para transformarse en un muro para el brasileño. En los dos últimos clásicos (Supercopa y Copa), lo ha secado de tal manera que ni ha podido chutar a puerta el extremo madridista.

Tan inquieto anda Ancelotti con este asunto que llegó a bromear con situar a Vinicius en la banda derecha. "Es una broma, eh!", dijo de inmediato el técnico del Madrid. Lo que no es ninguna broma es el alma defensiva de Araujo.

Modric ayuda a levantarse a Busquets tras sufrir una falta en el clásico copero del Bernabéu.

Modric y Braithwaite, en el partido de este sábado. / Reuters

El balón, el tesoro más preciado

El Barça ganó el clásico de la Copa (0-1 en el Bernabéu) sin tener el balón, lo que torturó a Xavi, acostumbrado a construir su obra con la posesión. Aquel 35% demostró que el Madrid supo quitarle la pelota. Pero luego no supo qué hacer con ella. Noventa minutos más tarde, perdía el equipo de Ancelotti sin haber rematado ni una sola vez a puerta. Prueba más que concluyente de que la posesión blanca resultó tan ineficaz (13 disparos, ninguno entre los tres palos) como estéril.

"En la Supercopa competimos excelente con balón y en la Copa sin balón", recordó Xavi en alusión al 1-3 de Riad que le dio su primer título como entrenador del Barça y el 0-1 del Bernabéu. "Me gustaría que tuviéramos más posesión. Sufro cuando el equipo no tenga el balón", confesó el técnico, recordando que Modric y Kroos son capaces de arrebatarle al Barça su gran tesoro.

Lewandowski disputa el balón en San Mamés

Lewandowski disputa el balón en San Mamés / EFE/Luis Tejido

Esperando el mejor Lewandowski

No anda fino el polaco. Nada fino. Es el pichichi de la Liga, con 15 goles en las 21 jornadas que ha disputado. Pero a la vuelta del Mundial ha perdido el foco. Poco a poco está recuperando su conexión con el juego de ataque del Barça, pero no es aquel delantero certero y preciso que con media ocasión anotaba un tanto.

Lleva solo dos goles (en Sevilla al Betis y al Cádiz en el Camp Nou) en las ocho últimos partidos de Liga que ha disputado, interrumpidas por aquella sanción en Pamplona que le hizo perderse tres encuentros consecutivos (Atlético, Getafe y Girona).

Balance triste para alguien como él, enamorado siempre de la contundencia. Pero Lewandowski está siendo mucho más valioso para el Barça que Benzema para Ancelotti. El francés no juega demasiado (se ha perdido por lesión 10 de las 25 jornadas). Aunque suma 11 goles cabe añadir un asterisco. Cinco de esos 11 son de penaltis, lo que revela que la imagen rutilante y brillante que le llevó a la conquista del Balón de Oro se ha ido desvaneciendo.

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