ACTUALIDAD AZULGRANA

¿Qué piensan los socios del Barcelona sobre el caso Negreira?

Portavoces de grupos de opinión barcelonistas se pronuncian sobre el escándalo de los pagos al exvicepresidente de árbitros y su hijo.

La mayoría coincide en pedir a la directiva actual mayor celeridad en proporcionar explicaciones razonables sobre hechos que desprestigian al club

Joan Gaspart, Joan Laporta, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu

Joan Gaspart, Joan Laporta, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu / J. CORTADELLAS / Y. VALAT / EFE / J. COTRINA / G. PARGA / EFE

Albert Guasch

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La revelación de los pagos a José María Enríquez Negreira y su hijo por parte de todos los presidentes del FC Barcelona del siglo XXI generaron un torrente de reacciones que se fueron inflamando a medida que se descubrió el montante desorbitado de las remuneraciones, la confusión sobre el destino definitivo del dinero y la nebulosa sobre los cometidos encargados. Se han pronunciado hasta el momento diferentes personajes del fútbol español y algunos mandatarios del club azulgrana sin conseguir aclarar nada. Lo que resulta una incógnita es qué piensan los socios de un escándalo que ha dañado la reputación de una entidad que se precia de ser más que un club, sospechosa ahora mismo de buscar entre bastidores los favores arbitrales.

Es un escándalo que no va a desaparecer en un tiempo y de consecuencias imprevisibles, tanto deportivas como penales. Mientras Joan Laporta delega en una investigación externa el origen de estos pagos y por qué prosiguieron durante tantos años (hasta el 2018), los socios consultados reclaman mayor celeridad en proporcionar explicaciones convincentes. Preguntamos en agrupaciones a los que les motiva la gobernanza del club, no solo si el Barça de Xavi ganará el domingo al Valencia. No hay ambición demoscópica, sino simplemente dar voz a algunos socios que representan a algún colectivo.

RICARD FAURA, de Dignitat Blaugrana

"Nos preocupa la parálisis que parece afectar a la junta en dar una respuesta a una situación que hace peligrar el prestigio del club. Los años más esplendorosos de la entidad se están poniendo en entredicho. Y el silencio o la no respuesta es lo peor", afirma Ricard Faura, tecnoantropólogo y máximo vocal de Dignitat Blaugrana.

Enríquez Negreira

Enríquez Negreira / ARCHIVO

Para Faura, la dilación que percibe de parte de la directiva de Joan Laporta resulta inquietante. "Cuanto más se tarda en dar una explicación peor huele el tema", añade. "Que se tarde tanto es señal de que la explicación no debe ser fácil".

Faura evita cargar tintas y buscar culpables sobre estos pagos al que fuera vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA). "Nos falta información". Por eso exige "ser transparentes y ejemplares, porque creemos en lo de 'més que un club'.

En su agrupación, dice, han recibido muchos mensajes y preguntas de socios y peñistas inquietos por la raíz de estas remuneraciones y sus potenciales consecuencias. "Es un tema que preocupa y a nosotros en particular también de cara al Espai Barça. Los que tienen que prestarte el dinero tienen en cuenta la reputación y se está perdiendo, con lo que se pone en peligro la viabilidad de la operación".

JAUME BARROSO, de Compromisaris FCB

Jaume Barroso alega que grupos de opinión como Compromisaris FCB entraron en una zona de fatiga después del desgaste de abanderar la moción de censura contra Josep Maria Bartomeu y ahora se ven en la situación de posicionarse de nuevo ante una controversia arbitral que está manchando el nombre del club. Barroso, abogado especializado en derecho deportivo y mercantil, lamenta como Faura la respuesta institucional hasta la fecha. "La primera reacción de Laporta fue insatisfactoria e insuficiente. Y los acontecimientos lo han ratificado posteriormente. No podemos normalizar unos hechos que son objetivamente graves". Y agrega: "Estamos a la expectativa de que se nos proporcionen unas explicaciones razonables, satisfactorias y convincentes. Primero al socio y después también a la opinión pública, porque está en juego la reputación del club".

Para Barroso, resulta crucial desvincular el FC Barcelona de los cargos internos que pudieron actuar incorrectamente. "Debemos poner el foco en las personas que actuaron mal, si no el foco permanece en el club, y es lo que no puede ser. El club no debería estar implicado en todo eso, sino debería ser el perjudicado". Por eso pide esa explicación institucional clara: "Es el deber de los dirigentes proteger los intereses del club".

El portavoz de Compromisaris FCB se muestra contundente con la naturaleza de los hechos. "Se nos ha puesto en contacto muchos socios indignados. No es aceptable pagar a un exdirigente arbitral y que encima se le pague tanto dinero, más que a un CEO". Barroso escribió un tuit al conocerse la investigación delimitada del 2016 al 2018, de la época de Bartomeu: "Esto solo tiene un nombre: vergüenza". Extiende ahora esta valoración: "Es vergonzante si fue con Barto, con Laporta o con Rosell. Por una cuestión de ética, porque no se puede pagar a un cargo arbitral si promovemos el 'fair play' y encima por un importe desmesurado".

CARLES AGUSTÍ, de El senyor Ramon

"Nosotros centramos este caso en la raíz del problema, que es el modelo de gobernanza del club y el control que el socio puede ejercer, que es inexistente, prácticamente nulo. Un modelo equiparable al de los años 60 y 70 del siglo pasado. Todos sabemos cómo funcionan las asambleas de compromisarios y todos hemos coincidido en que están desfasadas. No hay una alternativa a un control real. Estamos en un modelo de gobernanza presidencialista, exento de cualquier control democrático. Esto provoca hechos como el que estamos hablando: la falta de control, tanto dinero por medio y un modelo de gestión antiguo abonan el terreno para que sucedan cosas como esta", expone Carles Agustí, consultor internacional en temas gobernanza que representa al grupo de opinión El Senyor Ramon.

El presidente del Barcelona, Joan Laporta en una foto de archivo.EFE/Alejandro García

El presidente del Barcelona, Joan Laporta en una foto de archivo.EFE/Alejandro García / EFE/Alejandro García

Vinculado a esta reflexión, observa con desconfianza el Espai Barça. "Es otro nido de posibles irregularidades. Necesitamos más transparencia". Sobre el caso Negreira en concreto, Carles Agustí señala "las cifras desorbitadas" pagadas al excolegiado y la "frivolidad" con que se ha manejado el dinero de los socios todos estos años. "En general hay decepción con todos los presidentes. No queremos señalar a nadie porque no sabemos exactamente lo que ha sucedido, pero los últimos responsables son siempre los presidentes".¿Y cómo ve la actuación de Laporta hasta la fecha? "A Laporta lo veo desbordado por culpa de este modelo obsoleto".

A la vez, subraya mala intención en la explotación del escándalo. "Pedimos firmeza ante esta campaña. Muchos clubs han recurrido a este tipo de servicios arbitrales. Entendemos que no con estas cantidades ni la opacidad del Barça. Pero no podemos permitir que de ahí se extrapole que el Barça ha comprado árbitros. Eso hay que denunciarlo".

MARC CORNET, de Seguiment FCB

El periodista Marc Cornet, de Seguiment FCB, pone el acento en las reacciones más que en el origen del caso. "Me parece muy exagerado cómo la prensa de Madrid se ha volcado en este tema sin pruebas ni indicios que resistan la idea de que los árbitros nos han ayudado".

Los miembros de la candidatura Seguiment FCB llegan al Auditori 1899 para entregar las firmas.

Los miembros de la candidatura Seguiment FCB llegan al Auditori 1899 para entregar las firmas. / ALBERT BERTRAN

Y prosigue en esta línea: "Es muy exagerado y no se puede aceptar este acoso. Es como si se quisiera reescribir la historia, cuando la sospecha es más bien la contraria, que los árbitros tradicionalmente nos han perjudicado. Van a por todas. Quieren cuestionar unos éxitos intachables".

¿Y no ha quedado manchada la imagen de la entidad? "La quieren manchar. Hay mucho interés en mancharla. Es una polémica que debe redimensionarse. Mal si han habido pagos irregulares, pero creo que el socio no piensa mucho en este tema".

Mirando dentro, para Cornet, el origen de todos los males radica en que "no hay mucha transparencia. Es una asignatura pendiente. Hay mucha opacidad".

Y abre las sospechas: "Lo grave no son los pagos a este señor, que ojo, lo son, sino que la cantidad de cosas que se han debido pagar que no sabemos. Falta un sistema de control, una figura de un interventor como el que controla los ayuntamientos. Ya sabemos que hay un 'compliance', pero al fin y al cabo lo ha puesto la propia directiva".

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