COPA DEL REY

Cuando el Ceuta era el Tetuán y jugaba contra el Barça

Kubala, en un partido contra el Tetuán.

Kubala, en un partido contra el Tetuán. / FCB

Arnau Segura

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La AD Ceuta, rival del Barça de este jueves en la Copa del Rey, nació el 1956, tras la independencia de Marruecos y fruto de la fusión entre la SD Ceuta y el Atlético Tetuán, dos exóticos rivales de los azulgrana a mediados del siglo pasado. En la Copa del Generalísimo 1942-1943, antes de caer eliminado al perder por 11-1 ante el Madrid, el Barça, entonces Club de Fútbol Barcelona, jugó con el Ceuta en los cuartos de final: ganó en Les Corts con un 'hat-trick' de Valle y tantos de Escolà y Martín, y en Ceuta con un doblete de Martín y dianas de Escolà y César.

En el Ceuta, club de Segunda, jugaba un catalán: Josep Gonzalvo, Gonzalvo II. "Nunca hablaba de aquellos años. No fue una buena época para él. Era republicano y los nacionales lo cogieron y lo metieron en la cárcel. Estuvo un tiempo, pero como era futbolista movieron hilos y salió para jugar con el Ceuta. Esta es la historia que sé yo. Es lo que me contaron", retrata Jordi Gonzalvo, uno de sus hijos y un extécnico de largo currículum en el fútbol catalán. "Le mandaron ahí medio desterrado, castigado. Fue una etapa oscura", afirma su otro hijo, Josep Maria, técnico de Xavi Hernández, Puyol, Iniesta, Valdés o Arteta en el Barça B. En Ceuta, Gonzalvo II, además de hacer el servicio militar, también contrajo la malaria, una enfermedad que le dejó muy débil. Falleció a los 58 años (1978).

"Nunca hablaba de aquellos años. No fue una buena época para él. Era republicano y los nacionales lo cogieron y lo metieron en la cárcel. Estuvo un tiempo, pero como era futbolista movieron hilos y salió para jugar con el Ceuta"

— Jordi Gonzalvo III, hijo de Jordi Gonzalvo II

Llegó al Barça en 1944 y, como su hermano Marià (Gonzalvo III), fue titular en el Mundial de Brasil (1950), en el que España consiguió su mejor resultado hasta 2010. Gonzalvo I (Juli), Gonzalvo II y Gonzalvo III coincidieron en Les Corts de 1945 a 1947 y hoy el campo de Mollet del Vallès, su ciudad, lleva su nombre. En el curso 1950-1951 ya solo seguía en la plantilla Marià, el más exitoso, cuando el Barça se enfrentó al Atlético Tetuán en la Copa. Había sido creado en los años 30, durante el protectorado español de Marruecos, por un grupo de militares españoles aficionados del Athletic: por eso su escudo y su indumentaria eran de inequívoca inspiración bilbaína.

Sin jugadores marroquís

La Copa se jugaba al final de la temporada y el equipo africano ya había celebrado su ascenso a Primera. "Contra lo que se cree, no figuran jugadores marroquíes en el Atlético Tetuán. Los moros tienen una gran afición al fútbol, pero despuntan muy pocos porque su sentido del juego es muy malabarista y de escasa profundidad. Jugar con botas es para muchos un tormento difícil de soportar", señalaba la prensa barcelonesa de la época. El boxeo aún aparecía en las portadas. "El Barça volará hoy a la lejana Tetuán".

Gonzalvo II, durante su mili en Ceuta.

Gonzalvo II, durante su mili en Ceuta. / ARCHIVO

La hemeroteca apunta que la expedición aterrizó en Tetuán, "la blanca y bella capital del protectorado", tras cuatro horas de travesía con parada en Valencia para repostar. "Y ya es mucho que no tuvieran que parar en Sevilla. A final de cada temporada hacían una gira por Sudamérica para recaudar dinero y un año tuvieron que hacer Barcelona-Madrid, Madrid-Lisboa, Lisboa-Azores y Azores-Brasil, porque tenían que ir parando para repostar combustible. No había más remedio", asegura Joan Segarra.

Su padre era el célebre Joan Segarra, El gran capità: uno de los jugadores con más títulos y más partidos con el Barça (528 entre oficiales y amistosos). Marcó su primer gol de azulgrana en la vuelta de la eliminatoria con el Atlético Tetuán. Se ganaron los dos duelos: la ida por 1-3, con goles de Kubala (2) y César, y la vuelta por 4-1, con goles de Kubala (3) y Segarra. Los moritos, según la prensa, habían llegado por carretera, haciendo noche en Murcia. Los periódicos decían que la vuelta serviría para comprobar el funcionamiento del marcador.

Primeros partidos de Kubala

Eran de los primeros partidos oficiales de Kubala con el Barça: había debutado en la ronda anterior, contra el Sevilla. Su hijo, Carlos, no recuerda que le contara nada de ese viaje a Tetuán. Iñaki y Javier Daučík, hijos del entrenador, el austrohúngaro Ferdinand Daučík, y sobrinos de Kubala, sí atesoran algún recuerdo. "Fue realmente una odisea", dice Iñaki, exfutbolista: en el curso 1983-1984 fue entrenado por Jordi Gonzalvo en el Figueres. Prosigue Javier, presidente de la Fundación Daučík Kubala: "Este partido tiene una historia lejana, pero existente. Mi padre hablaba del recibimiento tan acogedor, tan cariñoso, tan caluroso, que les hicieron en Tetuán".

Su padre, el séptimo entrenador de la historia con más partidos en Primera (488) y el técnico con más títulos de Copa (6), logró ocho títulos en cuatro años con el Barça. El primero fue, precisamente, la Copa 1950-1951, tras ganar a la Real Sociedad en la final con un doblete de César y un tanto de Gonzalvo III. Fue el primer título del Barça de les Cinc Copes y la primera Copa de Segarra, que se retiró con seis: solo le superan Messi, Busquets, Piqué y Piru Gaínza y Belauste, del Athletic Club.

"Aquel viaje fue realmente una odisea. Mi padre hablaba del recibimiento tan acogedor, tan cariñoso, tan caluroso, que les hicieron en Tetuán"

— Iñaki Daucik, hijo del exentrenador Ferdinand Daucik

El Barça y el Atlético Tetuán se volvieron a medir el curso siguiente, en Primera: 3-2 en Les Corts y 2-5 en el estadio Sania Ramel. En la víspera del partido, en la concentración en Vallvidrera, Daučík no dio la alineación a los periodistas, como era costumbre, "para evitar herir susceptibilidades", mientras Martín pintaba una acuarela de Ferrer y Manchón y Gonzalvo III dormía la siesta. Aquella liga acabó en las vitrinas del Barcelona, mientras que el Atlético Tetuán se despidió para siempre de Primera tras un solo año en la categoría.

La historia cruzada de las familias citadas tuvo un epílogo en 1963: Gonzalvo II, uno de los pocos hombres que han sido jugador, entrenador y directivo del club, heredó el cargo de técnico de Kubala, el equipo se proclamó campeón de Copa y Segarra alzó su último trofeo como capitán del Barça. La leyenda dice que, al darle el trofeo, Francisco Franco le dijo: "¿Otra vez por aquí, Segarra?". "Siempre es un orgullo hablar del padre", suspira su hijo. Los dos Joan, uno con 29 años y uno con cuatro, fueron las dos primeras personas en pisar el césped del Camp Nou, inaugurado en 1957, porque entonces Segarra ya era el capitán del Barça. Su hijo todavía conserva una foto de ese día. Y otra de las obras, junto a su madre, Purificació, y su hermana, Esther. Como dice Javier Daučík: "Es fundamental recordar la historia".

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