El Barça-Bayern, entre el amistoso o la final

Ir a ver ganar a tu equipo o ir a disfrutar con tu equipo. A esa disyuntiva se enfrentará el aficionado culé antes de decidir si acude al Camp Nou a presenciar el Barça-Bayern, un partido que puede ser un amistoso intrascendente, a no ser que el Viktoria Pilsen empate o derrote al Inter de Milán en San Siro antes, y que entonces ser convertiría en una final.

A las 18.45 horas se disputa el partido en el que se dirime la suerte de los azulgranas: la despedida definitiva de la Champions por segundo año consecutivo –Xavi igualaría el maldito récord de Louis van Gaal, cuyo equipo cayó dos veces seguidas en la fase de grupos, las temporadas 97-98 y 98-99– o la pervivencia de esa brizna de esperanza, que empezaría a sustanciarse a continuación, con una obligada victoria sobre el Bayern (21 h.). Newcastle, PSV Eindhoven y Dinamo Kiev fueron los adversarios en la primera campaña y Bayern Múnich, Manchester United (a la postre, los finalistas de aquella edición, y en el Camp Nou, para más inri) y Brondby, los de la segunda.

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En manos del azar

No queda más suministro para alimentar la ilusión blaugrana que la cuota de azar que siempre interfiere en el fútbol. Estar en manos del Viktoria es algo más que una situación «incómoda», como dijo Xavi. Es dramática. Trágica. El equipo checo no ganado ni un solo punto. En el grupo de la muerte, todo hay que decirlo. 

"Me queda todavía esa sensación de rabia. Lo tuvimos en nuestras manos y ahora no dependemos de nosotros", compartía Xavi en la sala de prensa, lamentándose aún, sobre todo, el 2-0 de Múnich, donde el técnico acarició la victoria en un gran primer tiempo que se disipó en cuatro minutos. Del 50 al 54. Poco después de la reanudación, Lucas se coló para cabecear un córner y Sané culminó un contraataque por la zona central azulgrana.

Cobrarse la revancha

El mal arbitraje en Milán, con un gol anulado y un penalti ignorado, y los fallos defensivos ante el Inter en la vuelta, se suman a los motivos de la virtual despedida del Barça. "Estamos en esta situación por errores nuestros", admitió Xavi, con la suficiente capacidad para saber que esas explicaciones no justifican el papel desempeñado. Por "muy cruel" que haya sido la Champions con el Barça, insistía. Él fue el primero en proclamar que con los refuerzos adquiridos en verano se podía aspirar a todos los títulos y la competición ha colocado al equipo en este lugar.

El Inter-Viktoria acabará a las 20.30 horas, y entonces el indeciso culé decidirá si va al Camp Nou o no (es más fácil decidir entre ver el partido por la tele o mirar un documental) según su particular planteamiento vital deportivo. ¿Voy a pasar un buen rato con la propuesta de espectáculo que pregona cualquier entrenador del Barça, Xavi, por supuesto, incluido, o voy a esperar la victoria sobre el Bayern con el que hay tantas cuentas pendientes? La plantilla verá reunida el partido de San Siro. Ni el equipo ni la hinchada tendrían mayor aliciente que cobrarse la revancha de la ida y sanear las afrentas acumuladas en el pasado.

Alineación ya decidida

Una disyuntiva parecida planeó por la cabeza de Xavi, que dijo haber decidido ya la alineación, antes de conocer el desenlace del partido que podría condicionarla. De ser una cita irrelevante a efectos de la clasificación, tal vez debería reservar a algún titular para el Valencia-Barça del sábado, que no se augura nada plácido. Si quedara un puñado de posibilidades –el Barça debería ganar al Bayern y al Viktoria a domicilio y que el Bayern venciera al Inter en la última jornada- tendría que alinear a todas las fuerzas vivas del equipo. El once alemán, ya clasificado, necesita un punto para asegurar la cabeza del grupo. Julian Nagelmann sentará a alguno de los suyos. 

"Me queda todavía esa sensación de rabia. Lo tuvimos en nuestras manos y ahora no dependemos de nosotros"

— Xavi Hernández / Entrenador del Barça

"Si no pasamos, competiremos en la Europa League como leones", adelantó Xavi sobre el mismo camino del año pasado que volvería a trazar el Barça y que acabó en los cuartos de final frente al Eintracht Frankfurt.

El placer de disfrutar o el placer de la victoria. Sea un amistoso o sea una final. 

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