SECUELAS DE LA SEMANA NEGRA

¿Por qué se ha desgastado la figura de Xavi?

Xavi Hernández

Xavi Hernández / Oscar J. Barroso / AFP7 / Europa Press

Marcos López

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El Barça de Xavi ha entrado en un peligroso declive. No es únicamente las dos "castañas", como definió el propio técnico al dramático empate con el Inter que le deja casi en la Europa League o la derrota en el clásico con el Madrid, sino a que el equipo ha perdido el vigor exhibido al inicio de temporada, mostrándose frágil, errático y, sobre todo, extraviado.

Constante en "los errores indivuales", como le ocurrió a Piqué, Busquets, Eric García, que le llevan a la perdición porque el sistema hasta tres distintos ha usado el técnico en los cuatro últimos partidos tampoco está bien ejecutado.Y cada jugador parece y rinde peor de lo que es.

Koundé recoge el balón tras uno de los goles del Madrid en el Bernabéu.

Koundé recoge el balón tras uno de los goles del Madrid en el Bernabéu. / Efe

¿Por qué el equipo involuciona?

Ha perdido cohesión y armonía en su fútbol, incapaz del Barça de ser fiable. No viene solo de la triste foto de Inter y Madrid sino que es una tendencia que se ha apreciado en los últimos partidos, exhibiendo síntomas del descenso.

Un descenso que, poco a poco, se ha ido agravando porque la fiereza defensiva mostrada en la Liga saltó por los aires en el Bernabéu. En 90 minutos recibió tres goles, el triple de los encajados en las ocho jornadas anteriores: uno. Su juego, que desprendía entusiasmo y contundencia ofensiva, ha decaído.

Xavi, durante el clásico del Bernabéu ante el Madrid.

Xavi, durante el clásico del Bernabéu ante el Madrid. / Afp

¿Por qué no da con la tecla Xavi?

Toca y toca el entrenador para agitar al equipo, pero no halla la solución adecuada. Mueve la pizarra con frecuencia y cambia los actores a cada partido, pero continúa sin encontrar el modelo necesario. Jugó con un innovador 3-4-3 en Milán ante el Inter, pero no le funcionó.

Usó un traje similar en el Camp Nou contra el equipo italiano. Similar, pero no idéntico. Acabó con idéntico mal resultado. En el Bernabéu recurrió, por ejemplo, al tradicional 4-3-3, con una defensa (Sergi Roberto-Koundé-Eric-Balde) que jamás había jugado junta y un centro del campo inédito (Busquets-Frenkie de Jong-Pedri).

El equipo evidenció idénticos problemas para hacerle daño al Madrid. "Cambiamos el plan de ataque porque ellos ponían dos pivotes y no encontrábamos a gente. Al final, pusimos línea de tres y colocamos a Dembélé por dentro y luego por fuera. Después, entramos con Balde", relató Xavi sobre las modificaciones estériles que introdujo en "la estrategia" del clásico.

Ter Stegen y Benzema se saludan tras el triunfo del Madrid en el clásico.

Ter Stegen y Benzema se saludan tras el triunfo del Madrid en el clásico. / Reuters

¿Por qué se desmorona anímicamente con tanta facilidad?

En Múnich empezó todo. En Múnich se detectó la fragilidad anímica de un "Barça en construcción", un argumento al que ha recurrido Xavi desde el empate con el Inter. No le falta razón alguna. Se está construyendo un equipo nuevo.

El problema es que no se ven los pilares donde pueda levantarse ese nuevo edificio porque desde la visita al Allianz Arena con una mala defensa de un córner se ha comprobado la debilidad emocional del grupo. Aquel cabezazo de Lucas Hernández, que tuvo después la continuación del gol de Sané (todo ocurrió en apenas cuatro minutos), abrió en canal al Barça.

Lo destruyó en lo emocional tras una buena primera parte en el plano futbolístico. Desde entonces, el equipo no tiene respuestas. Cuando llega el primer inconveniente se desmorona. "Debemos competir mejor. Hay que cambiar muchas cosas", confesó Xavi tras la primera derrota en la Liga. "Hemos tenido fe y amor propio, pero no es suficiente. Tenemos que hacer más cosas, más", imploró el técnico

Benzema celebra el 1-0 del Madrid ante la desesperación de Ter Stegen y Dembélé.

Benzema celebra el 1-0 del Madrid ante la desesperación de Ter Stegen y Dembélé. / Afp

¿Por qué es tan frágil atrás?

No fallan los defensas. Falla la estructura defensiva. Y eso implica a todo el equipo. El Barça, además, no aprende de sus errores porque encaja goles que parecen calcados. Ya sean tiros exteriores desde fuera del área, horriblemente defendidos. El de Çalhanoglu en Milán; el de Valverde en Madrid.

Acciones en las que el equipo se hunde tan y tan cerca de la nariz de Ter Stegen que permite disparos sencillos a reputados oficiales. "Lo habíamos hablado", sostiene siempre Xavi. Sabía, y hablado estaba, de que el jugador turco es un artista en esos tiros. Pero le dejó rematar. Sabía, y hablado estaba, de que el centrocampista uruguayo domina ese arte a la perfección. De nada le valió porque concedió el espacio y el tiempo necesario para que ambos especialistas dispararan con comodidad.

Va más allá de los nombres esa fragilidad defensiva que tiene, al mismo tiempo, un tremendo impacto emocional en un inmaduro equipo, como él mismo Xavi denunció. 

Ferran Torres cuchichea en el banquillo del Bernabéu junto a Gavi, Busquets y Alba.

Ferran Torres cuchichea en el banquillo del Bernabéu junto a Gavi, Busquets y Alba. / Efe

¿Por qué las ‘vacas sagradas’ están cada vez más cuestionadas?

Tres de los cuatro capitanes debían tener un papel más que secundario en el proyecto de Xavi. Así era hasta que las lesiones hicieron a Piqué viajar de quinto a segundo central por las lesiones de Koundé, Araujo y Christensen. Solo Busquets, el capitán, mantenía su condición de intocable para Xavi ya que Alba ha sido superado por Balde y Marcos Alonso en el flanco izquierdo de la zaga, mientras Sergi Roberto halló la puerta de la titularidad por las ausencias en la banda derecha.

Pero hasta ‘Busi’ está bajo sospecha tras la semana trágica del Barça. A Piqué, por su grave error ante el Inter en el 1-1, le tocó asistir al clásico desde el banquillo. Y Busquets, cuya pérdida en el origen del 1-2 del Inter fue determinante, no ha terminado ninguno de los dos grandes partidos.

"No nos puede pasar lo del 1-0, no nos puede pasar", se quejó amargamente Xavi. Tenía razón el técnico. "Había que hacer falta", añadió luego. Era Busquets quien debía hacer falta sobre Kroos. Y lo intentó hasta en un par de ocasiones sobre el alemán, quien inició el contragolpe finalizado después por Benzema. Lo intentó, pero no lo derribó en lo que resultó ser el prólogo de la derrota del Barça-

Ferran Torres marca el gol del Barça en el Bernabéu, que suponía entonces el 2-1.

Ferran Torres marca el gol del Barça en el Bernabéu, que suponía entonces el 2-1. / Reuters

¿Por qué debe agitar el equipo con cambios?

Xavi medita alterar la estructura del Barça justo ahora que se enfrenta a tres partidos consecutivos en el Camp Nou: Villarreal (miércoles), Athletic (domingo) y Bayern Múnich (miércoles). Tras insistir en el formato de los dos extremos puros, con Raphinha y Dembélé, el técnico se marchó más convencido del Bernabéu con lo que aportaron en los minutos finales Ferran Torres, que se reencontró con el gol, y Ansu Fati.

Son extremos, pero de características muy diferentes al descontrolado jugador francés o el tímido delantero brasileño. Además, Xavi podría dar descanso a Busquets, ubicado en el centro de la crítica por sus errores ante Inter y Madrid, abriendo así la posibilidad de que Frenkie de Jong tome el mando del equipo sin poder descuidar en ningún momento el talento agresivo que irradia Gavi, a quien sentó en el banquillo en el clásico.

Ese "corazón con patas", como definió el técnico al andaluz, acaba de ser elegido como el mejor jugador joven del mundo en la gala del Balón de Oro. Y tiene lo que más necesita Xavi. Tiene la energía y alegría que necesita inyectar el técnico para olvidar el fútbol triste y apocado que desprende su Barça en las últimas semanas.

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