CAMINO DE LA EUROPA LEAGUE

Barça-Inter: 12-octubre, desfile trágico en el Camp Nou

Busquets y Piqué, tras uno de los goles del Inter en el Camp Nou.

Busquets y Piqué, tras uno de los goles del Inter en el Camp Nou. / Jordi Cotrina

Marcos López

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Estaba el Camp Nou encendido. Lleno de entusiasmo. Lleno de miles y miles de culés batieron el récord de asistencia. Hasta 92.302 se reunieron en el templo azulgrana sin saber que serían testigos de una noche trágica. La noche del 12 de octubre donde el Barça de Xavi certificó que esta Champions es demasiado grande para él.

Acabó el partido derrengado, sin argumentos futbolísticos, consumando el desastre ante el Celta (acabó con triunfo ajustado) ante un Inter, al que le dio vida con una serie de errores que llevaron a los azulgranas a la perdición. Trágica noche porque no hay palancas que valgan. No hay más ventas de activo que justifiquen esa caída. Al presidente Joan Laporta, que había pregonado el discurso del optimismo, no le acompañó un equipo que se ha derretido en Europa, incapaz como fue de marcar un solo gol lejos del Camp Nou. 

Òscar Hernández, Xavi y Sergio Alegre, en el banquillo del Camp Nou.

Òscar Hernández, Xavi y Sergio Alegre, en el banquillo del Camp Nou. / Jordi Cotrina

Perdió en Múnich con el Bayern (2-0), perdió con el Inter en Milán (1-0). Y, además, en su casa no supo defender el tesoro conquistado con el gol de Dembélé. «Cada vez que nos meten un gol parece que es un caos», dijo Busquets, el capitán, certificando que el nivel del Barcelona es de la segunda división europea. O sea, de la Europa League, a donde se encamina sin solución alguna. 

El foco sobre Xavi

Víctima de un proceso autodestructivo que se lo ha llevado por delante, donde ahora el foco queda ubicado en el rostro de Xavi. Ahora, todos mirarán al entrenador. Todos, empezando por el propio Laporta, convencido de que le había puesto «un plantillón», esa fue la definición que dio el técnico, en sus manos. Un plantillón para llegar, al menos, a los octavos de final de la Champions, por muy difícil que fuera el grupo. Que lo era. ¡Y mucho!.

"Ese gol, el 1-1, nos ha matado un poco. Ha sido un mazazo. Cuando encajas tres goles en Champions suele ser mala señal"

— Jordi Cruyff, director deportivo del Barça

Pero lo que no resulta tolerable es que el Barcelona haya encajado siete goles en las cuatro primeras jornadas. Aún no está en la Europa League porque dos paradas prodigiosas de Ter Stegen evitó que la tragedia fuera definitiva. Xavi, en su primer análisis tras un empate demoledor, apuntó a los jugadores porque cometieron, y no le falta razón, errores intolerables en defensa. Pero eso no es suficiente para la directiva. Ni, por supuesto, para la estructura deportiva liderada por Mateu Alemany y Jordi Cruyff.

Xavi charla con Marcos Alonso en el Camp Nou durante el Barça-Inter.

Xavi charla con Marcos Alonso en el Camp Nou durante el Barça-Inter. / Jordi Cotrina

"El equipo lo ha dado todo, hasta el último segundo. Pero encajar tres goles en Champions dificulta mucho el objetivo", dijo Cruyff, retratando ese desorden defensivo. "Ese gol, el 1-1, nos ha matado un poco. Ha sido un mazazo. Cuando encajas tres goles en Champions suele ser mala señal", indicó el director deportivo del club azulgrana.

Evitó, en todo momento, ponerle nombres a esos errores. "Somos un equipo, ganamos todos, perdemos todos", añadió Cruyff sin visualizar esa crítica en el doble error de Piqué (el 1-1) o de Busquets, en el prólogo del 1-2, antesala del 2-3 de Goasens. Hasta siete goles en cuatro jornadas de Champions y solo uno en ocho de Liga.

El enfado de Laporta

Abandonó anoche Laporta el palco con una cara de enfado que delataba todo el drama que se le viene encima al Barça. Al Barça como club. Al Barça como equipo. Tenía presupuestada la junta unos 40 millones de euros si el equipo llegaba a los cuartos de final. Y está a punto de no llegar ni a octavos porque no depende de sí mismo tras una desastrosa fase de grupos, dirigiéndose al destierro de la segunda división europea. "Cuando te caes tienes que levantarte, si te quedas en el suelo no es bueno", afirmó Jordi Cruyff.

Esa fragilidad defensiva es responsabilidad, al final, del entrenador. Y eso que el Barça avisó de esa tremenda debilidad ante el Celta, aunque salió sin rasguños definitivos. Anoche, sí. Anoche, el culé desfiló abatido en una noche trágica en Europa. Otra más.  

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