El Barça topa en un terrible sorteo con el Bayern y el Inter

En deuda está el Barça con su gente, con su prestigio y con su historia en Europa. Y esta deuda costará caro sufragarla. El reconstruido Barça de Xavi comprobará su fiabilidad y su resistencia ante dos ogros europeos, en otro sorteo terrible para los azulgranas, otro grupo de la muerte. En contraste con el regalo que recibió el Madrid, quien sabe si como premio adicional por ser el campeón.

El Bayern de Múnich y el Inter de Milán agravan el camino de la liguilla para un Barça en plena reconstrucción. Un camino pedregoso y breve, ya que los seis partidos se concentran en dos meses (hasta el 2 de noviembre).

El azar fue generoso con el Madrid: el representante alemán que le tocó fue el Leipzig, que aún no ha ganado ningún partido en la Bundesliga. Y en contraste con el Inter, el once de Carlo Ancelotti se enfrentará al Shakhtar Donetz de Ucrania y que no jugará en Ucrania, sino en Varsovia. El once de Xavi solo podrá respirar ante el tercer adversario que le tocó: el Viktoria Pilsen, de la República Checa.

"Serán partidazos para disfrutar y para sufrir, significa ponernos a prueba contra los mejores", analizó Jordi Cruyff, secretario técnico del Barça. Asumió que había tocado un grupo "difícil", pero no eludió la responsabilidad del club. "Somos un equipo distinto al de las últimas temporadas y estamos en disposición de competir de tú a a tu contra ellos".

Contra el Bayern, básicamente, que aparece por tercer año consecutivo. El campeón alemán evoca los peores momentos de la historia reciente azulgrana. Es el Bayern del 2-8 de Lisboa y el Bayern del doble 0-3 de la temporada pasada, convertido en una bestia negra que no ha perdido ni un ápice de potencial. Con una pausada renovación de la plantilla, ni siquiera ha acusado la marcha de Robert Lewandowski hacia el Camp Nou. Lo ha sustituido por Sadio Mané, y el equipo sigue igual de implacable, encaramado ya al liderato de la Bundesliga.

El morbo, para 'Lewy'

Soslayó el Barça un doloroso y emocional enfrentamiento con el Manchester City, que tampoco quería volver al Camp Nou para competir y con el Paris Saint Germain, que forzaría el regreso de Leo Messi y Neymar. El trago de enfrentarse a amigos y conocidos lo pasará solo Lewandowski, que reaparecerá en Múnich después de haberse despedido hace un mes de una gloriosa etapa de ocho campañas en las filas bávaras.

Su puesto y su número lo posee Mané, contratado por el Bayern antes de aprobar el traspaso de Lewandowski al Barça. Gastó menos (32 millones) de lo cobrado (45 millones). El dineral lo invirtieron en Matthijs de Ligt, el central holandés de la Juventus. Los 67 millones que costó lo han convertido en una de las operaciones más caras del mercado, que aún no ha concluido.

Queda margen para un último bombazo. Además de Mané y De Ligt, visten de rojo también el jovencísimo Mathys Tel, de 17 años, procedente del Rennes y el holandés Ryan Gravenberch, del Ajax. También se llevó de Amsterdam, y gratis, a Noussair Mazraoui.

La delantera del 'Scudetto'

El Inter de Simone Inzaghi también cuenta con un reputado goleador: Romelu Lukaku, que ha vuelto al club italiano tras una mala experiencia en el Chelsea, donde Thomas Tuchel le quitó la titularidad.

El gigante belga ha regresado a San Siro, que es donde ha dado lo mejor de sí mismo, y donde se reunirá con Lautaro Martínez, recuperando la pareja de ataque que conquistó la Serie A en la temporada 2020-21. Con dos victorias en dos jornadas, comparte el liderato con Nápoles y Roma.

"No hay excusas", dice Yuste

La historia, además, abona la preocupación barcelonista: de los 13 partidos disputados ante el Bayern, solo se han ganado 2, con 2 empates 9 triunfos del Bayern. Los precedentes con el Inter, en cambio, son de color azulgrana: 8 victoria y 2 derrotas en 14 duelos. La experiencia con el Viktoria es singular: dos partidos en la liguilla 2011-12, y sendas victorias azulgranas por 2-0 y 0-4.

"No hay excusas. Ha vuelto la ilusión al estadio y nos hemos reforzado mucho y bien. Tenemos que competir y este grupo a dar mucha guerra", dijo Rafa Yuste, el vicepresidente deportivo azulgrana, que mostró «respeto pero no preocupación» ante la composición del grupo.

El mismo tono planeaba en las palabras de Pepe Castro, el presidente del Sevilla, que se sentía damnificado por igual al tener que competir con el City y el Borussia Dortmund por las dos plazas que clasifican para octavos. El Atlético, como su vecino, no debía albergar excesivo temor por lidiar con el Oporto, el Leverkusen –cuatro alemanes para cuatro españoles– y el Brujas.