BAJO SOSPECHA

El Barça ve indicios de criminalidad en las renovaciones de De Jong, Lenglet, Piqué y Ter Stegen

El club calcula que las extensiones que firmó Bartomeu una semana antes de dimitir costaron 311 millones extra

Josep Maria Bartomeu

Josep Maria Bartomeu / JORDI COTRINA

Roger Pascual

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El 20 de octubre de 2020, tan solo una semana antes de dimitir acorralado por la moción de censura, Josep Maria Bartomeu renovó a Ter Stegen, Lenglet, Piqué y De Jong. Una ampliación de contratos que buscaba reducir el peso de la masa salarial en plena pandemia. El club se ahorró unos 18 millones en sueldos, 30 en total contando las amortizaciones de Lenglet y De Jong. Pero no fue un simple diferimiento ya que el ahorro para el último ejercicio de Bartomeu supuso para el club sobrecoste de 311 millones adicionales.

Lenglet, con contrato hasta 2023, y Ter Stegen (2022) renovaron por tres años y De Jong (2024) y Piqué (2022) ampliaron dos cursos. Las cuatro renovaciones se hicieron horas antes de que se constituyera la mesa de negociación con el resto de la plantilla, que debía tratar las fórmulas para bajar el coste salarial en plena pandemia y que acordó diferir en los siguientes años 122 millones en sueldos y 50 en variables, con lo que el ahorro total era de 172. La renovación de Piqué había ido en esa línea, cobrando el mismo salario que tenía en más años, pero en el caso de Lenglet, Ter Stegen y De Jong se bajaban un poco esa primera temporada pero luego llegaban a casi duplicar sus emolumentos. 

La junta directiva de Joan Laporta, que estudia llevarlo a la Fiscalía, ya ha trasladado a estos cuatro jugadores que ve indicios de criminalidad y de administración desleal en estos contratos. Ha propuesto retrotraer a los salarios anteriores, señalando que en caso contrario lo llevará a la justicia. Piqué, el único que no se veía beneficiado por la renovación, es de momento el único que se ha mostrado dispuesto a ello.

El central negocia un nuevo contrato, que terminaría como hasta ahora en 2024, bajándose su salario muy significativamente. Una jugada que, unido a la cuarta palanca, facilitaría la inscripción de los cinco fichajes (Christensen, Kessié, Raphinha, Lewandowski y Koundé, sin contar a los refichados Sergi Roberto y Dembélé).

El traspaso como solución

El traspaso de De Jong podría también ayudar en este sentido y sería, según fuentes del club, una fórmula para poder solventar el embrollo de la renovación que firmó con Bartomeu. En la pasada gira de EEUU ya se le explicó la anómala situación que suponía su salario, que alcanzaría ahora los 19 millones. El internacional neerlandés , que reiteró su deseo de seguir en Barcelona, señaló que se lo remitiría a su agente para que lo estudiara.

Pese a que el Barça llegó a un principio de acuerdo con el Manchester United para traspasarle por 75 millones más 10 en variables, Frenkie sigue sin tener interés en esta opción. El Chelsea es una opción que vería con mejores ojos, ya que le permitiría jugar en Champions y poder vivir en Londres, pero de momento es reacio a dar por terminada su etapa en Barcelona. En el Gamper, antes de cerrar la goleada contra el Pumas, el centrocampista neerlandés escuchó algunos pitos al ser presentado. 

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