Ansu Fati da el triunfo al Barça en Australia

Salió Ansu Fati y en cuatro minutos solucionó un problema. Un problema porque todo lo que logró en la primera mitad lo estropeó el Barça en un desastroso inicio de la segunda parte ante la selección de estrellas de la Liga australiana. El gol de Dembélé no le sirvió de nada al equipo de Xavi porque encajó dos tantos tras el descanso en apenas seis minutos. Seis minutos dramáticos en el plano defensivo. Pero cuando pasa eso siempre queda la bala de Ansu Fati, el joven que enfoca de maravilla remontando el partido que tenía perdido el Barcelona, salvado, al final, por la madera y por la providencial parada de Arnau Tenas, que debutaba con el primer equipo, en el último suspiro.

Perdido porque primero fue Piscopo, aprovechando un agujero en la zaga culé; luego fue Adama Traoré, el lateral zurdo del Western Sídney quien retrató las deficiencias estructurales del Barcelona porque se plantó solo, absolutamente solo, en el área de Arnau Tenas, que fue el portero en la segunda mitad, ya que tanto Alves como Araujo estaban fuera de sitio. Tuvo que ser el otro Adama Traoré, el extremo azulgrana, quien firmara el gol del empate, prólogo a la aparición clave de Ansu, que ejerció de puro nueve.

Tal vez haya sido su último partido con el Barça. El club no lo sabe. Xavi tampoco. Y él, Ousmane Dembélé, el tercer fichaje más caro de la historia del club, lo sabe, continúa sin comunicarlo. Si es que lo sabe, claro. Y en el que quizá sea su último encuentro, disputado en Sídney, el delantero francés firmó un zurdazo tras un excelente contragolpe para marcar el primer tanto azulgrana en el amistoso, con más necesidad comercial (cinco millones de euros recibe el club), que deportiva porque la temporada se liquidó llena de frustración.

Dembélé, de inicio a fin

Y si es el último lo jugó Dembélé de inicio a fin. Empezó de extremo zurdo y acabó de extemo diestro. No entró en la política de rotaciones que utilizó Xavi en Sídney para cerrar el curso donde volvió a administrar con mucho tacto los minutos de Ansu. Parecía que pasaba por allí el joven. Pero siempre está en el sitio adecuado y en el momento necesario. Es un don. Un derechazo y 2-3 tras un arranque caótico de la segunda mitad.

Para empezar, Xavi alineó un equipo con nueve jugadores del primer equipo y solo dos jóvenes del filial: Balde, el lateral zurdo, y Álvaro Sanz, el centrocampista. Pero la gran novedad era la aparición de Umtiti, que solo ha disputado un encuentro y fue a mediados de diciembre pasado. Formó pareja el francés con Araujo, activo como siempre, tanto en defensa como en ataque.

Balde se asomó con peligro al área de la selección de estrellas de la liga australiana. Tuvo picardía en cada una de sus intervenciones, al igual que Gavi, ajeno al lío que se ha montado con su renovación después de que Laporta criticara a su agente por demorar la respuesta a la oferta planteada por el club.

Intervenía con astucia el joven andaluz en el centro del campo, dejando detalles técnicos de enorme nivel como esa asistencia, taconazo incluido, a Dembélé, que no acabó en gol (m. 12).

Luego, una no tan estética pero sí más efectiva, permitió al delantero francés controlar con la pierna derecha y disparar con la izquierda para rubricar el 0-1. Antes, se había visto una salida con criterio de Umtiti desde el fondo de la estructura defensiva llegando hasta el borde del área australiana, pero no tuvo la producción ofensiva que imaginaba.

Tercer gol de Ousmane

Antes de que llegara el gol de Dembélé, el tercero que firma esta temporada (uno en Liga, otro en la Copa del Rey al Linares y de este mediodía en Australia), Ter Stegen sostuvo con una determinante parada al Barça en un envenenado disparo de O’Shea. Hubo tiempo también en Sídney para ver a dos Adamas Traoré coincidir sobre el césped. Uno era azulgrana (extremo derecho), otro pertenece al Western Sydney (ejerce de lateral zurdo el costamarfileño).

Entre la parada de Ter Stegen y el zurdazo de Dembélé se consumió la primera mitad en Australia. Nada más iniciarse la segunda mitad, empató la selección de estrellas australianas aprovechando un balón a la espalda de Balde, repelido en primera instancia por Arnau Tenas, que había suplido en el descanso al alemán. Y Piscopo, que seguía atento la jugada, logró tras un par de rebotes el gol que abrió el catálogo de los errores defensivos.

La rebeldía de Gavi

El Barça, como ya acostumbra en los dos últimos meses, se dejó ir abriendo la puerta a la reacción del rival gracias a los goles de Piscopo y Adama Traoré, el defensa. Hubo gestos de rebeldía futbolística de Gavi, además de algunas galopadas por la derecha del otro Adama Traoré, el del Barça, junto a las carreras de Dembélé, además del espíritu ofensivo que proyecta siempre Araujo, al que no le importa que el partido sea oficial o amistoso. 

Xavi también introdujo cambios con la entrada de Jordi Alba, Aubameyang y el joven Aranda (otro debut en el primer equipo), pero un derechazo de Adama, el culé, quebró las manos de Redmayne, el meta que salió en la segunda mitad con la selección de estrellas australianas. Marcó el extremo azulgrana el tanto del empate y, casi de forma inmediata, fue sustituido. Eran los minutos para Ansu Fati, un chico que no necesita nada para ganar partidos. En su primer disparo a puerta logró el tercero del Barça remontado un partido que tenía más que perdido por el desastre defensivo.