EL PARTIDO DE LOS DESPACHOS

Xavi exige "cambiar muchísimas cosas" en el nuevo Barça

Xavi, pensativo, durante el Barça-Villarreal del Camp Nou.

Xavi, pensativo, durante el Barça-Villarreal del Camp Nou. / Jordi Cotrina

Marcos López

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El nuevo Camp Nou, ese que aplaude todo, hasta derrotas como la del Villarreal que no impactan en la clasificación, pero sí dañan la imagen del equipo de Xavi, aguardó hasta que el balón ya se había detenido. Acabó la Liga y pitó al Barça. No fue una pitada estruendosa, entre otras razones porque más de la mitad de los 54.850 espectadores ya habían abandonado su asiento, pero sí ejerció de aviso y mensaje poderoso.

Se cansó el público, consciente como el propio entrenador de que ahora "empieza el trabajo más importante, el de los despachos". El partido que tiene que jugar Mateu Alemany, el director de fútbol del Barça. El partido que durará casi tres meses porque acabará el próximo 31 de agosto, día en que expira el mercado veraniego.

Es el partido más complejo porque el ejecutivo lo tiene que jugar sin saber aún de los recursos económicos que dispondrá el club. Quedan un mes y siete días para cuadrar cuentas el 30 de junio y si el presidente Joan Laporta no activa alguna de esas "palancas", la firma con CVC es la más viable en tan poco tiempo, todo se enredará aún más para Alemany, acompañado por Jordi Cruyff, que ejerce de "secretario técnico", como siempre recuerda Xavi, pero sin serlo aún oficialmente.

Ter Stegen se queja de los errores defensivos en el 0-1 del Villarreal.

Ter Stegen se queja de los errores defensivos en el 0-1 del Villarreal. / Jordi Cotrina

La cúpula deportiva del Barça tiene diseñada la hoja de ruta. Pero está todo por hacer. Todo es todo (muchas bajas, muchos fichajes, la mayoría a coste cero) porque la dimensión de la revolución deportiva que exige el entrenador afecta a todas las áreas del equipo.

Se busca defensa nueva, nueve titular y portero suplente. La reconstrucción afecta a todas las áreas de la plantilla

Desde el portero suplente (se busca salida a Neto, al que le queda un año de contrato) al delantero titular (Lewandowski es el gran candidato) pasando por reconstruir la defensa de punta a punta. Se busca lateral derecho (ahí encaja Azpilicueta), se persigue otro lateral izquierdo (Marcos Alonso sería lo ideal), además de otro central (si es zurdo mejor) porque Christensen, del Chelsea, ya está cerrado.

También exige Xavi completar el centro del campo porque con Kessié, que acaba de ganar el scudetto con el Milan, no basta. Y arriba se requieren, al menos, dos piezas de impacto inmediato: Lewandowski y sus goles para ir ganando tiempo junto a un extremo de mejor rendimiento que el discutido Dembélé (un gol en los 21partidos que ha disputado de la Liga 21-22).

Dembélé, durante el Barça-Villarreal en el Camp Nou.

Dembélé, durante el Barça-Villarreal en el Camp Nou. / Jordi Cotrina

"En un club grande como el Barça hay que cambiar muchísimas cosas, muchísimas", dijo Xavi, quien recordó, tras la caída en la última jornada liguera, la cuarta que ha encajado desde el 0-4 del Bernabéu, que se había "salvado una temporada que podría ser catastrófica".

Fichajes que sean "titulares"

Evitado el caos, el Barça ha ido transitando hacia la mediocridad en estos dos meses en los que se ha despeñado, tanto en la Europa League, el único título que tenía cerca de su mano, como en la Liga donde las derrotas ante Cádiz, Rayo y Villarreal certificaron ese declive. 

Exige Xavi jugadores que “puedan ser titulares”, capaces de elevar el nivel competitivo de una plantilla que se ha ido descapitalizando con el paso de los años, sostenida siempre sobre tres de los cuatro capitanes: Busquets, Piqué y Jordi Alba, cuya continuidad no se discute bajo ningún concepto.

“La realidad es que en noviembre estábamos bajo mínimos. Y en cualquier aspecto de la palabra. Físicamente, mentalmente y anímicamente. A partir de ahí, hemos hecho un buen trabajo, quedando segundos. Pero debemos mejorar mucho y reforzarnos mucho”, insistió Xavi, consciente de que Alemany tiene un trabajo titánico (sin dinero debe hacer una revolución) por delante. "Tenemos que reforzarnos mucho. Ahora hay un trabajo en los despachos y creo que es más importante incluso que la del fútbol", recalcó el técnico.

Busquets se despide del Camp Nou tras la derrota contra el Villarreal.

Busquets se despide del Camp Nou tras la derrota contra el Villarreal. / Jordi Cotrina

Esa imprescindible reconstrucción queda supeditada siempre al dinero. El Barça ya sabe, como dijo Laporta, que no puede competir por fichar los "jugadores súper-tops". Haaland ya ha escogido irse al City con Guardiola y Mbappé ha preferido quedarse en París renunciando al Madrid dejando sin respuesta a Florentino.

Y, además, el margen de maniobra hacia Laporta, que ahora sí debe levantar su verdadero proyecto, y Xavi, que iniciará el curso como máximo responsable, se reduce. La paciencia, también.

"Hay que reforzarse muy bien sino no podremos competir de ninguna manera, esto es el Barça. No podemos estar otro año en blanco"

— Xavi, técnico del Barça

"Hemos cubierto unos mínimos que en noviembre parecían poco alcanzables. Pero a partir de aquí somos el Barça, no podemos quedar segundos y no podemos no optar a títulos. Esto tiene que cambiar”, exigió. “Y para cambiar hay trabajo, sobre todo en los despachos", añadió.

Frenkie de Jong inicia una jugada de ataque en el Barça-Villarreal del Camp Nou.

Frenkie de Jong inicia una jugada de ataque en el Barça-Villarreal del Camp Nou. / Jordi Cotrina

El club ya hizo la renovación en 2017. Pero se equivocó. Queda Dembélé como prueba. Lo intentó en el 2018 con Coutinho, ya vendido al Aston Villa por 20 millones, y fracasó. Quiso regenerarse en el 2019 con Griezmann, cedido al Atlético de Madrid. Y nada funcionó bien. Derrochó los 222 millones que recibió de Neymar y ahora no tiene dinero alguno para complacer la lista de la compra que ha diseñado Xavi.

"Hay que reforzarse muy bien sino no podremos competir de ninguna manera, esto es el Barça. No podemos estar otro año en blanco", insistió reclamando la llegada de piezas que tengan impacto inmediato para una plantilla, a la que siguiendo el mensaje de Messi, "no le ha alcanzado". Disminuirá la paciencia y aumentará "la exigencia" para todos. Empezando ya por Alemany, que lleva meses jugando este partido desde la precariedad.

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