LOS PROTAGONISTAS

Real Sociedad-Barcelona: El superhéroe Aubameyang y el villano Piqué salen al rescate

El delantero recupera la capa que se dejó en el Bernabéu y retoma su idilio con gol. Y el central, pitado en Anoeta por la polémica de la Supercopa, se sobrepone al ambiente hostil y a los problemas físicos para demostrar que sin él se sigue cayendo el invento.

REAL SOCIEDAD - FC BARCELONA.ESTADIO REALE ANOETA. FOTO: VALENTI ENRICH

REAL SOCIEDAD - FC BARCELONA.ESTADIO REALE ANOETA. FOTO: VALENTI ENRICH / VALENTI ENRICH

Roger Pascual

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"Nuestras cicatrices pueden destruirnos, incluso cuando las heridas físicas se han curado. Pero si sobrevivimos a ellas podemos transformarnos, nos pueden dar el poder para soportar y la fuerza para luchar", dice Batman en la última entrega de la saga. El caballero oscuro de Matt Reeves intenta reilusionar a los fans, transformando la historia a la sombra de la abrumadora trilogía de Christopher Nolan, de la misma manera que Xavi intenta hacerlo, soportando las comparaciones con Pep Guardiola, para reconstruir el templo destruido.

Robert Pattinson no es Christian Bale, de la misma manera que Pierre-Emerick Aubameyang no es Leo Messi. Pero el delantero gabonés, acostumbrado a hacer celebraciones imitando a superhéroes, volvió a recuperar la capa de superhéroe que parecía haberse dejado en la taquilla del Santiago Bernabéu. Y Piqué, al que el público donostiarra le otorgó el papel de villano y pitó desde que tocó el primer balón, demostró que sigue siendo imprescindible.

Como en 'The Batman', el Barça ha alternado desde el inicio de 2022 luces y sombras: momentos buenos y anodinos, momentos flojos, momentos esperanzadores. Aubameyang había dado vitamina G a un Barça que había perdido músculo goleador. 9 tantos en sus 11 primeros partidos había aportado, incluido el doblete en el Bernabéu. Pero tras mes y medio de locura, el parón frenó en seco su descomunal producción. Solo había logrado un tanto en los últimos cinco duelos en los que el Barça había visto evaporarse sus sueños de conquistar la Europa League y LaLiga.

Pero en la cinéfila San Sebastián volvió a acaparar los focos. A los 10 minutos y tan solo 10 segundos después de que el poste escupiera el disparo de su amigo y escudero Dembélé, Auba volaba a lo Batman para cabecear el 0-1. Igualaba de esta manera a Memphis como pichichi en todas las competiciones. A punto estuvo de firmar en doblete en una contra en la que su disparo se fue fuera por muy poco.

Si el Barça había echado de menos sus goles, también había notado vivamente la ausencia de Piqué. Lesionado en Frankfurt, que había sido el protagonista indiscutible de la semana por los polémicos audios sobre la Supercopa de Arabia Saudí, buscaba volver a ser noticia en el campo. El público donostiarra le otorgó el papel de villano y le pitó ya al tocar su primer balón. Tras perderse los últimos cuatro encuentros, volvió a ser titular pero a la media hora dio el susto en una caída.

Más suspense a la película

"Hubo un momento en que rezábamos para que no cayera Piqué. Si se lesionaba, se nos desmontaba el invento, se nos caía", sentenciaba Tito Vilanova en 2011, el año del rodaje de 'El caballero oscuro: La leyenda renace'. Unas palabras que, más de una década después, siguen siendo vigentes. Xavi mandó a calentar a Eric, que acabó entrando por el lesionado Araujo porque Piqué renació y fue providencial tirándose como un veinteañero a rebañar un peligrosísimo disparo de Januzaj. A ocho minutos del final se marchó con otra sonora pitada pero con la misión casi cumplida, pese a la versión extendida de 10 minutos decretada por el árbitro que añadió suspense a la película.

Autocrítica

"Cuando estos partidos se complican toca ser agresivos. Es un triunfo de equipo y corazón", sentenció Alba. Xavi aplaudió el esfuerzo pero no el juego. "Satisfecho por la victoria, crucial para el futuro del club pero no por el juego. No es el camino", consideró el técnico.