El protagonista del triunfo

Luuk de Jong, un gran actor de reparto en la noche de los tres penaltis

Hasta este domingo nunca ningún equipo de la Liga había conseguido ganar un partido después de que le señalaran tres penaltis en contra.

El delantero neerlandés fue el encargado, como un buen actor de reparto azulgrana, de demostrar que la historia se puede cambiar. 

Sergi López-Egea

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En la noche de los tres penaltis apareció Luuk de Jong para contrarrestar algo tan raro y tan extraño como que le pitasen al Barça no uno, no dos, sino tres penas máximas, sobre todo en una temporada en la que Marc-André ter Stegen no se había enfrentado a la soledad de verse cara a cara contra un rival desde los once metros.

Paró uno y nada pudo hacer para evitar un gol que pareció condenar al Barça a regresar a la capital catalana con un solo punto desde València. Pero como si fuera el guion de una película, y Xavi Hernández el director, el Barça necesitó anoche de un buen actor de reparto, que no es lo mismo que secundario. Las buenas películas mejoran muchas veces con el papel mínimo de un gran intérprete. 

En el área, para marcar

Por verle a él merece la pena superar escenas que a lo mejor no aportan todo lo que se deseaba al sentarse en una butaca o sofá. Y ese actor de reparto se llamó Luuk de Jong. Juega poquito. Llevaba, por ejemplo, cuatro partidos de Liga sin intervenir. Y supo estar ahí, en el área, en el momento preciso con el papel bien estudiado para dar al Barcelona los tres puntos y ganarse, entre otros, el aplauso de su entrenador, de Xavi. "Tenemos una mentalidad ganadora y Luuk con sus cualidades es un ejemplo para todos".

Porque Luuk fue el artífice de un hecho histórico, ese actor de reparto que se gana el Óscar y convierte a un filme mediocre en un éxito de taquilla. En toda la historia de la Liga, jamás, un equipo al que le señalaban tres penaltis en contra acababa ganando el encuentro. Nunca había pasado y De Jong fue el escogido para demostrar que "sin hacer partidos excelentes pero sabiendo el camino a seguir", tal como defendió Xavi, la historia se puede cambiar para que nunca más nadie diga que si te pitan tres penaltis en contra es imposible sumar los tres puntos. 

Y porque, además, el Barça tuvo un problema extra ante un equipo "que no se merece estar allí abajo", otra vez según palabras de Xavi. Y ese problema tenía nombre y apellidos:José Luis Morales. "Ha sido como un dolor de muelas", justificó Xavi. Un dolor que se habría convertido en una extracción dental sin anestesia en el caso de que el delantero madrileño hubiese marcado un gol en el minuto 25 de la primera parte, driblando a todos los adversarios que se cruzaron en su camino, que habría firmado Leo Messi en su época más brillante.

Jugadores con molestias

"Nos ganaban en los duelos pero todo cambió en la segunda parte porque terminar con ese 2-2 nos habría pesado mucho", comentó el técnico azulgrana, que alabó el comportamiento de sus jugadores porque muchos de ellos están jugando con molestias, "haciendo un esfuerzo muy grande", debido al castigo que suponen tantos encuentros seguidos.

Fue el partido de los tres penaltis, del acierto interpretativo con el gol de Luuk de Jong y de cuatro minutos mágicos, con los niños al poder, Pedri y Gavi, para dar la primera vuelta a la tortilla que se estaba enganchando mucho en la sartén del estadio del Levante. En un Barça, también, en el que volvió a ser pieza vital Aubameyang. "Dembélé me conoce muy bien. Por eso sé que cuando corre por la derecha siempre tengo que estar preparado". Y marcar.