"TENEMOS QUE SER AUTOCRÍTICOS"

Xavi toma nota del segundo aviso alemán

Memphis saluda a Xavi en la ciudad deportiva del Barça tras el 1-1 con el Eintracht.

Memphis saluda a Xavi en la ciudad deportiva del Barça tras el 1-1 con el Eintracht. / FCBARCELONA

Marcos López

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El Barça no pierde un partido desde hace tres meses. Son ya 14 consecutivos, entre Liga y Europa League, en los que nadie ha podido tumbarlo, con 10 victorias y cuatro empates. Pero en su proceso de reconstrucción, guiado de la mano de Xavi, va y viene.

Va dejando señales repletas de optimismo (el 0-4 del Bernabéu como bandera de lo que quiere llegar a ser cada día) y vienen momentos de reflexión porque rivales que no tienen aspecto de fieros (el Eintracht, sin ir más lejos), le colocan ante el espejo porque desfiguran esa vitalidad que transmitían.

El mensaje es tan simple como contundente. Si desciende un escalón en su propuesta de juego, resulta vulnerable y accesible. Basta ver cómo se tomó Xavi el empate en Alemania (1-1), que deja todo pendiente para el próximo jueves en el Camp Nou. Estaba desquiciado en la zona técnica con las decisiones arbitrales y molesto, profundamente molesto, porque su equipo no supo entender el partido.

"Tenemos que ser autocríticos". No entendió el nudo del partido ni tampoco tuvo respuestas. “No, no es un problema de actitud. Es un problema de juego”, dijo después el técnico, a quien cada visita a Alemania le ha servido, como él mismo reconoció, de “aprendizaje”. Ya le ocurrió en Múnich cuando el Bayern le zarandeó de tal manera, con un inapelable 3-0, que fue un antes y un después. Para Xavi y, por supuesto, para los propios jugadores.

Ferran Torres celebra su gol, que dio el empate al Barça con el Eintracht (1-1).

Ferran Torres celebra su gol, que dio el empate al Barça con el Eintracht (1-1). / FcBarcelona

"No, no es un problema de actitud. Es un problema de juego y de fútbol"

— Xavi, técnico del Barça

Y el segundo viaje a tierras germánicas en los cuatro últimos meses supuso también un freno. No tan poderoso y desconcertante como el infringido por el club bávaro, pero sí invita al entrenador a extraer lecciones urgentes para no estropear el camino más corto y sencillo para alcanzar un título esta temporada. Está el Barça a cuatro partidos de levantar la Europa League, un trofeo que no existe en el Museo del Camp Nou. 

Pero debe ajustar detalles estructurales que no funcionaron nada bien en Fráncfort. "¿Falta de actitud? No, eso no faltará nunca, eso es cosa mía. No, no es eso. No es de intensidad ni de ritmo, es de juego y de fútbol", admitió el técnico.

No tuvo el control del partido. Ni lo dominó por lo que tuvo que correr tras lo que le proponía el Eintracht, un equipo que lo torturó a disparos (16), pero sin acierto alguno (5 a puerta, el golazo de Knauff) para alivio de los azulgranas.

Tanto el técnico como los jugadores se quejaron del césped del Frankfurt Stadion. Estaba lento y ralentizaba el juego, sostienen

Halló el Barça argumentos para intentar justificar ese descenso en su rendimiento que iban más allá del juego. "Al llegar hemos visto que el campo no estaba en las mejores condiciones, pero eso no es ninguna excusa", subrayó Ferran Torres tras ese valioso gol que le dio vida a los azulgranas. Aunque perdieran a Piqué, aquejado de unas molestias musculares.

Luego, Xavi también clonó el mismo mensaje sobre el césped alemán, a pesar de que un cuarto de hora antes de iniciarse el encuentro fue regado de forma abundante. No hizo falta ni preguntarle al técnico ya que en su primera comparecencia ante los periodistas usó esa línea argumental.

Ter Stegen se enfada por un error de su defensa ante Araujo y Busquets en el Eintracht-Barça.

Ter Stegen se enfada por un error de su defensa ante Araujo y Busquets en el Eintracht-Barça. / FcBarcelona

Espesura en el juego

Ya en su primera respuesta y sin pregunta alguna en concreto sobre este asunto expuso su idea. "Hemos estado más espesos que de costumbre y el campo, además, no estaba en perfectas condiciones y no ha facilitado nuestro juego, no circulaba bien el balón y tenías que hacer un control de más por lo que todo se ralentizaba", recalcó el entrenador, tan preocupado por este asunto que lo repitió hasta en tres ocasiones.

Pero el Barça no estuvo lúcido en Alemania solo por la hierba sino porque estuvo irresponsable con la pelota, perdiéndola de forma tan absurda como peligrosa. Se transformó en un equipo donde las rotaciones (Adama, Gavi y Eric) no le dieron la frescura necesaria, dejando así más evidente la línea entre los titulares y suplentes.

Cambios que cambian para bien

La entrada, a media hora del final del partido, de Frenkie de Jong, decisivo en la creación de la jugada del 1-1, y Dembélé mejoró muchísimo la imagen del Barça. Pero Xavi quiso ser extremadamente cuidadoso para que esa frontera entre intocables y alternativas no sea tan evidente.

"No, no, ¡yo no señalo a nadie!", dijo elogiando a Adama ("ha estado bien, ha generado tres o cuatro ocasiones de gol con centros, se ha ido de su marcador"), Gavi ("trabajó mucho entre líneas") y Eric. "Ha hecho un partidazo".

Al Barça, que juega el domingo en Valencia ante el Levante, le toca demostrar que ha aprendido la lección de Fráncfort, convencido de que, al cobijo del Camp Nou, podrá llegar a las semifinales de la Europa League.

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