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EINTRACHT - FC BARCELONA (1-1)

Frenkie y Ferran libran al Barça de un serio disgusto en Alemania

Los azulgranas tendrán que sellar el pase a las semifinales en el Camp Nou

Frenkie y Ferran celebran el tanto del empate

Frenkie y Ferran celebran el tanto del empate

Marcos López

Marcos López

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Estuvo el Barça temblando de miedo en Alemania. Tiritando de frío y desprotegido porque su fútbol, desfigurado y terrenal, le llevó a vivir situaciones que pensó había olvidado. En un mal partido, el equipo de Xavi sobrevivió gracias a una conexión mágica entre Frenkie de Jong y Ferran Torres para firmar el empate y equilibrar el golazo inicial de Knauff. Fue el Barcelona vulnerable, inestable y, sobre todo, inseguro porque el Eintracht llevó el encuentro a un escenario que resultó desastroso. Acabado el encuentro, miró el marcador y, al menos, respiró tranquilo porque dentro de una semana será el Camp Nou quien dicte sentencia. Pero si analiza el juego, todo son malas noticias para el equipo de Xavi.

Videocomentario de Marcos López : Partido de Europa League, Eintracht Frankfurt - FC Barcelona

Y eso que empezó bien el Barça la noche alemana con un monumental disparo de Ferran Torres desde fuera del área que provocó una plástica y decisiva intervención de Trapp, el portero del Eintracht. Era una buena señal. Buena, pero efímera porque el equipo de Oliver Glasner llevó el partido a su territorio preferido. O sea, fútbol vertical y directo, donde la transición, el contragolpe de toda la vida, gobernó por encima de la posesión. No tuvo la pelota el Barça, lo que desquició. El problema no fue solo que no la tuvo poco sino que cuando estaba en sus pies fue irresponsable cometiendo errores imperdonables ante un Eintracht que transformó cada pérdida en un trampolín para acercarse al hogar de Ter Stegen, que se sintió, además, desprotegida tras las molestias musculares que obligaron a Piqué a pedir el cambio.

Ter Stegen atrapa el balón ante N'Dicka.

Ter Stegen atrapa el balón ante N'Dicka. / Ronald Wittek

Mal partido

Los azulgranas no supieron tampoco descodificar el partido. La noche se puso áspera e incómoda. Una muy mala primera mitad del equipo de Xavi, que empezó también a perder los nervios, primero con el cuarto árbitro y después con la principal. A Busquets se le veía desubicado y los dos interiores (Pedri por la derecha y Gavi por la izquierda) tenían problemas para girar y mirar el partido de cara. Estaban siempre angustiados y, sobre todo, agobiados por la presión alemana, empujados por casi 50.000 espectadores que disfrazaron el moderno estadio en un elemento intimidatorio de gran nivel.

Acabada la primera mitad, y con Xavi blasfemando hacia los jueces del encuentro, el Barça pudo estar contento. Contento de que Sow, el centrocampista del Eintracht, no enfocara bien un cómodo disparo desde el área azulgrana. Era gol o gol. O, al menos, que fuera entre los tres palos. Pero se perdió por la inmensidad de la línea de fondo para alivio de Ter Stegen, que resopló mirando al cielo al comprobar ese inmenso regalo. Contento debía estar el Barça además de que el VAR revisara el penalti que, supuestamente, había cometido Busquets. Pero la pantalla salvó al equipo de Xavi de irse al descanso perdiendo un partido donde nunca se sintió a gusto. Acabó pidiendo la hora para descansar y reflexionar sobre todas las malas cosas que había hecho. Y fueron muchas. Demasiadas.

Adama intenta cortar un pase de Knauff.

Adama intenta cortar un pase de Knauff. / Ronald Wittek

Alemania, viaje complicado

A Xavi se le acumulaba el trabajo porque los signos de identidad que había exhibido el Barça -gobierno de los partidos, presión eficaz, solvencia defensiva…- se le escurrieron entre los dedos.

Cada viaje a Alemania, da igual el rival, sea el poderoso Bayern o el histórico Eintracht, que vive más de su pasado que de su presente, pone a prueba su fortaleza física y, al mismo tiempo, mide la capacidad competitiva del Barça. El disparo de Ferran, con el precioso paradón de Trapp, quedó olvidado muy pronto porque ni las tres rotaciones introducidas por Xavi (Adama por Dembélé, Gavi por Frenkie de Jong y Eric García por Alves, lo que envió a Araujo al lateral derecho) refrescaron de verdad al equipo.

Terminó mal la primera mitad para el Barcelona. Y arrancó peor la segunda porque encajó el gol de Knauff desde fuera del área, que delataba la tremenda desatención defensiva azulgrana. Ni siquiera el 1-0 ejerció de despertador porque Lindstrom desperdició una clarísima ocasión que habría colocado al equipo de Xavi al borde del abismo, obligándole a intervenir para frenar la hemorragia. Dos cambios (Dembélé por Adama y Frenkie de Jong por Gavi) cambiaron, y para bien,  al Barça. Bastó que se conectaran en la frontal para silenciar el Frankfurt Stadium cuando la noche se estaba envenenando.

Bastó que Dembélé, Frenkie y Ferran conectaran en una baldosa, en la frontal del área alemana, para que el exdelantero del City rubricara el gol de la esperanza. Un tesoro de incalculable valor. 

Araujo y Pedri vigilan la incursión de Sow.

Araujo y Pedri vigilan la incursión de Sow. / Daniel Roland

FICHA DEL PARTIDO

Eintracht Frankfurt: Trapp (6), Tuta (4), Hinteregger (5), N’ Dicka (6), Knauff (7), Jakic (5), Sow (4), Kostic (4), Lindstram (4), Kamada (6) y Borré (5).

Entrenador: Oliver Glasner (5).

Cambios: Hauge (s.c.) por Lindstram (m. 73); Touré (s.c.) por Kamada (m. 80); Ache (s.c.) por Borré (m. 89); Rode (s.c.) por Jakic (m. 89)

Barça: Ter Stegen (5), Araujo (6), Piqué (s.c.), Eric García (5), Jordi Alba (4), Pedri (5), Busquets (5), Gavi (5), Adama (4), Aubameyang (3) y Ferran Torres (6).

Entrenador: Xavi Hernández (5).

Cambios: Lenglet (5) por Piqué (m. 23); Frenkie de Jong (6) por Gavi (m. 62); Dembélé (6) por Adama (m. 62).

Goles:  1-0 (m. 48), Knauff; 1-1 (m. 66), Ferran Torres. 

Árbitro: Srdjan Jovanovic (6), serbio.

Tarjetas amarillas: Kostic (m. 45); Tuta (m. 61 y m. 78); Jakic (m. 82)

Tarjeta roja: Tuta (m. 78).

Estadio: Frankfurt Stadium.

Espectadores: 48.000 

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