LAS AZULGRANAS, EN SEMIFINALES (5-2)

El Barça-Madrid femenino, récord mundial de asistencia con 91.553 aficionados

Marcos López

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Bajaban felices miles y miles de personas camino del templo azulgrana. Iban pandillas de amigas y amigos. Familias enteras. Niñas y niños. De reojo, miraban al cielo. Al inicio, ni una gota de lluvia. Dos horas antes de que el balón rodara por la cuidadísima pradera del Camp Nou se vivía una sensación de tarde / noche grande. Muy grande. Y lo era.

Hasta 91.553 personas se reunieron en el estadio azulgrana para asistir al Barça-Madrid de la Champions femenina. En Europa nunca hubo tanta gente viendo un partido. Ni en el mundo. Superó el registro de Estados Unidos y con motivo de un Mundial, que data ya de 1999.

Es una noche para la historia la del 30 de marzo del 2022 en el hogar culé saboreando cada segundo de ese pase a las semifinales con una victoria que jamás se olvidará (5-2) para rubricar un récord mundial.

Caminaban esas miles de personas sonrientes, conscientes de que estaban asistiendo a algo único. Un partido nunca visto antes. Un partido que no debe ser la cima de algo sino "el inicio de una nueva era", como auguró Alexia Putellas, la mejor jugadora del mundo. 

Una era en la que terminaron haciendo ola tras una reacción soberbia del Barça al gol de Zornoza (1-2). En apenas 10 minutos, firmaron las azulgranas tres goles que removieron los cimientos del anciano Camp Nou provocando hasta la ola con ese triunfo maravilloso.

Atascos y colapso

Y eso que la ciudad se colapsó de tal manera que provocó atascos interminables en la cercanía del estadio, demorando la llegada al partido, que estaba rodeado de un halo especial como demostró que no se llevaba ni media hora y ya se había cantado a capella el himno del Barça en un par de ocasiones, con mosaicos surgidos de forma espontánea desde el corazón de la afición culé. Para entender la dimensión de lo sucedido en el estadio, el Barça-Madrid de la Liga Santander reunió a 86.422 espectadores el pasado mes de octubre.

Y en el minuto 67, ya con 4-2 para el Barça, el estadio rescató su versión más creativa con un cántico nunca escuchado antes tampoco. "¿Dónde estás Florentino? ¿Florentino, dónde estás?"

Necesitó casi 40 minutos de juego el Camp Nou para reunir a las miles de personas que iban en procesión sintiéndose actores principales de una tarde para la historia, con un ambiente espectacular, que trasciende mucho más allá de lo puramente deportivo. Es el futuro. Ya ha llegado.

Y en el minuto 67, ya con 4-2 para el Barça, el estadio rescató su versión más creativa con un cántico nunca escuchado antes tampoco. "¿Dónde estás Florentino? ¿Florentino, dónde estás?". Ni rastro del presidente del Madrid en el palco, donde Joan Laporta estuvo acompañado por Pere Aragonés, el president de la Generalitat. Hace una semana, tampoco fue Florentino Pérez a Valdebebas, la ciudad deportiva madridista en el 1-3 de la ida.

Un cántico, que una vez conocido el récord mundial de 91.553 espectadores, se volvió a repetir preguntando donde andaba el presidente del club blanco. Ni rastro.

1.- RÉCORD MUNDIAL91.553 personas. 30 de marzo de 2022Camp Nou (Barcelona)Cuartos de final de la ChampionsBarça-Madrid2.- ANTERIOR RÉCORD MUNDIAL90.195 personas. 10 de julio de 1999Rose Bowl (Pasadena, California)Final Mundial-99Estados Unidos-China (0-0, 5-4 pp)3.- ANTERIOR RÉCORD EUROPEO60.739 personas. 17 de marzo de 2019Wanda Metropolitano (Madrid)Jornada 24 de LigaAtlético-Madrid-FC Barcelona (0-2)

El cielo estaba azul, azul radiante sobre el Camp Nou, como si pretendiera respetar la magnitud del acontecimiento. Poco acostumbrado como está ese viejo templo, construido en 1957, obligado a una urgente y verdadera reforma porque el paso de los años, más de medio siglo, lo ha deteriorado.

De Imma a Alexia

Pero aún así, viejo y gastado como está, se emocionó porque nunca antes había disfrutado de un encuentro así. Un Barça-Madrid de Champions femenina. Un Barça-Madrid de mujeres honrando la atrevida, revolucionaria y singular idea de Inma Cabecerán, aquella joven de 18 años que en noviembre de 1970 llamó a la puerta del despacho de Agustí Montal, entonces presidente del Barça. “Quiero que haya un equipo de mujeres”, le dijo entonces sin saber cómo ni cuándo lo haría.

Un mes más tarde, Navidad de 1970, ya en los años finales del franquismo, jugaban de blanco -el club no les dejó usar ni los colores azulgranas ni el escudo, aunque ellas, tercas y obstinadas en su sueño, lograron que sus medias al menos sí que tuvieron el azul y grana que entronca con la cultura del club- el primer partido que rompía el verdadero techo de cristal.

Las jugadoras del Barça celebran el 1-0 marcado por Mapi León al Madrid en el Camp Nou.

Las jugadoras del Barça celebran el 1-0 marcado por Mapi León al Madrid en el Camp Nou. / FCBARCELONA

Con el atrevimiento de Imma empezó todo, pero sin la indestructible fuerza de voluntad de Núria Llansà, presidenta, entrenadora, directora deportiva, psicóloga, madre y compañera, que aguantó la inacabable travesía por el desierto de la incomprensión y los insultos, además del despreciable rechazo general nada de lo sucedido esta tarde en el Camp Nou habría ocurrido.  

Aspecto de la grada del Camp Nou en el estreno del FC Barcelona femenino

Aspecto de la grada del Camp Nou en el estreno del FC Barcelona femenino / AFP/Josep Lago

Imma empezó esa descomunal obra, Núria le dio vida cuando todos le empujaban hacia la desaparición y Alexia, que ha proporcionado vuelo universal y planetario al empuje de aquellas pioneras, quedan unidas por ese hilo argumental que alcanzó en el duelo contra el Madrid la máxima expresión. Era un partido irreal. Ni siquiera soñado.

"¿Imaginarlo? No, porque solo veía jugar a hombres en este estadio. Sabía que podía jugar al fútbol, pero veía inaccesibles estas dimensiones", admitió Alexia Putellas, Balón de Oro, inquieta y nerviosa, sintiéndose, de nuevo, vivir en el centro de una película para la historia.

"Esto puede marcar un antes y un después en el fútbol femenino", pronosticó la talentosa jugadora que ha alcanzado la perfección con la pelota entre sus delicados pies. Y lo marcó Alexia. Por supuesto que sí.

El inmenso altavoz del Camp Nou

No se equivocó. Nada será igual como antes. Ni mucho menos. "El Barça es el club más grande y tiene ese altavoz", anunció Alexia, mientras las jugadoras del Madrid, para quien el Bernabéu sigue siendo, de momento, un coto cerrado asomaban por el túnel de vestuarios mirando asombradas lo que tenían a su alrededor. Un majestuoso y viejo estadio, capaz de reunir a 100.000 personas, pero que vacío impone aún más.

Olga logra el empate para el Madrid batiendo de penalti a Sandra Paños en el Camp Nou.

Olga logra el empate para el Madrid batiendo de penalti a Sandra Paños en el Camp Nou. / @UWCL

Se hacían fotos para recordar la tarde en que pisaron por vez primera la hierba de un campo tan inmenso. Hasta vídeos. Y alguna de ellas hasta corría celebrando un gol ficticio. Cuando salió el Barça a calentar, ya había más de 10.000 personas en las gradas. Quedaba aún una hora para el inicio del encuentro. Al escucharse por la estridente megafonía del estadio el nombre de Alexia Putellas atronó una ovación.

Con el partido ya en marcha, centenares de personas corrían por las inmediaciones del estadio porque llegaban tarde. Y no querían perderse nada de lo que estaba sucediendo dentro, con un choque repleto de magia, emergiendo el mosaico de 'More than empowerment' (más que empoderamiento).

Aitana Bonmatí felicita a Mapi León por el gol que supuso el 1-0 para el Barça en el Camp Nou.

Aitana Bonmatí felicita a Mapi León por el gol que supuso el 1-0 para el Barça en el Camp Nou. / @UWCL

Con Xavi y Puyol en el palco del Camp Nou, al que no dejaba de llegar gente y más gente, el partido adquiría un tono más emocionante tras el gol de Mapi León (1-0, m. 8), igualado de inmediato por el penalti marcado por Olga (1-1, m. 16).

Una reacción de fútbol y emoción

Acabada la primera parte, con esa igualada en el marcador (1-3 en la ida para las azulgranas), comenzó a llover sobre el estadio, como ese monumental golazo de Claudia Zornoza (1-2, m. 48) desde 45 metros, igualado rápidamente por Aitana Bonmatí (2-2, m. 51) con un preciso zurdazo simbolizada su alegría con la de miles de culés y el 14, que fue de Cruyff, a su espalda.

Tras el 1-2 del Madrid, nada más iniciarse la segunda parte, un vendaval del Barça desató una ola de euforia con 10 minutos inolvidables firmando tres goles

Aunque Claudia Pina, con otro zurdazo maravilloso, aunque pareció que quería centrar, puso en pie al Camp Nou en unos minutos mágicos (3-2, m. 55) emergiendo, de nuevo, el mosaico, atronando, otra vez, el himno usando luego la linterna de los móviles como fuente de luz para provocar otra imagen para el recuerdo.

Alexia festeja con la grada su gol, el 4-2 al Madrid en el Camp Nou.

Alexia festeja con la grada su gol, el 4-2 al Madrid en el Camp Nou. / @UWCL

Faltaba, claro, el gol de Alexia (4-2, m. 62) para que la fiesta fuera todavía más redonda, por mucho que la pelota entrara dulcemente después de que Misa, la portera del Madrid, viera quebrarse sus manos. Y el Camp Nou más festivo que se recuerda en los últimos años coreó el nombre de Alexia. Pero cuatro no bastaban. Llegó el quinto de Graham Hansen en una furiosa segunda mitad llena de fútbol y emoción (5-2, m. 70).

Vuelta de honor culé; grandeza blanca

Y el Barça se puso a dar la vuelta de honor por el Camp Nou, con el Madrid ofreciendo un gesto de grandeza, aplaudiendo a los aficionados azulgranas, al tiempo que aguantaron sobre el césped en un ejemplo de deportividad. No, no era una Champions lo que festejaban las azulgranas. Ni siquiera una Liga. Ni tampoco el valor de un récord insólito que coloca al equipo y, por supuesto, al club, en la cima del mundo. Era el reconocimiento del trabajo bien hecho, dignificando el legado que construyeron en 1970 Imma y sus amigas.

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